☁️Capítulo 18.☁️

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Brother —Kodaline.

Nunca Estarás Solo.

Hailey.

De niños siempre creemos y pensamos que el mundo es un lugar desconocido pero precioso, solemos pensar que todo siempre será bueno y nunca saldremos lastimados. Una de las cosas que más se venden son las mentiras; en películas, en palabras, en libros...

Realmente no es un lugar del todo malo, pero tampoco es completamente bueno. No nos percatamos de que nos crean una burbuja para que nuestra inocencia se mantenga intacta hasta el momento de crecer y afrontar verdades que nunca creímos posibles en algún momento de nuestra niñez.

Harold y yo creíamos que de grandes podríamos ser personas cómo los de las películas; invencibles. Cuándo la realidad es que con la primera pequeña cosa mala se nos rompe el corazón y nuestra estabilidad mental queda hecha añicos de un segundo a otro, porque eso somos los adolescentes; somos el reflejo de lo inexperto, de la esperanza, de la felicidad temporal, de los problemas, de lo alegre, del dolor, y de muchas otras cosas porque somos un lienzo en blanco que está comenzando a trazar pequeñas líneas para crear una pintura fantástica.

Somos el experimento de la vida para ser felices. Nosotros nos creemos invencibles, sentimos que al echarnos hacia atrás al no tomar una decisión que pueda hacernos salir del mundo real estamos perdiendo tiempo y momentos importantes, y en realidad creo que es así.

Sólo nosotros podemos tocar la verdadera alegría que nos hincha el corazón y que al recordar nuestra adolescencia es cómo un mundo de colores que estalla en nuestras mentes, porque hay diversidad de sentimientos, experiencias, sensaciones y pensamientos.

Me gustaría decir que no me gusta ésta edad, pero la verdad es que sí, siempre me gustará. Es nuestra edad de oro, es el momento que de verdad vale la pena vivir, no hemos dejado de ser niños pero tampoco llegamos a ser adultos y la verdadera razón por la que tomamos cualquier decisión con total confianza y tranquilidad es porque siempre sabemos que habrá alguien que no permitirá que caigamos de lleno en el barro, siempre habrá alguien que no permita que nos rindamos y que nos saque de problemas: un adulto.

Mi hermano y yo abrimos una brecha justo en la edad equivocada, en la edad en dónde más debíamos estar juntos y apoyarnos el uno al otro.

«Te tengo, hermano».

«No importa que suceda, yo siempre extenderé mi mano para que tú puedas tomarla y levantarte».

Estaba en casa de papá, había conducido el auto de mamá hasta allá por un ridículo impulso gracias a intentar auto motivarme, porque no podía sentirme bien sin que pudiera hacer sentir bien a Harold. No sabía si era dependencia emocional, mental o psicológica, pero no me importaba tampoco. Sólo me importaba cuidarlo y hacerlo sentir bien en todo momento, mantenerlo cuerdo en éste mundo lleno de caos.

Mamá había ido a casa de una tía y me había dejado el coche porque le dije que iría con Kyra a comprar unas prendas de ropa, pero enseguida giré en la dirección contraria al centro y llegué a la casa Derrick.

Una gran casa de tres plantas, con piscina, un viñedo, establos, muchas habitaciones y una sala de estar digna de admirar. Cualquiera podría desvivirse por un lugar así, vivir tranquilo y respirar aire fresco cada día.

Nosotros no.

Pero, ¿qué más podía pedirle a una familia así? Mi propia madre había engañado a mi padre con mi tío, y luego de discutir dicho tío tuvo un accidente que le costó la vida. Un hermano drogadicto, una hermana con complejo de desapego hacia todo en la vida, una madre que actúa siempre cómo si todo estuviera bien, un padre impulsivo y frustrado por demasiados sucesos en la vida y yo... Una persona inestable que cada vez que algo malo le sucede quiere acabar con su vida porque dice que ya no puede más, pero cuándo se calma quiere creer que puede contra todo en el mundo.

Clouds Of Love © [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora