7. ...Tu hogar.

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Isaak.

Lean Gentleman parecía ser un chico de ensueño, tenía una mirada color miel que son cubiertos por sus anteojos gigantes y con esas facciones bastante divertidas; tiene unas cejas algo grandes, labios gruesos de igual modo y un riso divertido en su fleco. Parece buena gente, además de que se ve que hace ejercicio igual que Derek Martins, (aunque es claro que Derek le gana).
Salió de su trabajo y caminamos hacia la salida de la plaza, la verdad me sorprende un poco que no me haya hablado mi tío en la casa, es bastante inusual que no lo haga.
En fin, Lean y yo caminamos durante un par de calles. Yo vivía muy lejos en un departamento en la zona fea de la ciudad, en cambio Lean, me contó que vive en los Suburbios Cumbres, donde Derek igual lo hacía. Una zona residencial bien cuidada a comparación de la mía.
Yo vivía en Asta Norte, unidades sobre unidades de edificios viejos y algunas casillas pequeñas, fue dónde mi padre me abandonó con mi tío y mi primo.
En fin.
No importaba, parecía que Lean seguía teniendo esa cara nerviosa por alguna razón cuando yo era quién moría de pánico por dentro. Si alguien me hubiese dicho hace unos años que iba a caminar a lado de Lean, siendo chantajeado por Derek y haber sido el sumiso del profesor de matemáticas, estoy seguro que le hubiera tirado de mentiroso e imaginativo.

— Y... – sostuvo.

— ¿Y? – pregunté.

— ¡Y! – exclamó.

— ¡Ya basta! – ambos nos reímos cuando caímos en cuenta del silencio incómodo.

— Oh, ten – sacó de su mochila un estropajo de tela doblada y comenzó a extenderla. Era una falda muy pequeña de color gris y con alerones colegiales - ¡Tarán!

— ¿Qué pretendes que haga con eso? – pregunté.

— Tú lo pediste...bueno, Derek te la pidió... ¿no?

— ¡Es verdad! Lo había olvidado – él me había hecho olvidar todo ese asunto.

— Te distraes con facilidad, ¿eh? – sonrió tontamente y metió la falda en mi mochila.

— Sí, creo que es como respirar – se acercó a mi mejilla y comenzó a inhalar y exhalar con rapidez.

— Tendré que respirarlo todo para que se quite – lo aparté suavemente y nos terminamos carcajeando por toda la cera.

— Eres un loco.

— Sí, disculpa – no podíamos quitarnos esa boba sonrisa de nuestras caras. ¿Qué está pasándome? Lo acabo de conocer, por Dios.

— No te tienes disculpar por quien eres...eso me dijo alguien una vez – respondí.

— ¿Tú lo has hecho? – preguntó – El disculparte por quién eres...

— Yo no lo sé, creo que a veces no ni quién soy yo – deduje.

— Rayos, eso es profundo – seguimos caminando por la vereda hasta llegar al puente donde cruzamos hacia el otro lado – Ya sé, tengo una idea. Juguemos verdad o reto, ¿te parece?

— Em, bueno – acerté y comenzamos a subir el puente – Tú empieza.

— Vale, ¿Verdad o Reto? – preguntó hacia mí.

— Verdad.

— Aburrido – cantó y se quedó pensando - ¿Cuál es tu mayor sueño?

— Vaya, eso es algo personal y no lo he pensado en realidad... Por ahora terminar la preparatoria y estudiar en otro país – contesté – ¿y tú?

¡PATÁN! [BL] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora