Pt. 26

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Pov. Lisa.

No he salido de mi habitación, y puedo escuchar como Jisoo entre llantos me suplica abrir la puerta.

Me duele mucho escucharla así, y pensar que todo es por mi culpa. Si tan solo lo hubiera hablado con ella, tendría una solución. Ya estoy harta de Jennie.

¿Y si le abro la puerta y le digo? Sí, eso haré.

Aún sigo llorando, pero no me importa si ella me ve así. Solo le diré y ya. Ella tomará las decisiones.

Me levanté y me acerqué a la puerta. Quité el seguro de la puerta y la abrí.

Ahí estaba Jisoo...

— Lis... — Interrumpieron las palabras de Jisoo.

— ¡Lisaaaaa! ¿Qué haces con Jisoo?

Ay no, Jennie llegó.

— Lisa, ¿qué haces con ella? ¿Y por qué estás llorando? — Preguntó la de mechones rubios.

— Eh...

— ¿Qué pasa, Lisa? ¿Por qué Jennie te habla así? — Preguntó Jisoo.

— Lo que pasa, es que Lisa no tiene permitido hablar contigo. Al menos no de ahora en adelante, ¿verdad, Lisa?

Me duele, me duele mucho.

— Ehh... Si, es verdad. — Respondí.

— ¿Qué? ¿Pero por qué?

— Jisoo, terminamos. — Dije. — Ahora amo a Jennie. — Quise irme a mi cama de nuevo, pero la mano de Jennie me detuvo.

— Eh, aún no te vayas, Lalisa. Bésame. — Pidió.

Jisoo se nos quedó viendo, esperando a que yo dijera o hiciera algo.

Me armé de valor, y la besé... Besé a Jennie.

— Vete a la mierda, Lalisa. — Dijo Jisoo, y dicho eso salió de el lugar.

No puede ser. Soy una maldita estúpida.

— Muy bien, Manoban. Te amo. — Besó mi frente y se fué.

Me encerré de nuevo en mi habitación y volví a llorar.

Pov. Jisoo.

— ¡Jisoo! — Me gritó Rosé.

Volteé y la ví.

— ¿Qué pasó? — Respondí de mala gana.

— ¿Que pasa? ¿Estás enojada? — Preguntó.

Si me preguntas, me enojaré más, Chaeyoung.

— No, no estoy enojada. — Sonreí.

Me largué a mi habitación y azoté la puerta con fuerza.

— No jodas, no jodas, no jodas. — Caminé por todo el lugar.

¿Por qué, Lisa? ¿Qué carajos hice mal? ¿Por qué me hiciste eso?

Yo te amaba de verdad, pero ya ví que solo eres una vil puta.

¡Agh! Eres una jodida perra.

No puedo, simplemente no puedo con el enojo y a la vez un poco de tristeza. Es que yo si la amaba de verdad, pero ella no.

Tomé mi celular y me metí a Instagram.

Apreté ese botón que dice "transmitir" y comencé el vivo.

— Hola, blinks.

Rápidamente la transmisión alcanzó los 350.000 espectadores, e iban aumentando rápidamente. Mejor para mí, para que todos sepan esto.

— Bueno, no tengo mucho que decir, y por favor, no pidan explicaciones.

Leía comentarios.

— Terminé con ella... Así es, terminé con Lalisa. Agradecería que no pregunten el motivo. No quiero recordarlo.

Las ganas de llorar se apoderaron de mi cuerpo, haciéndome imposible la tarea de hablar.

Mi garganta comenzó a doler.

— Lo siento por esos que nos apoyaban. Lo siento, de verdad.

Una lágrima rebelde se resbaló por mi rostro, pero rápidamente la limpié.

No quería pasar más penas, y finalicé la transmisión.

Un en vivo bastante corto. De menos de 5 minutos.

— Púdranse las dos.

Con la garganta bastante adolorida, me acosté para cerrar mis ojos e intentar dormir.

Lo único que pasaba por mente eran los recuerdos que tuve con Lalisa.

Recuerdos bonitos.

Otra lágrima se resbaló, y al instante me quedé dormida. No quiero saber nada más de nadie.

𝙱𝙻𝙰𝙲𝙺𝙼𝙰𝙸𝙻 | 𝙻𝚒𝚜𝚘𝚘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora