22. Triángulos

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Lisa

Siempre he tratado de poner la mejor cara ante las malas situaciones. Y he querido ser la mejor amiga que alguien pudiese tener, pero a veces siento que no lo he podido lograr pese a mis esfuerzos. Me veo muchas veces cepillándome el cabello en el espejo de mi buró, tratando de descifrar el porqué de mis pequeñas pero marcadas aventuras y todas usualmente señalan a Isaak.
Todo en mi vida giró rápidamente cuando Isaak entró en mi vida, después Derek y Jayden; pero parece que nadie te presta atención cuando tienes una forma tan asertiva de ver la vida, a veces me siento extraña por ser positiva ante las situaciones raras. No tengo culpa, vivo una vida bastante buena y tengo a grandes personas a mí alrededor para ser mejor persona cada día. Esos elementos que te obligan a creer en el amor, esperanza y esfuerzo. Todo se lo debo a mis dos madres y a mi querido hermano, parece divertido creer que sin mi familia yo no sería Lisa Lawson.

Pero desde que recibí la llamada de Isaak, cuando su departamento fue incendiado en un terrible accidente parecía cada vez más difícil mantener esa positividad. Él ha pasado por tantas cosas y yo sólo he sido una inocente espectadora, no puedo si quiera imaginar por lo que ha tenido que sufrir.
Es entonces cuando estaba en mi tocador peinándome, pensando en esas inquietudes como amiga, me sorprendió escuchar a mi madre llamándome porque "alguien" me estaba buscando en la puerta de mi casa.
Bajé las escaleras y miré a Derek con un traje sucio, la corbata deshecha y una peste de alcohol que llegaba hasta el último peldaño donde yo estaba parada. Su mirada desesperada y su rostro pálido me habían alertado de que estaba crudo y desesperado (tal vez uno más que otro). Me pidió un vaso con agua, fui a la cocina rápidamente y se lo llevé. Cerré la puerta de mi casa y salí con él al pequeño pórtico de la entrada. Yo me senté en la mecedora y él sólo se quedó parado, quieto, apoyándose en una de las columnas bebiendo su vaso de agua.

— Gracias – se lo había bebido todo. Se le veía algo alterado y yo sólo cerré los ojos en amabilidad – Perdón, yo no sabía a dónde ir.

— ¿Qué pasó? Te ves muy jodido – me sentí avergonzada de decirlo.

— Otra vez me perdí – soltó de la nada, tenía la mirada quebradiza.

— Sabes que ya no me corresponde ayudarte con eso – le dije un poco más seria – Ya es turno de alguien más.

— Lo sé, pero no tengo a nadie más... – respiró profundamente – Ya no.

— Cuéntame – le pedí con gentileza y tomé su mano. De pronto noté cómo hizo un paso en falso y se acercó a mí con una intención descarada. Le di una bofetada.

— Disculpa – sonó serio – No fue mi intención querer besarte.

— ¡Pues parece que fue totalmente tu intención!

— Es que es muy difícil de decirlo...

— Derek, yo no soy así y te lo dije la última vez que te vi. Conocí a alguien y quiero ver hasta dónde puede llegar – respondí algo severa.

— Soy un asco.

— Sólo no vuelvas a hacerlo – estaba arrodillado frente a mí, soltando una que otra lágrima y con la carne al rojo vivo. Estaba devastado – Por favor, dime, estoy aquí.

— Yo... no sé qué estoy sintiendo.

— ¿Y vienes con tu ex novia porque quieres restregarme los sentimientos que tienes por otra chica? – pregunté algo burlona y enojada.

— ...

— ¿Qué sucede?

— No es una chica – Estaba intrigada, pero dubitativa. Al momento pensé que tal vez se trataría de una mujer mayor o incluso una ancianita, aunque otra parte de mí sabía ya a quién se refería.
Sin darme cuenta se había quedado un silencio incómodo que fue interrumpido por el movimiento de los arbustos plantados a lado del pórtico. Nos alertamos ambos asustados, cuando vimos que mi gato Chocomilk salió rápidamente maullando.

¡PATÁN! [BL] +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora