Clouds Of Love © [✔]

☁️Capítulo 2.☁️

Imagine Dragons— Burn out.

El Viñedo.

Hailey.

En nuestra familia había pasado de generación en generación el negocio familiar, y al ser mi padre el mayor de los hijos de mi abuelo, le otorgaron el viñedo. Cultivamos las mejores uvas y nuestros vinos y reservas son únicas, y de la mejor calidad. El heredero, iba a ser Helena, mi hermana mayor, pero no quiso hacerse cargo, así que pasará a manos de mi hermano cuando papá ya no pueda manejarlo.

Papá bajó del auto seguido del castaño y yo saqué mis maletas del auto, se sentía bien volver a éste lugar, lo extrañaba, su olor y frescura tan peculiar me fascina. Dejé las maletas en el suelo y miré hacia arriba, el cielo estaba poblado de nubes, se veía tan hermoso y tranquilo que olvidé todo por un segundo.

—¡Hailey! —la voz de papá me sacó de mis pensamientos.

—¡Ya voy! —grité de vuelta mientras tomaba mis cosas.

Éste lugar le pertenecía a mi abuelo, mi padre, al heredarlo, deseó que creciéramos aquí, pero mamá no estaba de acuerdo, así que sólo veníamos los fines de semana o en el verano, varias veces Brent y Kyra vinieron conmigo, pero luego de que mi hermano y yo nos distanciáramos, luego del divorcio y todo lo sucedido, las cosas dieron un giro muy grande.

Cada paso que me acercaba a la puerta de la gran casa, me traía muchos recuerdos, todos se disparaban a mi mente como una ametralladora, algunos eran felices, otros, tal vez no tanto, pero siempre estuvimos juntos en todo, lástima que las cosas tuvieran que cambiar repentinamente. Cuando entré a la casa, papá estaba sacando las compras y guardándolas en la alacena, me dio una sonrisa cansada y me senté en el taburete de la cocina.

—¿Quieres comer ya o prefieres más tarde? —preguntó papá con amabilidad.

Abrí la boca para responder pero cierta persona irrumpió en la cocina.

—Papá, tengo que salir a resolver unos asuntos, volveré tarde, no me esperes para cenar —avisó colocándose una chaqueta y preparado para salir, se dio la vuelta y justo cuando abrió la puerta para irse, papá lo llamó.

—¿No olvidas algo? —preguntó más en reproche que en pregunta. Inclinó la cabeza señalándome y le hice una seña restándole importancia, pero el hombre insistió.

El chico ladeó la cabeza cómo si lo pensara y su rostro se iluminó.

—Oh, cierto —colocó una mano en su frente —. Mis llaves, gracias papá.

Las tomó de la mesita al lado de la puerta y salió disparado como alma que lleva el diablo.

—¡Harold! —gritó el hombre.

—Olvídalo, papá —lo miré con cariño —. Sabes que no lo hará.

—¿Es mucho pedir que se lleven bien? —Preguntó con aire triste mientras terminaba de guardar todo—. Ustedes no eran así, Helena era la menos unida a ustedes, tú y Harold eran inseparables, ¿acaso no pueden volver a eso? —Me miró con tristeza.

Verlo así me partió el corazón en mil pedazos, sabía lo mucho que nuestra tóxica relación afectaba a nuestros padres, pero no era algo que pudiéramos controlar. Se salía de nuestras manos.

—Enserio lo siento mucho, papá —confesé conteniendo las ganas de llorar.

—No te preocupes, lo entiendo —se acercó a mí y me abrazó con fuerza depositando un beso en mi cabello —Anda, sube a tu habitación a desempacar. Todo está como lo dejaste la última vez.