Pt. 3

914 82 33
                                    


Lisa seguía dolida por el regaño de su novia. Le creyó a Jennie y en verdad se sentía una inútil buena para nada.

- ¿Y si soy tan inútil que hasta Jennie me termina? - Se preguntó así misma - ¡No! Ella me ama y jamás me terminaría.

Justo cuando ella terminó de decir eso, llegó Jennie Kim, furiosa con la pobre Lalisa Manoban.

- Lisa ... ¿Hasta cuando vas a dejar de ser tan torpe? ¿Sabías que ya me tienes harta?

Ay no, ¿otra discusión?

- Amor, ¿ahora q-qué hice? - Preguntó, aún triste por la anterior discusión.

- ¡Es que no te das cuenta ni de lo que haces!

- ¡Pero si no hice nada! - Le reprochó Lalisa.

- ¡Exacto! No haces nada.

¿Qué habrá causado el enojo de la chica? La respuesta : Lisa no hizo comida para Jennie.
Así es, de ley, Lisa tenía que cocinar para Jennie. Pero tenía que ser algo que a ella le guste, de lo contrario, tiraba lo que Lisa le preparaba. Qué descaro.

- ¿Entonces por qué me regañas? No hice nada - Dijo ya con tristeza en sus palabras.

- Fíjate en la hora ¡Es demasiado tarde!

- ¿Y? - Preguntó Lisa, sin entender.

- ¡No has hecho mi comida! Son las 4:30 y se supone que mi comida debe estar lista a las 4:00.

- Ay, lo siento Jennie. Ahorita voy y te preparo algo - Dijo al ver que era cierto. Jennie debía estar hambrienta.

- Ya no hagas nada, estúpida. Ya preparé algo yo. - Le dijo la chica.

- Lo siento mucho, amor. - Le dijo en sollozo - Enserio lo siento demasiado.

- Yaaa cállate Lisa, no empieces a llorar. - Jennie se fué de ahí, dejando a Lisa sola.

Por otro lado, una chica más mayor que Jennie estaba detrás de la puerta, había escuchado todo.

- ¿Lisa? , ¿Estás ahí? - Preguntó.

- ¿Jisoo? - Preguntó Lisa, y sabía que iba a pasar. Por eso, se limpió las lágrimas que tenía en sus preciosos ojos.

- ¿Puedo pasar?

- Eh, sí claro. Pasa, Jisoo.

Jisoo abrió la puerta y se dirigió al rincón de la pared donde se encontraba tirada la otra chica.

- ¿Qué pasa Lisa? ¿Estuviste llorando? - Era más que obvio que sí.

- No, por supuesto que no. - Dijo ocultando su rostro entre sus manos.

- Vamos Lisa, dime qué pasa. Me preocupas.

Lisa se sonrojó ligeramente por lo que Jisoo había dicho.

- ¿Eh?

- Me preocupas Lisa, no me gusta verte llorar.

¿Enserio estaba diciendo eso? Pero ... Nadie se preocupa por Lisa, o al menos eso piensa ella.

- ¿Es por Jennie? - Soltó Jisoo.

¿Cómo lo sabía?

- No, claro que no. - Mintió.

- Vamos Lisa, no estés triste por eso.

- ¡Pero Jennie me habló muy feo! No me gustó para nada eso.

- Sí oí. No debió hacer eso.

- Jennie me ama, no sé por que hace eso últimamente.

¿Eso era verdad? No creo...

- Ay Lisa, eres demasiado ciega.

- ¿Eh? - Lisa no entendió lo que quería decir.

- Olvídalo.

Jisoo quería ver a Lisa siendo feliz.

- Oye Lisa , ¿quieres ir a comprar algo?

- ¿Como qué?

- No lo sé, ese gatito debe estar esperando a tener un nuevo dueño.

¿Gato? Sí. 1 semana antes, Lisa había pasado por una tienda de mascotas y vió un precioso gato blanco, gordito y peludito. Lisa lo quería, solo que la aguafiestas de su novia no permitía gatos en la casa.

- SISISISISI - Dijo Lisa emocionada - No, mejor no...

- ¿Y por qué no?

- Porque Jennie se enojaría mucho. - Dijo pensando en su novia.

- ¡Vamos Lisa! Yo hablaré con Jennie.

- ¿Enserio? - Se sorprendió.

- Claro, lo que importa es que tú estés feliz. - Le sonrió.

- Ehh gracias Jisoo. Voy por mi dinero.

- ¡Noo! Yo pago todo. - Le volvió a sonreír.

- ¿De verdad harías eso?

- ¡Claro Lisa! Así que solo levántate y vamos. - Le tendió la mano para ayudarla a levantarse.

- Gracias Jisoo, muchas gracias. - La chica tenía una enorme sonrisa en sus ojos.

Minutos después, Lisa y Jisoo salieron de la casa, en busca de ese gatito que tanto quería la chica menor.

Con lo que no contaban, es que alguien las había visto salir...

𝙱𝙻𝙰𝙲𝙺𝙼𝙰𝙸𝙻 | 𝙻𝚒𝚜𝚘𝚘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora