27. Nosotros

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Becca va como en la foto de la multimedia.

PDV LOUIS.

- ¿Linn vendrá a comer?- digo mientras me meto en el cuarto con la toalla envuelta en mis caderas.
- Sí, dijo que sobre las dos llegaría- responde mientras sigue tecleando en el ordenador.
Mi ojo estaba mucho mejor. Estaba menos hinchado, aunque todavía morado.
La verdad que en general me sentía bien. Los dolores habían disminuido mucho, sentía más bien molestia, y por lo demás no podía estar mejor. Mi vida ahora era maravillosa. Tenía a mis padres, a Becca, la cual se preocupaba cada minuto por mí, a Thomas, que también me llamaba cada día, y bueno, Mark siempre estuvo, excepto en este tema, ya que preferí no meterle en esto. y finalmente Harry, que, literalmente, ha sido mi salvación.
Observo al ojiverde, concentrado con el portátil, sin saber qué hacía.
Retiro la toalla de mi cuerpo, quedando únicamente con los calzoncillos.
Me acerco lentamente, posicionándome detrás de él, abrazándole.
- ¿Qué haces?- susurro.
- Buscando pisos- responde concentrado, ojeando varias páginas.
- Primero necesitamos dinero- digo riendo.
- Me dijo ayer Thomas que habló con el director, y que en cuanto pueda te comunicaría la vuelta al instituto, y yo tengo dinero ahorrado.
Me posiciono delante de él, sentándome en sus muslos.
Éste me mira, elevando una ceja.
Apoya la espalda en la silla y las manos en mis muslos, acariciándolos.
- No vas a rendirte, ¿verdad- dice sonriendo.
Niego con la cabeza, llevando mis manos hacia el borde de su camisa, desabrochándola lentamente.
Éste ríe, ayudándome y quitándosela, lanzándola hacia la cama.
Acaricio los tatuajes de su pecho, lamiendo mi boca. Le quedaban tan bien...
Harry acerca su rostro al mío, uniendo nuestros labios.
Enredo mis dedos en su pelo, profundizándolo.
Lo bueno es que Harry también se encontraba con el bóxer, facilitando el trabajo.
Llevo mi mano derecha hacia su entrepierna, masajeándola.
Éste jadea en mi boca, levantándose de la silla, conmigo encima.
Enredo mis piernas en su cintura, sin romper en beso.
Caemos en la cama, con Harry encima de mí, el cual baja sus labios hacia mi cuello, repartiendo besos por toda la zona.
Cierro los ojos, guiando mis manos hacia su trasero, apretándolo.
El ojiverde desciende más, deteniéndose en el gran moretón de mi cadera.
Lo acaricia lentamente, observándolo, y reparte pequeños besos en él, haciéndome sonreír.
- Sigues siendo bonito- susurra, mirándome.
Mi corazón late descontrolado, y me reincorporo, apoyando la espalda en el cabecero de la cama.
Harry gatea hacia mí, besando de nuevo mis labios.
Mientras nos besamos me pongo a su altura, empujándole despacio, sentándome de nuevo en sus piernas.
El beso se vuelve más intenso, y el ojiverde lleva la mano hacia el inicio de mis calzoncillos, bajándolos un poco, mostrando mi erección.
Me reincorporo un poco, quitándomelos.
Harry masajea mi miembro, haciendo que soltara un par de gemidos.
Separo mis labios de los suyos, respirando agitadamente, y éste aprovecha para retirar su bóxer, quedando los dos desnudos.
Harry rebusca entre su cajón, sacando un preservativo.
- ¿Quién ha dicho que vayamos a tener sexo?- digo serio, ocultando una sonrisa.
Éste se queda estático, sin emitir palabra, y suelto una carcajada, atrayéndole de nuevo a mis labios, besándole.
Éste se relaja, sonriendo en mitad de éste, tumbándome, sin romper el beso, y posicionándose encima de mí.
Harry pasea sus manos por todo mi cuerpo, haciéndome sentir deseado.
Le necesitaba ya.
- Harry- gimo, indicándole que ya estaba listo.
Éste se reincorpora un poco, rompiendo el plástico del condón, poniéndoselo.
Chupa sus dedos, guiándolos a mi entrada, la cual masajea.
Doy un respingo, excitado.
Éste introduce un dedo con facilidad, metiéndolo y sacándolo.
A los pocos segundos introduce otro, preparando mi entrada.
- Ya, Harry- digo ansioso.
Éste asiente, sacándolos y acercando su pene hacia mi entrada, metiéndolo despacio.
Cierro los ojos, abriendo la boca, la cual se encontraba seca.
El ojiverde masajea mi erección, entrando un poco más.
Se queda quieto, echándose hacia delante y besando mis labios.
Empieza a moverse despacio, con un vaivén placentero.
Mis manos recorren su ancha espalda, apretando de vez en cuando su costado, haciéndole jadear.
Harry sigue meciéndose al mismo ritmo, y quería que aumentase la velocidad, pero sabía que no me haría caso.
- De-Déjame ponerme encima, por favor- jadeo.
Éste asiente, saliendo de mí y apoyando su espalda en el cabecero de la mano, tirando de mí hacia sus muslos.
Cojo su pene y lo vuelvo a guiar a mi entrada, introduciéndolo.
Harry gime, llevando sus manos a mis caderas.
Empiezo a moverme despacio, pero dura poco, ya que mi cuerpo aumenta las embestidas, agarrándome a los hombros del ojiverde.
- Louis- gime, cerrando los ojos.
Lleva su mano hacia mi miembro, estimulándolo.
Profundizo las embestidas, jadeante, con la boca seca, como de costumbre.
Harry abraza mi cuerpo, mordiendo delicadamente mi hombro, mientras introduzco su miembro en mí sin control.
Masturbo mi pene rápido, ya que en poco me vendría.
- Ha-Harry.
Noto gotas pre-seminales salir de mi pene, el cual estimulo al máximo, corriéndome.
Gimo fuerte, sin dejar de moverme, ya que Harry no tardaría en venirse también.
- Louis- susurra, echando la cabeza hacia atrás.
Cinco embestidas más le sirven para correrse completamente, soltando un jadeo.
Caigo en su pecho, mezclando nuestras agitadas respiraciones.
Harry seca mi frente, dejando un beso ahí.
- Gracias- susurro, sacando su pene de mi interior.
- ¿Por qué?- pregunta todavía sofocado.
- Por recordarme lo bonito que es hacer el amor.
El ojiverde sonríe ampliamente, cogiendo mi cara con sus dos manos, dándome un beso.
- Bonito y excitante- dice guiñándome un ojo.
Ruedo los ojos, sonriendo.
Me levanto de sus piernas, sentándome a su lado.
- Tengo que volver a ducharme- digo levantándome de la cama.
- Me apunto- dice Harry imitando mi acción.
- ¿Todavía quieres más?- pregunto mirándole sonriente.
- Siempre quiero más de ti- ronronea abrazando mi cintura.
Niego con la cabeza, cogiendo su mano y dirigiéndonos hacia el baño.

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