10. Preparativos

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Isaak

La casa de Derek era muy grande, mucho más que el hogar de Lean. Parecía una casa dentro de otra casa y todo era color amarillo o beige, había floreros caros y pinturas rupestres en algunas paredes, parecía que íbamos a cenar en una especie de Palacio de Buckingham para turistas.
Estaba el ama de llaves acomodando unas cosas y nos pidió que lo esperáramos en la sala principal. Lean y yo estábamos muy cómodos en los sillones elegantes de la familia Martins, junto con la enorme pantalla inteligente frente a nosotros; incluso Lean debió admitir que su casa era mucho menos lujosa que la de Derek, pero un poco más tibia en otras cuestiones.

— Bien, basuras – regresó Derek con una lista – Éstas son las cosas que necesito ahorita para la fiesta. Son las tareas...

— Somos tus invitados, no tus sirvientes – dijo Lean y le lancé una mirada fulminante.

— Tú eres mi invitado, porque por alguna razón eres amigo cercano. Pero este mequetrefe es mi sirviente, ¿o no te ha contado ya? – contestó Derek de manera petulante.

— Ya le conté, no le guardo secretos a mis amigos – tomé la mano de Lean, pero no sé si en realidad se lo tomó muy bien.

— ¿Qué esperan entonces?

— Ya vamos... - vi la lista de Derek y entre ellas era conseguir alcohol, adornos, hielo, frituras y muchas otras cosas.

— Vengan – nos señaló para seguirlo. Nos llevó a la parte detrás de su casa donde tenían un enorme patío, con un enorme césped verde, un cobertizo pequeño al fondo de su gran mural con muchas luces. Entre todo ese patío estaba la enorme piscina con un trampolín para saltar y un montón de hojas caídas de los árboles por doquier – Aquí será la fiesta, así que deben limpiarla, poner las mesas y esas cosas...

— ¿Tú qué carajos harás? – preguntó Lean.

— Soy el jefe, los jefes nos tomamos un largo descanso y ya... - guiñó el ojo y ambos nos enojamos. Frené a Lean antes de que siguiera a Derek dentro de la cocina.

— Veo que no te gusta estar aquí. Haremos esto... - le propuse – Tú irás por todas las cosas y yo me quedaré a limpiar. Así no me ves siendo humillado por el cretino y me ayudarías mucho.

— No entiendo por qué... – trató de volverme a dar un discurso, pero al lanzarle otra mirada, ésta vez más compasiva y tierna, entendió – Vale. Lo haré.

— Gracias, Lean – salió un poco de mi voz sumisa, lo abracé fuerte y pude ver la cara de Derek de reojo tras el vidrio de su cocina observándonos.

— ¿Creen que la fiesta se va a montar sola? – preguntó sarcástico y ambos nos separamos.

— Vamos... - contesté sin tener opciones.

— Ten dinero para las cosas - el dinero que Derek me dio se lo pasé a Lean que salió preocupado de la casa.

— Sr. Martins, ya es mi día libre, nos veremos hasta mañana – dijo la sirvienta de Derek y se despidió. Derek se despidió y luego se dirigió hacia mí.

— Será mejor que limpies bien – me mandó por el rastrillo al cobertizo, con lo que inicié mis tareas.

Pasó una hora de recoger hojas y poner mesas, cuando de pronto se escuchó la puerta de la entrada, corrí hacia la entrada creyendo que era Lean, pero era una señora pelirroja extraña.
Gritó algo que no pude entender y supe que era la mamá de Derek cuando él bajó de inmediato a saludarla.

¡PATÁN! [BL] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora