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Es increíble la forma en la que puedes tener el cielo en tus manos, el universo a tu lado, y los planetas frente a tus ojos y luego no tengas nada. Absolutamente nada.

Es increíble la forma en la que puedes ser completamente feliz y luego un cuerpo en vida con el alma podrida.

Es increíble la forma en la que puedes amar de una manera impresionante y luego, sólo eres otra creación abstracta con mal opinión de la vida.

Y por último, es increíble la manera en la que las cosas llegan y luego se van, jamás llega algo difícil y se va de la misma forma, al final, la salida es la más rápida y la más sencilla. Y duele, puedo jurar que duele. Es el tipo de dolor que no te hace llorar al instante porque te ha golpeado de una forma extraña, una forma que al momento de suceder sólo te arde, sólo sientes un vacío, pero con el paso del tiempo, la herida comienza a curarse y para poder desinfectarla, necesitas limpiarla con un químico que quema hasta lo más profundo de ti, pero justo ahora, no hay tiempo ni químico que pueda curar el gran vacío que siento. 

Jamás había logrado comprender qué siente una persona muerta en vida. Muchas veces me burlé de aquel término porque no tenía sentido para mí. ¿Cómo era posible aquello? Era algo absurdo(En aquel entonces). Me parecía algo incoherente que una persona pudiera estar muerta, mientras podía respirar, mientras podía comer, mientras podía caminar, pero luego, comprendí que el término «Muerto en vida» es mucho más que eso. Es un martirio seguir en un lugar en dónde no quieres estar, hablar con personas sobre temas que para ellos suelen ser importantes pero en tu mente sólo se oyen ecos de aquellos recuerdos que son, con el tiempo, filosos vidrios que te atraviesan el alma. Sentí en carne y hueso, qué era el dolor, qué era sufrir y qué era, desear con todas tus fuerzas, acabar con todo y simplemente, desaparecer... Morir.

Cuando tenía unos ocho años, pensaba que siempre sería alguien fuerte, alguien inmortal. Siempre tuve aquella fantasía de que nada ni nadie podría lastimarme pero me equivoqué rotundamente, porque me preparé para soportar el dolor físico, no el mental, no el emocional. Ese fue mi mayor error.

A pesar de todo, no pienso que para ser feliz necesitas a alguien a tu lado, es verdad, puede hacer lo que resta de tu vida sea divertida, emocionante e incluso espontánea, pero también puedes lograr ser feliz sólo contigo y los seres más queridos.

Yo antes vivía, ahora, ya no estoy muy segura de ello.

Pero, necesito preguntar...

¿Y tú, vives o disimulas? 

Clouds Of Love © [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora