14. ¿Qué pasó ayer?

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Isaak.

El sonido de la alarma con cacareo de gallo hizo que me despertara abruptamente, sentía los ojos hinchados y dolientes, la luz era demasiado resplandeciente por lo que me lastimaba no tener los parpados cerrados. Después un dolor punzante en la cabeza apareció de la nada, me llevé mi mano a mi cara, a mis oídos que dolían al seguir el mismo canto de gallo en el teléfono de alguien.
¡Mierda!
Mi boca estaba reseca y me costaba mucho no sentirme mareado, sentía cómo una especie de vaivén ligero en la cama, como si fuese de agua. Era horrible. Y de manera oportuna, apareció también un olor de cerveza, cigarro y otras cosas en mis fosas nasales, despertando aún más la náusea dentro de mí. Luego no pude evitar sonreír, había sido una noche alocada la fiesta de Derek.
Traté de levantarme lentamente y me quedé sentado en la cama tratando de vislumbrar la habitación donde me encontraba. El techo ya lo había visto en algún momento, pero al ver la pared color violeta, llena de posters de bandas de metal y rock, me di cuenta que estaba en la recamara de Derek.
Vale, pudo ser que me quedé dormido aquí y Derek (de manera amable) me dejó quedarme aquí. Ese había sido el primer pensamiento que me llegó hasta que sentí cómo algo a lado de mí se movió repentinamente.
No quería voltear a ver.
Pero lo hice.
Vi un bulto cubierto por el cobertor y colcha de la cama, parecía una persona y temía darme cuenta que probablemente era lo que estaba temiendo. Y antes de quitarla, me di cuenta que yo estaba completamente desnudo debajo del enredón. "Oh, mierda", pensé y decidí por develar la verdad de esta artimaña. Lentamente tomé la orilla de la cobija y ligeramente la distendí para darme cuenta que debajo de ella estaba Nathan, sin camisa, abrazando un osito de peluche. "¡Qué carajos!", pensé alarmante, "¿Acaso Nathan y yo lo hicimos anoche?" Esto me traía un ansia increíble, me sentí abrumado y debía salir de esta habitación cuánto antes.

Salí de la habitación, cambiado y alterado, sin poder creer que yo me había metido con Nathan después de lo de anoche. Pero... ¿Qué había pasado anoche? Al parecer bebí demasiado alcohol, tenía una cruda alterándome desde temprano y una laguna mental enorme. Bajé las escaleras con presura y me dirigí hacia la puerta de la entrada, hasta que alguien me abrazó por detrás el abdomen, envolviéndome en su brazo, haciéndome detenerme.

— ¿A dónde carajos crees que vas? – era Derek, dándome siguiente un zape en la cabeza.

— A mi casa... - me quedé mudo al darme cuenta que eso no era verdad – A la casa de Lean...- corrijo.

— Buen intento – me dijo con credulidad – Tú no tienes casa ahora, después de lo que le hiciste al pobre Lean, dudo que te dejé quedarte en su casa.

— ¿Qué fue lo que hice?

— No finjas que no lo recuerdas – me apretó la barbilla duramente – Además, esto no ha terminado, querido Isaak...

— ¿A qué te refieres? – se me quedó viendo atentamente a los ojos, casi como adormilado, no sé qué le pasaba. Hasta que reaccionó de momento.

— Me...me... - se trabó tantito y parece que recobró su ser típico – Me refiero a que sigues siendo mi esclavo. Tienes que limpiar todo el desastre – me hizo girar la cabeza para observar el páramo desastroso de la cocina, el patio y la sala donde había botellas rotas, pisos mojados, latas de cerveza y muchos vasos rojos vacíos y llenos todavía. Parecía la escena de una película de desastres, pero era en realidad mi vida.
Recordé el incendio y el terrible fastidio de mí día a día.

— Derek, por favor – le supliqué – Me siento mal y tengo poca memoria, no quiero hacerlo.

— Tú también causaste mucho desastre anoche, querido Isaak, así que te me pones a alzar todo o te tendré que recordar quién manda aquí otra vez – se pegó hacia mí, dándome una ligera palmada en el trasero – Sé niño bueno y ponte a alzar.

¡PATÁN! [BL] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora