Capítulo Veintiséis

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Advertencia: contenido +18

(Igual sé que nos le importa aaah)





Con el sonido de las gotas de lluvia chocando contra la madera y el suelo, en esa cabaña que era iluminada únicamente por las cálidas llamas en la chimenea, dos cuerpos se tambalearon juntos hasta caer sobre el mullido colchón en la esquina.

SeokJin se olvidó de la existencia de todo a su alrededor cuando los brazos fuertes de NamJoon se enroscaron en su cintura y lo sostuvo contra su cuerpo. El beso húmedo y prolongado parecía ser una batalla campal entre sus labios y lenguas.

—NamJoon... NamJoon...

Inconscientemente, SeokJin no podía evitar pronunciar este nombre cada vez que tenía la oportunidad de abrir los labios y hablar; necesitando comprobar que NamJoon estaba realmente a su lado, besándolo y llevándolo al borde de la locura, y que no era solo un sueño pasajero.

El susodicho mordía sus labios y besaba cada espacio de su rostro repetidamente, como si también necesitara asegurarse de que no estaba soñando. La respiración de NamJoon estaba agitada y su voz era ronca cuando sostuvo el rostro de SeokJin entre sus manos y murmuró en voz baja: —Estoy aquí... mírame a los ojos... mírame, quiero verte, cariño.

Los ojos de SeokJin eran brillantes cuando miro al otro hombre. Él realmente estaba ofuscado con unos pocos besos acalorados, y sabía que estaba perdido desde el momento en que ambos cayeron en la cama.

La sangre que hervía en sus cuerpos no se apagaría hasta que consumaran su ardiente pasión esta noche. Y después de mirarse por unos cortos segundos para comprobar que esto no era otro sueño, ambos se sonrieron mutuamente. Y con esta sonrisa otro beso dio comienzo, largo y profundo, como una caída al abismo sin fin.

NamJoon conocía este cuerpo suave y tembloroso debajo de él, incluso si los años pasaron y hubo pequeños cambios, él todavía podía rememorar cada parte significativa como un artista con su escultura más preciada. Él lamio y chupó los labios hinchados y húmedos del omega, y después beso su barbilla con dureza; sus instintos de depredador guiándolo lentamente al punto débil de su presa. Y cuando estuvo allí, en ese cuello blanquecino y libre de marcas, sus ojos brillaron con más fogosidad, chupando y mordiendo hasta dejar marcas rojizas en toda esa piel inmaculada.

SeokJin respiró hondo y contuvo un jadeo ante la ferocidad con la que estaba siendo atacado. Sus manos no pudieron quedarse quietas e inmediatamente se dirigieron a los botones de la camisa blanca del alfa. Pero con sus dedos temblorosos y la poca iluminación no pudo desabrochar los botones correctamente. Y sintiéndose irritado, maldijo en voz baja, y con un jalón rompió los botones de la camisa. Todo su ser destilaba impaciencia con esta acción.

NamJoon alzó el rostro y se rió ligeramente. Mirándolo a la cara preguntó en broma: —¿Uh? ¿Por qué tan impaciente? No me iré a ninguna parte...

Las orejas de SeokJin enrojecieron de inmediato, pero afortunadamente NamJoon no notaría esto por la poca luz. Sin embargo, viendo que el hombre podía detenerse y sacar un lado bromista, él bufo y mascullo: —¿A quién llamas impaciente? ¿Quién está mordiendo a quién?...

NamJoon rió por lo bajo y se agachó para volver a besarlo. No fue un beso como los anteriores, pero aun así la cabeza de SeokJin dio un par de vueltas antes de volver a aterrizar en la realidad, cuando el hombre se apartó y se quitó la camisa que él había roto minutos atrás.

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⏰ Última actualización: Nov 23, 2020 ⏰

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