Clouds Of Love © [✔]

☁️Capítulo 31.☁️

Mala Suerte.

Helena había vuelto a su hogar con Luke luego de esperar a Harold una semana entera en la que no apareció por la propiedad Derrick. Contactaron a Ed pero éste estaba igual de desconcertado que sus hermanos, y su padre... Bueno. Tampoco podemos decir que Harold es su favorito.

Nathan y Hailey habían ido al cine, ajenos a la situación. Últimamente, ambos estaban muy sumidos en su relación sin percatarse de nada más que ellos mismos a su alrededor.

Helena había decidido volver ya que su trabajo no iba a esperar, pero prometió volver para llevárselo. Ellos dos habían hecho un trato y ella no iba a permitir que esa pequeña chispa de valentía y ganas de hacer las cosas bien, se fueran por el caño. 

Ed comenzaba a preocuparse, sabía que la última vez que había visto a su amigo su actitud no era nada normal.

«Debí prestar más atención», pensó. «¿Y si se fue con Steve o Westin?».

Mientras que Ed era un manojo de pensamientos intentando encontrar alguna cosa que lo condujera a Harold, Hailey llegaba a casa de su salida al cine con Nathan. Estaba cansada.

Subió directamente a su habitación y se tumbó en la cama boca abajo, sus párpados poco a poco comenzaron a ceder ante el cansancio que tenía, hasta que finalmente, se quedó dormida.

A mediados de la tarde, despertó. Salió de su habitación y vio la puerta de la habitación de Harold abierta.

Arrugó las cejas y se acercó. Con los tres dedos principales de su mano, empujó poco a poco la puerta hasta que pudo asomar la cabeza y vio a un Ed revisando entre la ropa de Harold.

—¿Qué haces aquí? —Hailey estaba desconcertada.

Ed se dió la vuelta y suspiró, sentándose en la cama.

—Harold está desaparecido desde hace una semana y al parecer, soy el único que ha notado su ausencia —respondió con aire tosco.

Hailey enarcó una ceja.

—Espero que seas consciente de que él es un adulto de diecinueve años y no un niño de ocho.

Ed la miró mal y ella se cruzó de brazos.

—Podrá tener treinta, Hailey. Aún así me preocupo por él porque no está bien.

La chica rodó los ojos y tomó el pomo de la puerta dispuesta a irse.

—Él siempre hace éstas cosas —Hailey negó con la cabeza como si le decepcionara—. Recuerda que somos hermanos, yo también suelo desaparecer cuándo siento que todo me sale mal.

Ed adquirió una expresión seria.

—La diferencia entre tú y él es que tú haces las cosas confiada de que serás capaz. Él no, él no está bien y a ti simplemente no te importa porque ya lograste salir del hueco.

Hailey tragó saliva y se sintió ofendida por aquellas palabras. Miró a Ed interrogante y confundida, nunca en todos los años que tenían conociéndose él le había hablado de una manera tan tajante como en ese momento.

Ella no sabía qué decir y Ed se adelantó:

—Termina de irte y sé feliz con tu vida, déjame ayudar a mi amigo y no te entrometas si es para fastidiar.

☁️

Nathan.

Harriet me había secuestrado durante todo el día siguiente al cine con Hailey. Me encontraba sentado en su despacho frente a él revisando hoja por hoja y en mi cabeza todo eran números y nombres. Solté un suspiro lleno de aburrimiento y él levantó la mirada por encima de sus gafas, enarcando una ceja.