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☁️Prólogo.☁️

Imagine Dragons- Demons.

El cielo, aquel que siempre ilumina el mundo entero, aquel que tiene pequeñas y grandes nubes de diferentes formas que se desvanecen con el viento a medida que la tierra va rotando poco a poco... Es tan pacífico, y tan hermoso a la vez. Cuando te sientes mal, o estás triste sólo basta con respirar el aire del ambiente, mirar hacia el cielo, y cerrar tus ojos, imaginar un mundo y un universo diferente y ya te sientes bien, te sientes en casa.

Las nubes, aquellas formas blancas y muy parecidas al algodón que se forman en el cielo, son tan hermosas, y suelen ser como los momentos que vivimos día a día, ya sean malos, o buenos, terminan, todo termina, pero aún así, quedan guardados en lo profundo de nuestra mente y corazones, quedan sepultados, pero a la vez presentes, como aquellos momentos importantes que nos enseñaron algo, no importa si bueno, o malo.

La vida suele ser como una montaña rusa, tiene momentos malos, pero también buenos, es una especie de balanza que nos acompaña a lo largo de nuestra existencia. Pero de todos, siempre nos queda algo que recordar, algo que extrañar, o algo que evitar.

Muchos dicen que es imposible encontrar a alguien en la vida con mucho parecido a ti, pero no en el sentido físico, sino en el mental, en emocional. Se supone que cada uno de nosotros es único, y ninguno tiene una réplica o un clon, pero entonces, ¿cómo es posible lograr entenderse con alguien, a tal punto en el que en todo, absolutamente en todo, son iguales?

La vida, es demasiado corta para pensar tanto en hacer algo o no. Todos tenemos sueños, metas, incluso esperanzas que ansiamos que se cumplan, y jamás abandonamos esa idea, eso que para el mundo es tan pequeño pero para nosotros lo es todo. Nunca he oído o visto que al morir alguien pueda llevarse algo a la tumba o a donde sea que vayamos cuando morimos, cuando nos convertimos en polvo y a lo largo del tiempo quedamos enterrados en el olvido.

Todos tenemos algún secreto que jamás hemos revelado, y sólo el cielo sabe, ese que se vuelve nuestro amigo cuando es de noche y tienes frío, al que le pides que te ayude y que no te deje solo y que sólo él, es testigo de tus demonios...

Yo también tengo uno.

Ahora, dime. ¿Cuál es el tuyo?