☁️Capítulo 37.☁️

16 7 0
                                    

I Choose— Alessia Cara.

Último Intento.

Hailey.


—Te odio —repetí con una sonrisa imborrable en el rostro.

Pasé las manos por el borde de la caja, observando con fascinación los tulipanes dentro de ella, era un ramo entero y justo en el medio, tenía una tarjeta con forma de nube que decía «¿Quieres crear nuestro propio cielo?». Pero no sólo era eso lo que aprisionaba mi pecho de alegría, sino el anillo con la minúscula nube en dónde debería ir alguna piedra, sí había piedra, pero con forma de nube.

—Tomaré ese «te odio» cómo un «te quiero» —rió.

Tragué grueso y giré mi cabeza para mirarlo. «Hazlo».

—Mejor tómalo como un «te amo», Stole.

La sonrisa en el rostro de Nathan se desvaneció por un momento, mirándome fijamente.

—Te elijo —agregué, decidida a confesarle lo que tanto tiempo había estado pensando—. Te elijo a ti, Stole.

Me deslicé hasta estar cerca de él y tomándole las mejillas con mis manos lo besé. Nathan se mantuvo quieto por unos segundos, probablemente procesando todo lo que acababa de decirle y luego me tomó del cuello con delicadeza para continuar el beso.

Sentir sus labios suaves contra los míos, debatiéndose entre sí sobre quién tenía el control, era tocar el cielo con mis propias manos.

No me hacía falta un cohete o un avión para ir a él, porque con tan sólo mirarlo a los ojos ya descubría que su mirada era mi mar y mi cielo. Sus ojos, su sonrisa y su voz eran mi maravilla más grande. Estaba enamorada de Nathan, definitivamente lo estaba.

Separándose un poco de mí, miró mis labios y sonrió.

—Repite eso que dijiste, Derrick —dijo con voz ronca, pegando su frente a la mía.

—¿Que te elijo? —pregunté.

—No, cielo —sonrió aún más—. El como quieres que tome tus «te odio».

—Te amo, Nathan Stole —admití en voz alta. Era la primera vez que lo hacía—. Te amo con cada célula de mi cuerpo, con cada latido de mi corazón y con cada respiración. Te amo aún más de lo que amo las nubes porque ya no necesito mirarlas para sentir calma —Nathan tenía los ojos brillosos—. Tú eres mi calma, eres esa paz que aplaca mi tormenta y al mismo tiempo la desata —solté un jadeo—. Amo tu mirada, amo tu sonrisa, amo tu alma —me temblaban las manos—. Te amo más que cualquier cosa que he amado en toda mi existencia —besé la comisura de sus labios con lentitud—. Eres mi cielo; infinito, lleno de maravillas, pacífico, tormentoso, hermoso... Te amo.

Nathan rió en silencio, relamiéndose los labios y evadiéndome la mirada a propósito.

—De acuerdo —tomó aire y asintió varias veces—. Derrick, carajo, dame un segundo para procesar todo lo que acaba de salir de tu boca.

Se pasó las manos por el pelo, desordenándolo sin importarle en absoluto y volvió a mirarme. Sonrió lentamente y se abalanzó hacia mí, besándome con fuerza, un beso cargado de muchas emociones indescriptibles en ese preciso momento.

—¿Y? —enarqué una ceja, ansiosa por escuchar las palabras saliendo de su boca.

—Te amo, Derrick.

Sonrió de lado. Se encogió de hombros y me tomó las mejillas.

—Te amo con toda mi alma, de la manera más dulce, alocada, audaz e inesperada que pueda existir —sonrió—. Eres todo aquello que nunca esperé pero que siempre quise.

Clouds Of Love © [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora