>Ramiro<
Desperté de la cirugía y ya me encontraba en un cuarto junto a Evan, todavía me costaba distinguir un poco algunas cosas y más con la luz tan tenue de la habitación.
—Mi amor, por fin, despertaste —dijo mi madre con una sonrisa y un poco adormilada, supuse que estuvo esperando por horas.
Mi compañero tenía un tubo saliendo de su boca, en ese momento solo sentía que algo había salido mal.
—¿Cómo te sientes?, ¿Tienes dolor?
— Ahorita no me duele nada —me sentía aún muy anestesiado hasta para hablar—, pero solo falta que se pase la anestesia y diré lo contrario.
Entró un grupo de doctores con muchos papeles, todos ellos directo a Evan, y por sus rostros no parecían buenas noticias.
—Tuvimos complicaciones con las que no contábamos durante la cirugía —Se dirigían a su madre, la cual se veía preocupada, pero no dijo nada, no hizo preguntas.
—¿Qué?, ¿Qué sucedió? —dije con pocas fuerzas y ella solo me miró como regresando a la tierra.
—Sí, ¿Qué sucedió con mi hijo?
—Uno de sus pulmones se llenó de líquido, el medicamento que utilizamos para anestesiarlo tuvo una contradicción con el medicamento que mantenía sus pulmones estables y eso fue lo que lo provocó.
—¿Está bien? —preguntó un poco más viva, no entendía cómo es que estaba tan tranquila.
—Sí, sucedió después de terminar la cirugía, por lo que tuvimos que drenar la presión —Levantó su bata para dejar a la vista un pequeño parche que cubría una buena parte de sus costillas.
—¿Cuándo va a despertar?
—Aún no lo sabemos, ya que tuvimos que colocarle un sedante más fuerte por el posible dolor que sentiría.
Su madre siguió haciendo más preguntas y mi mamá intentaba hacer una conversación.
—¿Qué pasa con él? —Elevó las cejas mientras señalaba sutilmente al ojos extraños de mi compañero.
—¿No oíste lo que dijeron los doctores?, Su pulmón estaba a nada de colapsar y...
—Yo no estoy hablando de eso, ¿Qué sientes por él? —Señaló mi corazón con su dedo índice y la observé un poco confundido.
—Nada, apenas lo conozco —Subí los hombros con cuidado mientras me perdía en su rostro.
—Te conozco, Ramiro. ¿Él te gusta?
—Él es solo mi compañero de cuarto.
—¿Cómo te sientes? —En ese momento la atención se centró en mí mientras checaban mis signos, agradecí que hubiesen parado las preguntas de mi madre.
—Bien, creo que es porque aún no se me pasa la anestesia.
—Cuando comiencen a pasar los efectos, vendré de nuevo contigo— checó por última vez los monitores y salió.
—Tengo que ir a trabajar, sabes que te amo —dijo antes de recoger su bolsa—. Cualquier cosa tienes el maldito teléfono que tienes que contestar.
—Gracias, yo también te amo —Besé su mano mientras le regalaba una sonrisa.
Cuando mi mamá salió del cuarto me concentré en intentar dormir, pero no podía, algo no dejaba hacerlo.
—Ramiro, ¿Verdad? —preguntó su madre mientras se acercaba a mí, tenía un temple que daba escalofríos por una extraña razón.
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HASTA EL ÚLTIMO SUSPIRO
Teen FictionEl cáncer siempre fue un impedimento para amar, hoy es el que me lleva a conocerte y a tener momentos muy lindos a tu lado, momentos que terminan hasta el último suspiro. (TERMINADA) No se permiten adaptaciones.