Adore you

6. Masculino

PDV LOUIS.

UNA SEMANA DESPUÉS

- ¡Louis, ya llegué!- grita Marcus desde la entrada.
Salgo de la cocina con las manos manchadas de harina, sonriéndole.
Desde el último desencuentro que tuvimos, Marcus no había vuelto a venir borracho.
Cada vez que salía con sus amigos y compañeros me entraba un poco de miedo, pero siempre venía bien.
- ¿Qué haces?- dice mirándome extrañado, pero sonriendo, quitándose la chaqueta y dejándola encima del sillón.
- Una pizza- digo orgulloso.
- Mmm- dice frotándose las manos, acercándose a mí y dejando un beso en mis labios.
Sonrío, terminando de añadir todos los ingredientes y metiéndola en el horno.
- ¿Cuánto tiempo la has puesto?
- Unos quince minutos.
- Perfecto- responde cargándome en brazos, llevándonos hacia la habitación.
Río, y éste aprovecha para dejarme en la cama, empezando a sacarse a ropa.
- Mmm... ¿vas a hacerme un estriptis?- digo mirándole detalladamente.
- Puedo intentarlo- dice encogiéndose de hombros- aunque esas mierdas se me dan fatal.
Carcajeo, observando sus patosos movimientos.
Cuando intenta quitarse el pantalón de forma sexy lo único que consigue es escurrirse, haciéndome reír fuertemente.
- ¿Te estoy excitando?
- No, más bien me estás entreteniendo- digo bromeando, a lo que éste finge haberse ofendido, tumbándome en la cama y posicionándose encima de mí, llevando sus labios a mi cuello, repartiendo besos y pequeñas mordidas, mientras sus manos se pasean por mi torso, levantando mi camiseta.
Cierro los ojos, y noto cómo mi piel se eriza.
- ¿Y ahora?
Asiento repetidas veces, a lo que éste sonríe.
Me reincorporo un poco, sacando mi camiseta y tirándola lejos, volviendo a juntar su cuerpo con el mío, besándole apasionadamente.
Marcus mueve sus caderas en mi zona, haciéndome soltar un gemido.
Lleva sus labios a mis pezones, jugueteando con ellos.
- Marcus- gimo, volviendo a cerrar los ojos.
Éste lleva sus manos al cierre de mi pantalón, intentando bajarlos.
Le ayudo, dejándolos a los pies de la cama, quedando los dos con la ropa interior.
Busco con mis manos su trasero, apretándolo.
Nos da la vuelta rápidamente, quedando yo sentado en sus piernas.
- Cómo me pone verte así- dice agarrando mis nalgas, haciendo que pegase un saltito.
Marcus mordisquea el lóbulo de mi oreja, y yo tan solo me dedico a pasear mis manos por su torso.
Había echado de menos a este Marcus.
Justo cuando meto la mano dentro de sus calzoncillos, suena el pito del horno.
Marcus suspira molesto, a lo que yo hago un puchero.
- ¿Ves por qué no me gustan los preliminares?
Carcajeo, y cuando él va a apartarme de sus piernas le detengo, empujándole hacia el colchón.
- La pizza puede esperar- susurro, besando sus labios.

Pasados unos diez minutos más por fin nos decidimos a cenar, dejando la pizza en la mesilla del comedor y sentándonos en el sofá, viendo una película.
Entre risas y besos robados terminamos la cena, dejando los platos en el fregadero y volviendo al sofá.
- Becca me dijo que quería venir a comer este fin de semana- digo mientras me acurruco en su pecho.
- Genial, dile que mañana puede venir.
Sonrío ampliamente, levantándome del sofá y buscando mi móvil, llamándola.
- ¡Louiss!- exclama.
- ¿Sigue en pie lo de mañana?
- Sí claro, ¿a qué hora?
- ¿Te parece bien sobre las doce?
- ¡Sí! Pásame la dirección por WhatsApp.
Asiento, despidiéndome de ella.
Según cuelgo le paso la ubicación, a lo que ella responde con un "perfecto".
- Ya verás, te caerá super bien- digo volviendo al sofá con ella.
- No me cabe la menor duda- responde besando mi coronilla.
- También podría venir otro día Mark, cuando venga aquí- sugiero.
- También- responde sonriendo- y algún día puedo invitar a algunos amigos. Son algo tocapelotas, pero son majos.
Río, asintiendo.
Me encantaba estar así con él, sin tener que preocuparme en dónde estará y si estará bien. Como cuando nos conocimos.
- ¿En qué piensas?- pregunta, sacándome de mis pensamientos.
- En lo feliz que soy.
Éste gira despacio mi rostro, dejando un pequeño beso en mis labios.
- Te quiero- susurra.
- Y yo- respondo, dejando otro beso.