Entrar a un hotel y lo primero que vez es alguien guapo y escuchar la palabra "Estoy a su servicio" tentador ¿verdad?
↳ ¿Alguna vez has soñado que tu familia muere? Pues sí, aquel sueño que tuvo Wang Yibo se hizo realidad... La muerte de su familia...
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Liu sostenía a Xiao Zhan, el cual su rostro tenía rasguños y una cortada grande en su cachete, su cabeza sangraba al igual que sus labios, tenía heridas de cuchillo en sus brazos, pero no estaba peor como el otro tipo.
—Señor Xiao, debe calmarse, no nos lo queremos llevar también a usted—dice un policía.
—Llevenselo... Llevense a ese tipo y me tranquilizare.. —responde Xiao Zhan.
El policía ordena a su compañero a que se lo lleven, una vez que lo subieron a la camioneta, encendieron el motor y se fueron de ahí. Liu soltó a Xiao Zhan, una enfermera se acercó a Liu.
—Señor, por favor suba, usted también necesita ir al hospital—pide la enfermera.
—Estoy bien gracias... Iré después, llevense a la señorita por favor—pide Liu con una sonrisa. —Ziyi, ve con ella.—
—S-Sí.. Liu.. Zhan, cuídense por favor.. —Ziyi se sube a la ambulancia.
Ziyi había visto a Xi Ge por lo cual hizo que también subiera. Ziyi y Xi Ge se fueron en aquella ambulancia con Xuan Lu. Xiao Zhan golpeaba un muro.
—Basta Xiao Zhan... Te vas a lastimar—dice Liu mirando triste a su amigo.
—Si ella pierde a su bebé... ¿Qué haremos?—responde Xiao Zhan entre dientes.
—Hai Kuan—la voz de Zhou llega a ambos jóvenes, que se voltean al mismo tiempo.
—¡Z-Zhou Cheng!—exclama Liu sorprendido.
Los ojos de Zhou estaban llorosos, Liu lo miró triste y lo tomó de las manos, para acercarlo a él.
—No te preocupes... No es grave—sonríe a su amado.
—¿No es grave? Tienes enterrado en tu hombro un cuchillo—regaña Zhou. —Vamos al hospital...—
—Sí... Vamos... —sonríe —Te espero en el auto Zhan.—
Liu Hai Kuan y Wang Zhou Cheng se fueron al auto, por otro lado, Yibo y Xiao se miraban fijamente sin decirse nada. Yibo suspiró y hablo.
—Vamos... Tú también debes ir.. —dice Yibo tomando su mano.
—Me odio... —
—¿Por qué?—cuestiona Yibo.
—No pude matar a ese tipo que estaba golpeando a Xuan Lu... —responde Xiao Zhan
—Me alegra que no lo hayas matado—aquella oración llama la atención de Xiao Zhan. —No me gustaría que tu fueras un asesino, tu no eres igual a ellos, no te rebajes a su nivel de querer matar, eres el futuro de estos ciudadanos Zhan...—
—¿Estuvo bien entonces? No lo mate pero... Pero si le di golpes.. —dice Xiao Zhan con sus ojos llorosos.
—Mn, lo hiciste muy bien... Gracias Xiao Zhan, por haber protegido a Xuan Lu por mí.. —sonríe.
