9. Tarde

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Isaak.

No podía creer que mi vida se había esfumado, literalmente. La poca vida que tenía se había perdido. Ahora me encuentro acostado en un catre en la casa de Lean, gracias a Dios a su familia que me ha dejado quedarme aquí por esta noche y mi tío ha hecho un par de llamadas importantes por lo que ahora está con una amiga en el centro de la ciudad. Tal vez el seguro ayude, pero al tratarse de mí, no sé qué pasará conmigo...
No sé cómo iba a sobrevivir a esto, siendo sincero siento cómo la vida me ha golpeado fuertemente y la pregunta constante es ¿Lo merezco? Probablemente.
Lean llega a mi catre con un vaso de leche con chocolate y un pedazo de pan con mermelada, me mira triste y se sienta a mi lado.

— Debes cenar algo – dijo él y me ofrece el vaso de leche el cual decido darle un sorbo.

— Gracias – respondí con mayor agradecimiento que nunca.

— No hay por qué – me contestó tiernamente.

— No, en serio gracias. Probablemente estaría durmiendo bajo un puente sino hubieras estado tú o tus papás no hubiesen sido tan generosos – casi se me soltó una lágrima de tristeza pero la aguanté.

— Por mis padres no te preocupes, siempre quise tener más hermanos varones y están encantados con tu visita. Probablemente no quieran tener todo el tiempo aquí, pero se acostumbrarán – dijo mordiendo parte del pan.

— No te preocupes, espero que esto sea temporal. Aparte mañana iré con Lisa, su mamá me dejará dormir en el sofá un par de semanas y usaré el dinero que por suerte guardé en una cuenta de ahorro de mi primo para sobrevivir – tragué saliva y volví a tomar otro sorbo de leche, no sabía si en realidad eso me iba a servir.

— ¡Hombre! No pases penurias, mi mamá dijo que podías quedarte el tiempo que necesites, lo dijo de buena fe. Una vez a mi tía se le quemó su mansión en Cancún y luego un tsunami lo destruyó, ella entiende los desastres de primera mano – soltó una risa, pero me sentí culpable.

— Bueno, muchas gracias de verdad.

— Mañana iremos a comprarte algo de ropa, porque no puedes usar mis playeras viejas toda la vida – puso su mano sobre mi hombro –. Lo bueno es que mi madre guardó esa ropa en una caja, sino estarías desnudo – vi el jersey de él que tengo como pijama y me quedaba algo holgado.

— No podemos ir, debemos ir con Derek. Pero no pasa nada, tengo algo de ropa y todavía tengo el uniforme... gracias a tu mamá por lavarlo – volví a tomar leche como si se tratara de un shot de tequila. Estaba muy ansioso.

— Como dije, no hay problema – Lean tomó mis manos de manera cariñosa – lo único bueno fue que al menos pasaremos más tiempo juntos.

Sonreí bobamente, porque de cierto modo era verdad. No podía creer que estaba viviendo con Lean, un chico quién apenas conocía y topaba en el instituto, ¿Estaba acaso mal de mi cabeza? Posiblemente iba a tener que poner mi granito de ayuda para no incomodar a su familia, y luego estaba la situación con Derek al día siguiente... ¿Quién pensaría que me dejarían ir a una fiesta después lo sucedido? Mi tío aceptó, porque me ordenó estar tranquilo y actuar con normalidad. Pero yo no sé si podría.
Lean se acostó en su cama a lado de mí, apagó la luz de su mesita de noche y cerramos los ojos. Su mano acarició mi cabello y me pellizcó un cachete de forma suave. "Trata de descansar, lindo" usó su voz seductora y se tapó con sus cobijas. Veía el cuarto de Lean Gentleman y podía ver que era fan de los musicales, de las bandas de rock independiente y las películas de superhéroes, de hecho tenía figurillas de eso precisamente. En una esquina estaba colgada la Estrella de la Muerte de Legos y en la otra una guitarra inflable; algo me decía que era muy geek y algo torpe. Lo que más me agradaba de Lean era el olor de su habitación, olía totalmente a su colonia combinada con un aroma de mango, era muy delicioso olfatearlo. Su ventana reflejaba una luz de afuera y hacia sombras de rejillas que me recordaban a mi antiguo departamento. Su habitación no era perfecta, pero al menos era suya...
La mía por otra parte, las pocas posesiones preciadas estaban hechas cenizas en un montón de escombros. Cerré los ojos tratando de conciliar el sueño, con poco éxito y con mucho en mente.

¡PATÁN! [BL] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora