23. Salvado

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PDV LOUIS.

Ayer cuando Marcus llegó con la denuncia interpuesta, se metió directamente en el cuarto, ya que mañana tenía un caso importante.
Dormí en el sofá, ya que me negaba a compartir espacio con él, cosa que no le agradó, pero lo dejó estar.
Ahora mismo me encontraba leyendo. Era una de las pocas cosas que conseguían hacerme desconectar de todo.
Miro el reloj, las 12 de la mañana. Demasiado pronto para estar aburrido Louis.
Suspiro, cerrando el libro y yendo hacia el cuarto, sacando el teléfono que me dio Harry.
Verle ayer me dio fuerzas para seguir adelante, para saber que, aunque ahora nada mereciese la pena, cuando todo esto terminase me esperaba toda una vida junto a él. Y eso era más que suficiente.
Muerdo mi labio por dentro, decidiendo si le llamaba o no.
Posiblemente en estos momentos estaba ocupado, o buscando trabajo.
"Hola"
Decido mandarle un mensaje, a la espera de su respuesta.
H: "Buenos días <3"
Sonrío automáticamente, tecleando.
"Te echo de menos"
H: "Seguro que no tanto como yo"
Muerdo todo mi labio inferior, suspirando.
"¿Cuándo volveré a verte?"
H: "Lo antes posible, te lo prometo"
La cerradura de la puerta suena, y escondo el teléfono rápidamente, saliendo hacia el salón.
- ¿Qué haces ahí parado?- dice Marcus mientras cierra, quitándose la chaqueta.
- Estaba recostado en la cama, no te esperaba tan pronto.
- Hemos perdido el caso- dice serio, quitándose también la corbata.
Jódete.
Me dirijo hacia el sofá, pero su brazo me detiene, acercándome hacia él.
Intento apartarme, pero me coge con las dos manos, haciéndome daño.
- Vas a entretenerme un poco- susurra en mis labios, besándolos.
Me aparto, haciendo que sus labios se dirigiesen a mi cuello, el cual muerde y chupa.
Frunzo el ceño, intentando apartarme.
- No me toques- digo molesto, pero este hace caso omiso, siguiendo.
Saco toda la fuerza de mi interior, empujándole fuerte.
Me meto corriendo en la cocina y cojo un cuchillo, apuntándole.
- Oh, Louis- carcajea- ¿en serio? No le harías daño ni a una mosca.
- Una mosca me importa mucho más que tú, créeme.
Da un paso hacia mí, y le rodeo, saliendo al salón de nuevo.
- Estás empeorando las cosas- sisea, acercándose lentamente.
Llevo el cuchillo a mi cuello, dejando la punta ahí clavada, sin profundizar.
- ¿Qué narices haces?- dice frenando- deja de hacer el idiota.
- Te juro que como me pongas un dedo encima me lo clavo. Me da igual, Marcus- digo haciendo un poco de fuerza, notando la punta traspasar mi piel.
Éste se pasa la mano por la barbilla, frustrado.
Marcus no me quiere, pero sé que jamás dejaría que muriese.
Curioso, ¿verdad? Prácticamente me mata cuando me da palizas, pero luego, a su vez, quiere mantenerme a su lado "sano y salvo."
- Puedes pegarme, romperme la nariz, o las costillas, pero no voy a permitir que me violes. No otra vez.
Éste me mira furioso, pero se rinde, dando un paso atrás.
- Está bien, no te tocaré más.
Le miro desconfiado, sin apartar el cuchillo.
- Te lo prometo, Louis.
- Tus palabras ya no valen nada.
- Éstas sí.
Lo aparto lentamente, dejándolo en la mesa.
- Esto se termina aquí- susurra, metiéndose en el baño.
Suspiro, aliviado, con lágrimas en los ojos.
Escucho cómo el agua de la ducha suena, y me meto en el cuarto, cerrando la puerta con el pestillo.
Saco el teléfono y veo que tengo 4 mensajes de Harry.
H: "¿Louis?"
H: "¿¿Pasa algo??"
H: "Louis, por favor, responde, me estoy poniendo nervioso"
H: "¿Está contigo? Dime algo por favor"
Decido llamarle, marcando su número.
- Louis, ¿estás bien?- dice preocupado.
- Sí- susurro en bajito- es que justo había llegado Marcus.
- ¿Te ha hecho algo?
- No, no le he dejado.
Harry murmura algo que no consigo entender.
- ¿Iba a pegarte?
- No... quería forzarme.
- ¡Joder, Louis!- exclama, enfadado- me pides que no haga nada mientras ese tío te está arruinando la vida.
- No va a volver a forzarme.
- ¿Cómo sabes eso?
Oigo la puerta del baño abrirse, y me pongo nervioso.
- Harry, tengo que colgar, hablamos en otro momento- digo finalizando la llamada, metiendo el teléfono debajo del colchón.
Salgo de la habitación, divisando a Marcus con una toalla envuelta en sus caderas.
- Voy a salir con unos compañeros, llegaré tarde- dice metiéndose en el cuarto, cerrando la puerta.
Ruedo los ojos, sentándome en el sofá con el libro, suspirando.

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