☁️Capítulo 29.☁️

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When I Look You —Miley Cyrus.

Entre Límites.

5 horas después.


Hailey no se había movido de la silla en todo el tiempo que tenían en el hospital. No hablaba. No miraba otra cosa que no fueran sus manos.

Harold estaba a su lado con los codos apoyados en las rodillas y no paraba de mover la pierna con nerviosismo.

Habían llegado al hospital en menos de lo que canta un gallo y enseguida encontraron la forma de que lo atendieran pero hasta ahora nadie había dicho nada sobre Nathan. No se había acercado ningún doctor preguntando por los familiares del chico ni mucho menos una enfermera.

Harold había decidido llamar a Melania nada más, no pensaba llamar a sus padres o a Helena por los momentos. Se levantó de la silla y se alejó lo suficiente de Hailey para que no oyera la conversación.

—¿Qué estás diciéndome? —Melania estaba alterada—. Harold, dime ahora mismo dónde están. Necesito ver a mi hijo.

Harold se refregó el rostro con una mano y con la otra sostuvo firmemente el móvil.

—Te mandaré la ubicación. No le digas nada a mi familia, sólo estamos Hailey y yo —le pidió.

—Está bien.

Harold colgó y le envió la dirección a Melania. Ella decidió no asistir a la boda esa noche porque se había ofrecido para encargarse de todo el trabajo de Harriet junto con los Finnick. ¿Cómo alguien iba a saber que la noche terminaría así?

El chico suspiró y volvió a tomar asiento junto a su hermana.

—¿Tienes hambre? —Le preguntó con voz suave.

Silencio.

—¿Tienes sed o algo? —Intentó nuevamente.

Silencio.

—Hailey.

Silencio.

—Pequeña, mírame —tomó su mano.

Silencio.

—Él va a estar bien.

Hailey lo miró. Tenía los ojos llenos de lágrimas pero ninguna de ellas corría por sus mejillas, le dedicó una mirada sarcástica y bufó.

—Melania viene para acá.

—Ahora mismo no me importa nada que no sea él, ¿entiendes? —Por fin habló, su voz se oía apagada y rasposa—. No tengo hambre, no tengo sed, no quiero otra cosa que no sea verlo sano y salvo.

—Y lo vas a ver, pero tienes que pensar positivo y confiar en que él va a lograrlo.

—¿Aún no terminas de entender que tenemos la desgracia en nuestro ADN? —Zanjó, ahora sí lloraba—. Estábamos bien hace unas horas y ahora mismo Nathan se está debatiendo entre la vida y la muerte y peor aún, ni siquiera sabemos por qué o qué carajos fue lo que sucedió.

—No sabemos si es así, estás alterada y debes calmarte.

Hailey lo miró resentida.

—Y hablo muy enserio, Hailey.

—No puedo quedarme aquí sentada así —murmuró antes de levantarse y caminar hacia la recepcionista.

La mujer de cabello rojizo la observó de arriba a abajo.

—¿Podría decirme el estado de Nathan Stole? —Preguntó Hailey con lentitud—. Lo ingresaron hace más de tres horas y nadie nos ha dicho nada.

Clouds Of Love © [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora