21. Desobediente

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Isaak

Estaba totalmente bloqueado por un montón de ideas, que vertiginosamente invadieron mi cabeza. No tenía mucho tiempo en realidad, pero me parecía algo extraordinario verme siendo compañero de alguien. ¿Compartir confianza discretamente? Me parecía bien, supongo; era como vivir una conspiración secreta, mientras vivo una fantasía irreal con el chico más molesto.
Me levanté de su cama como si yo fuese el dueño, me puse su pants como si fuese mío y me sentía dueño de Derek, pese a que todo empezó siendo lo contrario. ¿No sabía por qué estaba sintiendo esto? Me sentía dominado y dominante al mismo tiempo, parecía una extraña sensación de felicidad, quizá. Pero aun así prevalecía esa sensación horrible de desconcierto.

Lentamente caminé hacia el baño del pasillo para poder tomar una ducha, probablemente Derek estaba en el baño de su propia habitación arreglándose. Era un ritual de la mañana que él hacía, porque quizá era un abusador, pero le gustaba verse muy bien. Probablemente ahorita estaba poniéndose su colección de cremas y menjurjes que recuerdo haber sido amenazado si se lo contaba a alguien. Entonces, me quité la ropa y me puse unas sandalias, utilicé mi bata sobre mi desnudes para dirigirme hacia la ducha. Antes de salir, al checar mi celular tenía un mensaje pendiente de Sombrero de Copa recordándome que debía tomar una decisión sobre la foto. Una decisión que todavía tenía duda de tomar.
¿En serio podía permitirme confiar en Derek?
Mientras tenía la duda en mi cabeza, abrí el baño sin darme cuenta que estaba ocupado. No pude evitarme ruborizarme cuando mis ojos vieron el pectoral, piel blanquecina y brazos llenos de tatuajes de Derek Martins. Tenía el pelo mojado y traía la toalla en la cintura dando casi nada a la imaginación.

— ¡Yo lo siento! – exclamé nervioso. Probablemente estaba ruborizado, puesto que me sentía caliente...de una manera vergonzosa.

— Aprende a tocar, Isaak – me guiñó el ojo y no pudo evitar reír.

— ¿Qué haces aquí?

— Es mi casa.

— Me refiero a este baño.

— El mío está descompuesto, no sirve la llave del agua caliente – pronunció y seguía totalmente quieto - ¿Apoco ya nos tenemos tanta confianza como para compartir una ducha? – era una gran pregunta.

— Yo...perdón...baño...tú...ah.... – no pude evitar tartamudear. Porque realmente seguía sin saberlo realmente.

— Descuida – en un movimiento ágil y malicioso, Derek pellizco la toalla haciendo que se aflojara bastante, casi mostrando su entrepierna puesto que sólo se había detenido como si fuese un perchero. Y dejando la parte de atrás totalmente desnuda, estaba absorto y perplejo, estaba viendo a Derek "La Percha Humana" en acción. Se agarró su bulto para que no se cayera más y salió del baño, sin evitar pegarse hacia mi cuerpo para molestarme – Yo si confío en ti – me susurró al oído y vi su retaguardia desnuda avanzando hacia su cuarto.

— Ahora sí estaba más que abochornado, estaba deleitado... y la ducha sería testigo – cerré la puerta del baño consigo para poder atenderme de la manera más privada.

***

Tras ese pequeño accidente me sentía más apegado a Derek, cuando bajamos su madre se nos quedó mirando extraño porque ambos sonreíamos demasiado. Tomé un poco de cereal y me senté cerca de la ventana del patio, mientras que él agarró del refrigerador el cartón de jugo de naranja, y antes de que lo bebiera de manera directa y grosera, lo miré con unos ojos de perrito. Inmediatamente él bufó y cachó un vaso del mueble, pudiendo así servirse y beber como alguien decente. Yo sonreí porque había logrado que Derek usara un vaso y me sentí super triunfante.

¡PATÁN! [BL] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora