19. Te quiero, hermano

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PDV LOUIS.

Una vez termino mis clases me despido de mis compañeros, ya que estos dos días no había clase.
Los profesores no podíamos quejarnos.
- Amelie quiere conocer a Marcus. Podríamos quedar a comer el fin de semana- propone Thomas poniéndose el abrigo.
- No creo que sea buena idea- susurro- nos hemos separado.
- Oh, lo siento- dice éste palmeando mi hombro- ¿qué ha pasado? Si quieres contarme, claro.
- No funcionaba- digo sin entrar en detalles.
- ¿Seguís viviendo juntos?
Niego con la cabeza, abriendo el coche y dejando el maletín.
- Estoy con un amigo.
Éste asiente, finalizando el tema.
- Si necesitas cualquier cosa, llámame.
- Gracias, Thomas- digo sonriéndole.
- Descansa- dice alejándose hacia su coche.
Según entro pongo la música, feliz.
Ayer hablé con Becca, diciéndole todo lo sucedido.
Al principio se quedó un poco en shock, pero luego se alegró, ya que, según ella, lo importante era mi felicidad, y si Harry me hacía feliz, no había más que hablar.
Me faltaba contarle todo a Mark, pero hacerlo por teléfono iba a ser difícil, ya que además nunca se llevó bien con el ojiverde.
Pasados unos 20 minutos llego al piso de Harry, acomodándome y preparando algo de comida, ya que tanto él como Linn estaban "trabajando".
Estaba emocionado por ir a comprar los muebles para el dormitorio, ya que era como si estuviésemos construyendo nuestro hogar.
Esta mañana no pude concretar con él la hora, ya que me levanté antes que él.
Una vez termino los macarrones con salsa de pesto y bacon los dejo reposar, poniendo la mesa.
- ¡Ya estoy en casa mi amor!- grita Linn desde la entrada, haciendo que rodase los ojos, sonriendo.
Salgo de la cocina, divisando a éste.
- Huele de maravilla- dice colgando su chaqueta en el perchero de la entrada.
- ¿Y Harry?
- Estaba de camino. No está de buen humor- dice sentándose en la mesa, sirviéndose un poco de agua.
- ¿Ha pasado algo en el trabajo?- le pregunto sentándome a su lado.
Niega con la cabeza, destapando un poco la tapadera que tapada los macarrones.
- Lleva así desde que se ha levantado, a ver si consigues animarle- dice sonriendo pícaramente, haciendo que apartase la mirada, preocupado.
El ojiverde entra por la puerta sin mirar al frente, dejando su abrigo y llaves.
- Hola- saludo sonriente, acercándome hacia él.
Este sonríe triste, envolviendo sus brazos en mi cintura, abrazándome.
Frunzo el ceño, abrazando su nuca.
- Te he echado de menos- susurra en mi oído, separándose de mí.
Deja un beso en mis labios, el cual correspondo.
- Qué tiernos- dice Linn, a lo que río, separándome de Harry.
Busco su mirada, que se encuentra perdida.
- ¿Qué te ocurre?- susurro, captando su atención.
- Hoy hace tres años- murmura, jugueteando con el borde de mi camiseta.
- ¿Tres años de qué?
- De la muerte de Steph.
Me tenso, acariciando su nuca.
- Me he acordado esta mañana. Siempre he ido al cementerio, aunque duele mucho.
- ¿Quieres que vayamos?
- Tenemos que ir a por la cama y el armario- responde mostrando una pequeña sonrisa.
- Eso puede esperar- digo sonriéndole- además, sería la oportunidad para despedirme de él.
Éste sonríe mostrando nostalgia, asintiendo, besando mis labios.
Sonrío en mitad de éste, suspirando.
- Bueno, ¿comemos? Esto tiene que estar de muerte.
Harry se separa de mí molesto, y carcajeo, tirando de su mano hacia la mesa, sentándonos.
- ¿Vas a cocinar siempre comida tan buena?- pregunta Linn sirviéndose una generosa cantidad de macarrones.
- Lo intentaré al menos- digo encogiéndome de hombros.
- ¿No tendrás una hermana gemela?
Río fuerte, negando.
Éste frunce los labios, empezando a comer.
Harry le mira extrañado, sirviéndose también.
- Madre mía, voy a tener un orgasmo- dice Linn con la boca llena.
- Cállate ya- refunfuña Harry, haciendo sonreír.
No iba a aburrirme.

***

Cuando terminamos de comer descansamos un poco.
Bueno, Linn tuvo que volver al piso donde trabajan, ya que tenía un encargo, y Harry y yo nos echamos un rato en la cama, aunque descansamos poco, ya que estuvimos todo el rato hablando.
Una vez nos arreglamos nos encaminamos hacia el coche del ojiverde, dirigiéndonos hacia el cementerio, que se encontraba cerca de la casa de sus padres.
- ¿Tus padres siguen viviendo en la misma casa?
Asiente.
- Podrías pasarte a saludar.
- Mejor que no- dice serio.
- Me gustaría verlos algún día.
- Cuando mi padre no esté en casa si quieres vamos a visitar a mi madre. De seguro se alegra de verte- dice echándome un vistazo, sonriendo.
Asiento, dándome por vencido.
El resto del trayecto no hablamos mucho.
Yo me dedico a mirar por la ventana, y Harry tararea las canciones que suenan en la radio.
Una vez llegamos aparcamos el coche, entrando en el recinto.
Harry está triste, puedo notarlo en su mirada, pero no quiero hacerle notar que me daba pena.
El ojiverde se para enfrente de una tumba, la que deduzco que era de Steph.

STEPHEN GREY SMITH, 1993- 2020

Trago saliva, observando la fecha, la cual eriza mi piel. Un periodo de vida injusto.
- Hola, hermano- dice Harry apartando las hojas secas de la lápida- te he traído una sorpresa- dice sonriendo- de seguro te encantará tenerle aquí.
Una lágrima cae por mi mejilla, y agarro la mano de Harry, apretándola fuerte.
- Siempre me decía que eras lo mejor que pudo pasarle a mi vida- dice sin despegar la mirada de la lápida.
Sonrío, lamiendo mi labio inferior, conteniendo todas las lágrimas que querían salir, aunque de seguro terminarían saliendo igualmente.
- Era una gran persona.
- Era el mejor- dice con la voz rasgada.
Le miro, y puedo ver que estaba llorando.
Mi corazón se parte, y me coloco enfrente de él, abrazándole.
Éste llora en mi oído, sin controlarse, y eso produce más lágrimas en mí.
- No sabes cuánto le echo de menos.
- Sé lo importante que era para ti- susurro, besando su clavícula.
Nos separamos, y seco las lágrimas de su rostro.
Éste suspira, mirando de nuevo la tumba de Steph.
-Prometo no volver a tardar tanto en venir a verte, hermano- dice agachándose, besando su mano y acercándola hacia el nombre de éste.
- Te quiero- susurra, levantándose.
Una vez terminamos salimos del cementerio, y mi teléfono vibra.
MAMÁ
Ruedo los ojos, descolgando.
- Louis- dice alterada, haciendo que frunciese el ceño- tu padre ha sufrido un accidente. Estamos en el hospital.
- ¿Cómo?- digo elevando la voz, llamando la atención de Harry.
- Ven rápido, están operándole de urgencias, en la sala 2.
- Voy para allá- digo colgando.
- ¿Qué pasa?- pregunta aun con los ojos llorosos.
- Mi padre está en el hospital.
- Te llevo- dice cogiendo mi mano.
Nos dirigimos rápido hacia el coche, saliendo de allí.

PDV HARRY.

Una vez llegamos preguntamos en la recepción, mandándonos a la primera planta, ya que le habían trasladado después de la operación.
Louis divisa a su madre y se acerca a ella, abrazándola
- ¿Qué ha ocurrido?
- Le han atracado. Y tu padre no ha querido darles el dinero así que le han clavado un cuchillo cerca del estómago- dice llorando.
Me mantengo algo alejado, ya que no quería saludarla.
Ni siquiera podía escuchar su voz.
Ésta levanta la cabeza, encontrándose con mi mirada.
Louis se gira, mirándome, haciendo un movimiento con la cabeza para que me acercara.
- Harry- susurra, pasándose un pañuelo por la nariz.
No digo nada, tan solo la miro.
- Me ha traído- dice Louis.
Ésta asiente, volviendo a mirar a su hijo.
- ¿Y Marcus?- le pregunta- estará de camino. No creo que le agrade verte con él.
Levanto una ceja, conteniéndome.
- No es asunto tuyo- le dice éste serio- que esté aquí, contigo, no quiere decir que estemos bien. Estoy aquí por papá.
- ¡Louis!- exclama una voz a nuestras espaldas.
Éste se gira, y su rostro se blanquea.
Era él.
La madre de Louis se aleja, dejando privacidad, sorprendiéndome su aptitud.
Marcus abraza a al ojiazul, pero éste se queda estático, y yo tan solo quiero matarlo.
- Vamos fuera- dice separándose de él.
Louis niega, separándose más.
- Deberías irte- intervengo, a lo que éste me mira, frunciendo el ceño.
- Tú- susurra- eres el famoso Harry.
- En otras circunstancias hubiese dicho "encantado de conocerte", pero no es el caso.
- ¿Me has cambiado por un camello? Vaya, Louis, me sorprendes- dice sonriendo cínicamente.
- Mejor camello que drogadicto maltratador- escupo.
Éste me mira mal, dando un paso hacia mí, pero Louis le detiene.
- No montes un escándalo. Aquí no.
- Quiero hablar contigo. Fuera, en privado.
El ojiazul me mira, y yo tan solo niego con la cabeza.
- Es importante, Louis- insiste.
- Está bien- responde, sabiendo que su respuesta no me había sentado nada bien.
Marcus sonríe, dirigiéndose hacia la calle.
- No tardaré- dice disculpándose con la mirada.
Asiento, sentándome en la zona de la sala de espera.
La madre de Louis se acerca hacia mí, sentándome a mi lado.
- ¿Qué haces con él?- susurra mirando al frente.
- Arreglar lo que tú rompiste- escupo enfadado, mirándola.
Ésta me devuelve la mirada, vidriosa por toda aquella situación.
- Lo hice por él.
Río, negando con la cabeza, sonriendo.
- Lo hiciste por ti, como todo lo que haces. Si te preocupara algo tu hijo sabrías que no es feliz con él.
- Por supuesto que lo es, y tú no vas a estropearlo- dice enfadada, frunciendo el ceño- Marcus es todo lo que Louis necesitaba en su vida.
Me muerdo la lengua, furioso, y opto por quedarme callado, ya que no era mi responsabilidad contarle todo.
- Ojalá consigas que Louis confíe en ti como lo hace en mí, de verdad- digo más calmado, observando el enfado en su rostro, y me levanto, dejándola ahí sola.
Necesitaba irme de allí.

Adore youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora