All I Want— Kodaline.
Un año y medio después.
La tarde estaba fría, el viento acariciaba suavemente la piel de los ciudadanos y el cementerio se encontraba más solitario de lo que solía serlo. Nathan, el chico de ojos azules y jeans negros (que aún solía utilizar) tenía un cigarrillo en sus labios, a punto de encenderlo. Una botella de vino «Clouds Of Love» era rodeada por la mano que tenía el encendedor y la destapó luego de inhalar el humo del cigarrillo.
Tenía sabor a fresas.
Se dejó caer frente a la tumba de la primera chica que amó, la primera persona por la cuál perdió la cabeza una y mil veces, el único ser humano capaz de meterse incluso, en sus huesos. Se relamió los labios antes de mirar hacia el frente y ver su nombre tallado en la lápida.
—Hola —intentó sonreír pero terminó soltando un bufido, pensando que se oía muy absurdo llegar así y decir eso—, he traído ésto —levantó la botella y la caja de cigarrillos, ambos con sabor a fresas.
»Sé que no he venido en dos meses, cielo —miró el cigarrillo en sus manos y dió otra calada—. Realmente ni siquiera estoy seguro de que puedas escucharme pero da igual —asintió—. ¿Qué diablos me hiciste, Hailey Derrick? —sollozó, de repente—. La verdad es que me gustaría saberlo porque aún no puedo dejar de olvidar tu voz, tus besos, tu esencia —se llevó la botella a los labios—. Quiero creer que estoy bien con el empleo que tengo y lo que estoy estudiando pero no puedo, Derrick. Siento que no avanzo un carajo porque sigues rondándome en la mente creyendo que realmente vivía cuando estabas tú —negó con la cabeza.
»Harold aún no te supera, dudo que lo haga. Tus padres siguen culpándose por todo, tus amigos te siguen extrañando y yo... —las manos del chico temblaban—. Yo sigo sin poder superarte, sin poder mirar a alguien más de la misma forma que te miraba a ti.
Miró hacia arriba, el clima estaba nublado y eso le causó que su garganta se cerrara.
Nathan se limpió la nariz con el dorso de la mano y sonrió.
»Te traje éstas —elevó el ramo de tulipanes púrpuras—. Sé que las amabas y sé que no estás aquí para verlas y olerlas y decirme «No puede ser, Stole» —rió—. ¿Sabes? Te extraño como no imaginas, aún recuerdo la primera vez que te vi, tenías esa sonrisa tan genuina en tu rostro capaz de derrumbar ciudades enteras con su magnífica manera de resplandecer, lucías preciosa con ese vestido y tu cabello suelto danzando con el aire. Desde ese momento supe que eras el amor de mi vida, Derrick —negó con la cabeza—. Sé que teníamos una muy corta edad, pero algunos tenemos la dicha de conocer jóvenes a nuestros amores y tú eras el mío, aún lo eres. Cada día escucho «Demons», sólo para poder recordarte en la letra y el ritmo —las lágrimas resbalaban por sus mejillas—. Me dijiste una vez que los ojos eran las puertas al alma y que no sabían mentir, y tenías toda la razón, cariño, no saben mentir.
»¿Recuerdas cuando me preguntaste si tu ausencia en el mundo dolería? Te contestaré la pregunta: duele, duele demasiado —aclaró, soltando un sollozo—. Dios, sabía que serías un problema desde la primera vez que me hablaste, pero me habría encantado seguir amándote más, despertar cada día a tu lado y decirte que te amo hasta que te canses de oírlo, que me encantas y que sin ti aún respiro, como y camino, pero no vivo. Sin ti las cosas no son iguales, sé que me hiciste prometer que cada vez que fuera a la playa, te recordara.
»Que mirara al cielo e imaginara que sólo estamos tú y yo, que me recostaran en la arena y escuchara el sonido de las olas romperse, y que cada vez que viera una nube con forma de cualquier cosa, serías tú regalándome una nube de amor. Sólo en ese momento es cuando siento que estás conmigo —lloró—. Te amo, y siempre será así —asintió.
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Clouds Of Love © [✔]
Novela Juvenil[COMPLETADA] Los Derrick ocultaban secretos, pero no tantos como la más pequeña de la familia, quién lidiaba constantemente con demonios del pasado que la atormentaban en una danza obscura con la muerte. Todo comienza con la llegada de su padre en e...