17.

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Taeyong miraba a Jinyoung sin despegarle el ojo, le había puesto Doraemon sin saber el por qué ya que se había quedado dormida en sus brazos mucho antes de llegar y con el carácter que se cargaba Taeyong tuvo que revisarle el pulso para asegurarse...

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Taeyong miraba a Jinyoung sin despegarle el ojo, le había puesto Doraemon sin saber el por qué ya que se había quedado dormida en sus brazos mucho antes de llegar y con el carácter que se cargaba Taeyong tuvo que revisarle el pulso para asegurarse que no se había muerto.

Era demasiado sobre protector, ahora lo sabía, mucho más que Taehyung cuando eran pequeños.

Miró los ojos de Jinyoung abrirse y como se los tallaba, la chica soltó un gruñido de dolor al respirar demasiado profundo, su cuello tenía marcas de manos y su cabello seguía manchado de sangre.

No era tan grave como cuando la encontró con Daesung, pero sí que le preocupaba que Jinyoung no tuviera nada roto.

Se acercó a ella y por fin abrió el botiquín de auxilios que había comprado en la farmacia para cuando ella despertara. Jinyoung lo miró y adivino que quería que se sentara para tratarla así que así lo hizo sintiendo un dolor en su estómago.

Taeyong sintió un cosquilleo en su estómago al tener contacto con la piel de Jinyoung, su rostro estaba cerca y eso lo ponía nervioso.

¿Cómo no? La única mujer con la que había convivido en sus 18 años de edad era su madre.

—No servirá de nada que te regañe, ¿cierto?—preguntó y una Jinyoung adormilada asintió. Taeyong chasqueó su lengua molesto, no, a decir verdad sólo estaba preocupado y la única molestia que sentía era hacía el mismo por no llegar antes.

—Sé lo que estas pensando, pero me las arregle perfecto sin ti—murmuró ella con su voz aún ronca.

—Claro y por eso te ves así tan saludable—Taeyong comentó sarcástico, ella sonrió y él solo negó sin creer que se lo tomara con humor.

—Ya te dije que el dolor no importa cuando se trata de ti—soltó y al parecer eso tomó por sorpresa al pelinegro.

Taeyong dejó de limpiar su frente y miró a Jinyoung directo a los ojos, ella estaba medio dormida y no entendía muy bien como es que eso había sonado y la verdad era que cualquier forma en que pudiera ser interpretado era a lo que se refería. Jinyoung quería tanto a Taeyong que el tener que recibir golpes era mejor que tener que ver cómo lo lastimaban. Ya no era gratitud por haberla salvado, ella de verdad podía sentir cariño por Taeyong y ya no le asustaba demostrarlo.

Él jamás le haría daño... ¿Verdad?

Taeyong sintió un nudo en la garganta y no fue capaz de mirarla ni un segundo más sin sentir asco de él mismo, soltó el algodón y dejó escapar el aire en sus pulmones.

"No de nuevo, no otra vez" se golpeaba la frente con su mano mientras sentía que se le iba el aire.

No podía sentir cariño por Jinyoung, no podía arriesgarse a quererla si podría perderla en cualquier instante, le había mentido con su nombre y parte de su pasado. ¿Qué haría él a cuando se enterara? Se decepcionaría, desconfiaría y lo odiaría.

𝗢𝗕𝗦𝗘𝗦𝗦𝗜𝗢𝗡 | L. TAEYONGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora