☁️Capítulo 36.☁️

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Strawberries And Cigarettes— Troye Sivan.

"Las Fresas Y Los Cigarrillos Siempre Saben A Ti".


Mientras los minutos transcurrían, Nathan observaba a Hailey desde un punto lejano en la colina. Veía como la chica que amaba con todo su corazón se rompía poco a poco mientras lloraba hasta que de un momento a otro paró de llorar y se levantó, sentándose. Ahí se quedó por un largo rato observando las nubes con admiración pura en su mirada.

El chico pensó que tal vez si iba muy enserio eso de que amaba las nubes, pero a decir verdad, todo lo que tenía que ver con ella era muy enserio.

Nathan esperó a que ella volviera a la casa para avanzar hasta el punto dónde estaba y comenzar a cavar, llenándose las manos de tierra húmeda y fría tan sólo para coger la botella de vino especialmente y únicamente preparado para ella.

Un vino hecho de fresas.

Nathan sonrió al recordarlo, los archivos que había entrado a buscar eran los papeles para lanzar el nuevo vino, a eso se debía aquel almuerzo con los Finnick, su madre y Harriet. La idea había sido de él.

Recordó el rostro de su madre cuando le comentó sobre lo que quería hacer y sonrió aún más.

«Clouds Of Love» era el nombre oficial de esa línea.

«Sentirás que tocas las nubes hechas de amor al probar ese vino».

Harriet casi que enloquece cuando le comentó la idea, no podía explicarse como rayos iban a sacar un vino hecho de fresas. Era ridículo porque iba en contra de todo lo que Harriet había hecho durante años.

La canción favorita de Hailey era "Strawberries and Cigarettes" de Troye Sivan, lo sabía porque la había escuchado cantarla una que otra vez. Ya que con "Demons" de Imagine Dragons no quería hacer nada que le causara nostalgia, decidió recurrir a su idea de darle vida completamente a la frase de: «Las fresas y los cigarrillos siempre saben a ti», sólo bastaba un cigarrillo para recordarla enseguida.

Porque para Nathan, Hailey sí sabía cómo las fresas... Dulce y al mismo tiempo ácida, esa mezcla perfecta de sensaciones y sabores que nunca podrían aburrirte pero que siempre pueden sorprenderte... Hailey sí sabía cómo los cigarrillos, ese sabor amargo al final pero placentero cuando el humo entra a tu boca, desestresante cuando sientes que entra en tu cuerpo...

Él sólo quería hacerla sentir bien.

No hacerla feliz, él quería ayudarla a que ella misma pudiera ser feliz por sí sola. Nathan no quería que su felicidad dependiera de él porque si algún día él llegara a faltar sería devastador ya que nunca más encontraría esa sensación... Quería que ella descubriera cuán era capaz de sonreír sin falta de nadie a su lado, que descubriera cuán magnífica podía ser. Él quería que ella aprendiera cuán capaz era de hacer y ser.

El chico de ojos azules colocó el vino en el hueco que había creado y lo cubrió hasta la mitad, justo en dónde acababa el nombre de la botella. Ató el cordón azul del cuello de la botella y bajó, alargando el ovillo hasta que llegó a la casa y subió las escaleras, dejó el cordón acabado en la puerta de Hailey y tocó tres veces.

Rápidamente, bajó las escaleras y volvió a casa.

☁️

La hija pequeña de Harriet Derrick abrió la puerta con desconfianza, temiendo encontrarse a su padre del otro lado de la puerta. Pero para su sorpresa, no era él. De hecho, no era nadie.

Miró hacia ambos lados del pasillo pero no había nadie rondando por ahí. Arrugó las cejas y colocándose el cabello detrás de la oreja, miró hacia abajo, encontrándose con el cordón de color azul. Dicho cordón tenía nubes de papel pequeñas pegadas en él.

Clouds Of Love © [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora