Capítulo Diecisiete

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La luz era fulgente y abrumadora, sus pensamientos estaban distorsionados con las últimas imágenes que recordaba de antes de perder el conocimiento y su visión trataba de acostumbrarse a la luz

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La luz era fulgente y abrumadora, sus pensamientos estaban distorsionados con las últimas imágenes que recordaba de antes de perder el conocimiento y su visión trataba de acostumbrarse a la luz. Sus parpados se sentían pesados al tratar de abrirlos. Pero era extraño, la manera tan inusual en la que no parecía sentir emoción alguna; como si estuviera completamente vació. Pero, incluso así, cada extremidad de su cuerpo dolía y aquella era la razón por la cual trataba de abrir sus ojos y entender que sucedió con él.

Finalmente, SeokJin abrió los ojos y mantuvo su mirada en el techo de madera; su mente todavía sin empezar a trabajar correctamente. Él movió la cabeza despacio y miro la lámpara de gas que brillaba intensamente sobre la mesita de noche, al lado de la cama donde se encontraba recostado.

Durante bastante tiempo SeokJin soló contemplo la lámpara, y después de empezar a recuperar su estado mental, observó las toallas manchadas con sangre en un contenedor y las vendas limpias junto a una botella de alcohol en otro envase. Él lamió sus labios secos y agrietados, llevando una mano a su frente donde parecía tener una comprensa fría. Entonces, su mente pareció por fin trabajar correctamente y a ella llegaron los innumerables recuerdos de lo que sucedió, causando un nudo indescriptible en su garganta y un dolor abrumador en su pecho que casi lo sofocaba.

—Dónde... ¿Dónde estoy...? —Se preguntó a sí mismo mientras traba de ponerse de pie.

Un jadeo salió de su boca cuando movió su cuerpo bruscamente y percibió el dolor en su espalda. Sus ojos se nublaron y un sollozo roto subió por su garganta al sentirse desorientado, atormentado y agobiado. Las lágrimas volvieron a deslizarse por sus mejillas cuando cada vez más los recuerdos parecían volverse más claros en su mente y algo muy importante parecía estar roto en su pecho.

SeokJin aguanto el dolor y trato de ponerse de pie, sabiendo que necesitaba salir de donde sea que estaba. Él tan solo logró llegar a la puerta cuando esta se abrió súbitamente y se encontró con la mirada asombrada de otro hombre.

SeokJin lo miro aturdido, sin entender quién era esta persona y donde estaba; lo único que lo consolaba era olfatear que este extraño era un omega.

Repentinamente, él hombre frente a él sonrió de manera gentil y dijo: —Ah... estoy tan feliz de que despertaras...

El extraño omega cruzo por su lado con normalidad, llevando una bandeja con lo que parecía ser una taza de caldo recién hecho en ella. SeokJin lo observó sin saber cómo reaccionar o entender que sucedía por lo irreal que se sentía todo para él en ese momento.

—Y-Yo...

—Por tu bienestar, es mejor que vuelvas a la cama y comas. Estás muy débil, necesitas comer y recuperarte bien si deseas que tu cachorro este bien.

SeokJin se paralizo en su lugar y se dio la vuelta lentamente para ver al omega.

—Quién... ¿Quién eres tú?

Diferentes Ideales |NamJin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora