Una Oportunidad Para mi

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Narrado en tercera persona

Jungkook y Taehyung llegaron al lugar pero el destino tenía planes para ellos, entraron a la heladería y un rubio conocido para ellos los atendió.

—Bienvenidos, que van a pedir aqui tienen la carta —Él muy amable los entregó.

Pero se dio cuenta de quien se trataba, el siguió con su trabajo los clientes también lo reconocieron.

—Miren pero si es Min Yoongi, te he dicho que eres muy amable — Jungkook sonrió sarcástico.

El rubio solo se quedó parado esperando para tomar su orden.

Taehyung vio a Yoongi pero este evito su mirada. El castaño no quería que su novio hiciera algo fuera de lugar.

—Bien, yo pediré unos panqueques y un batido de fresa, dos tortas de chocolate, un café y gelatina... Amor ¿Que ordenaras?—Taehyung lo miró confundido.

—¡Que! Tengo mucha hambre—Esta fue una situación incomoda más para el rubio porque él debía comportarse si quería conservar su trabajo.

—Solo un helado de menta porfavor—Dijo y el rubio solo se fue.

Yoongi fue a entregar la orden a su compañera de trabajo.

—¿Estas bien? Tu rostro parece como si hubieras visto un fantasma.

—Claro, iré atender a los demás clientes.

Sonó la campana y el fue por las órdenes. Colocó en una fuente los postres para llevarlo a la mesa.

—Disculpa pero ya no quiero panqueques ¿podría cambiarlos?.

—Jungkook— regañó el castaño.

—¡Que!— le respondió a su novio y miro a Yoongi.

—Ya no las quiero—habló serio.

—Pagará por todo eso, ¿Que desea ordenar?

—Por qué lo haría si ya no las quiero—la situación iba a terminar mal.

—Debió comunicar para que su orden sea anulada—El rubio trataba de controlarse.

—Te dije que no las quiero— Él solo tiro todo al piso provocando que todos en la tienda prestaran atención a la escena.

Yoongi tomo a Jungkook de la camisa y con su puño dio en la cara. El capitán deportivo hizo lo mismo, nadie quería ceder las personas y Taehyung les pedían que paren.

—¡Basta maldita sea!— el castaño empujó a ambos.

—Eres un maldito idiota Jungkook, vamonos de aquí — Taehyung empujaba con mucha furia a su novio del lugar.

Yoongi se puso a limpiar su desastre e ignoraba el hecho de que su pómulo estaba rojo aparte de que su nariz sangraba un poco.

—Min ve por el kit médico y tu Lydia por favor evita que se muera después hablaré con él — la dueña del lugar apareció para calmar las cosas.

—Estoy bien no es.... —Pero fue interrumpido por su jefa.

—Solo ve con ella — El resignado solo se marchó.

Su compañera de trabajo limpio un poco el pómulo de Yoongi, este solo hizo un gesto de dolor.

—Obtendrás el récord de ser despedido en menos de 2 horas —ella no ayudaba mucho a la situación.

—Gracias me haces sentir mejor —habló con sarcasmo.

—Solo digo que podrías haber evitado eso, a los idiotas solo se los ignora—ella puso la bandita en el pómulo.

El amor tiene sabor A café y menta (Yoontae) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora