☁️Capítulo 41 |FINAL• PART 2|☁️

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HoobastankThe Reason.

Vacío.

Nathan.

No grité ni siquiera, me quedé en shock. La última imagen que tuve de ella fue verla llorar frente a mí diciendo que me amaba. Ya no está.

Saltó.

De verdad saltó y yo no puedo parar de llorar cómo un niño asustado. La amaba y aún así me abandonó, me dejó solo sabiendo todo lo que pude hacer por ella, lo que había hecho y lo que estaba dispuesto a hacer. Cada centímetro de mí le pertenecía en todos los sentidos, y prefirió dejarme solo. Prefirió elegir la salida ella sola sin importar a quién dejaba atrás. Estaba solo, sentí el vacío llenarme el pecho, inundar mis sentidos y parpadeé una y otra vez en un intento estúpido de hacer que la escena anterior se repitiera y yo pudiera llegar hasta ella a tiempo. Pero había saltado.

Hailey había saltado.

No me atreví a levantarme del suelo, me sentí débil. Tragué saliva un par de veces, no tengo el valor de levantarme y ver hacia abajo. No lo tengo en absoluto.

Mi teléfono sonó sin parar en mi bolsillo y lo saqué, descolgando la llamada sin mirar la pantalla.

—¿Nathan? —escuchaba la voz de Helena lejana. Muy lejana—. ¿Nathan? Oye, deben volver, Harold ha despertado y...

Sentí como mi corazón bombeó sangre con fuerza y las manos me temblaron. Mi confusión y tristeza acababan de ser reemplazadas por ira recorriéndome el cuerpo.

«Hailey acaba de darle fin a su vida sólo porque lo creyó muerto».

«Yo mismo voy a matarlo».

Cerré mis ojos con fuerza y grité con todo lo que mi garganta me permitió. Sentí un dolor en el pecho que me quemaba por dentro, la quería conmigo, quería abrazarla y besarla hasta que el mundo se acabara. Mi cuerpo tembló y apreté en un puño la medallita que le había dado y el anillo, me quedé en el suelo alrededor de una hora, aceptando todo lo que acababa de suceder y no podía creérmelo, simplemente no podía. 

Ella no volvería.

Bajé corriendo del techo del edificio pero las piernas me fallaron a medio camino y sólo podía avanzar mientras cogía aire por la boca con fuerza, mi cabeza dió vueltas y lloré como nunca antes en toda mi vida había llorado. Ni siquiera cuándo mi padre murió sentí un vacío tan horrible como en éstos momentos.

Para cuándo llegué a la entrada del edificio abandonado, ví como la ambulancia y la policía habían hecho un círculo y las personas observaban la escena asombrados. «No quiero que la miren, no quiero que la detallen. Nadie merece observarla, ni siquiera yo».

Apretaba los dos objetos en mis manos.

—Me pediste que te bajara el maldito cielo, Derrick —murmuré contra el vidrio de la puerta por el que observaba todo—. ¿Acaso no fue suficiente incentivo para entender que entendería de ti hasta las metáforas, niña?

Nada volverá a ser igual en mi vida, sé que será así. Sé que a partir de ahora viviré con un hueco en mi corazón que nadie podrá llenar. Sólo ella tenía el poder de derrumbar mis muros con una mera mirada y ya sus ojos no volverán a mirarme, no volveré a verlos brillar como solían hacerlo porque ella había dejado de existir. Su cuerpo era sólo una masa más en el mundo.

Me armé de valor y salí de ahí con el rostro cubierto de lágrimas. Un policía me vió salir y se acercó a mí, junto con un paramédico que me tomó el pulso enseguida. Era el único que había salido del edificio.

Clouds Of Love © [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora