Capitulo 14

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18 se estaba cambiando y se probaba todo lo que había comprado para esta noche, no se decidía si llevar un vestido rojo con mangas o uno negro al cuerpo, también había comprado el mismo en blanco por si no le combinaba con algo.

Se decidió por el negro, era más elegante y resaltaba bien sus curvas sin mostrar nada "demás". Simplemente no lo necesitaba.

Se miró al espejo y se sintió genial


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Bien solo se retoco un poco la cara con un labial sutil rojo y se puso rimel en las dejas para alargarlas y marcarlas un poco más.

Ya estaba lista, Sak la esperaba a las 20:30 estaba con tiempo todavía.

Antes de irse se vio por última vez al espejo, si no se conociera diría que es una chica normal, sin ningún poder y sin ningún sentimiento feo por dentro. Pero no lo era...

Ella era androide 18, una máquina hecha para matar a Son Goku.

Pensó por un momento que estaba haciendo, y si mejor no iba? Comenzó a sentirse mal.

Pero algo la detuvo.

"No 18!! Ya no vas a dejar que arruinen tu vida!"

"Ya no hay nadie que te controle, y si Bulma lo hace...... NO! No lo hara!"

"Soy libre de hacerlo que quiera, tengo derecho a sentirme normal!!". Penso.

Y antes de que siguiera pensando salió volando hacia la casa de Sak o donde sea que sea la dirección que le había dado.

-----------------------------Llegando a la ciudad.-----------------

Al bajar mi ver qué había llegado bien tocó el timbre de un edificio.

-Diga?.- una voz del lado de parlante se escuchó.

-Vaya de una vez, ya estoy aquí.-

-Oh! 18 que gusto! Enseguida bajo!.-

Luego de un momento la puerta del ascensor se abrió mostrando a un Sak muy sexy vestido.

El al verla se quedó perplejo sin dejar de mirarla.

-Que tanto ves!?.- se molestó por su mirada.

-Justo cuando pensaba que no podías verte más hermosa me demuestras lo contrario.-

-Ya para con tus tonterías Sak.- dijo avergonzada. -Tu también te ves muy bien.- mirando hacia otro lado.

Sak acepto el cumplido ruborizado también.

-Bueno hermosa es hora de irnos.-

-Ok-

Caminaron hacia el boliche al llegar había cierta fila.

El verdadero amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora