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"Hoy es Halloween" dijeron los dos pelirrojos moviendo sus dedos como si fueran fantasmas bromeando.
Era primera hora de la mañana y la mayoría de alumnos se encontraba desayunando en el gran comedor. A decir verdad, a Ariadne no le entusiasmaba mucho esa celebración a si que no se la veía muy emocionada (al contrario que otros alumnos).
"Vamos Ari, tendremos un montón de dulces gratis!" dijo ilusionado el pequeño de los Weasley. La chica soltó una risilla ante el comentario. "Tu solo piensas en comer" rio junto a sus demás amigos.

Se levantaron de la mesa para dirigirse a clase. "Nos toca encantamientos" dijo Hermione acelerando su paso. Entraron en el aula donde el profesor se estaba acomodando en lo alto de su torre de libros. Draco siempre le guardaba un sitio a Ariadne a su lado en esa asignatura. Ambos siempre competían por ver quien conseguía realizar el hechizo antes; quien perdiera le debía al otro 2 ranas de chocolate.
La clase empezó: "Una de las más elementales habilidades de un mago es la levitación. O la habilidad de hacer que los objetos vuelen. ¿Tenéis todos vuestras plumas?" La chica miro la suya para después regresar a mirar al profesor. "Bien. No olvidéis ese suave movimiento de muñeca que hemos estado practicando. Agitar y golpear. Todos" los alumnos comieron sus varitas y practicaron el movimiento con el profesor. Dejaron de nuevo las varitas encima de la mesa. "Bien. Ahora debéis pronunciar: Wingardium leviosa".
Retomaron sus varitas y empezaron a formular el hechizo. Ariadne se empezó a reír del rubio al ver que lo intentaba varias veces pero no le salía. "¿De que te ríes? Tu tampoco lo has conseguido a si que deja de reírte". La chica le sacó la lengua y él respondió con lo mismo.

Una pluma empezó a elevarse asta lo alto de la clase; alguien lo había conseguido. "Bien hecho señorita Granger" le felicito el profesor. Ariadne y Hermione se miraron y se sonrieron. Un chico que estaba sentado al lado de Harry hizo explotar su pluma (no se sabe como) llamando la atención de todo el aula. Se les habían quedado los pelos de punta. Draco y su compañera se rieron de lo manchadas que habían quedado sus caras.

La clase fue pasando y los alumnos iban consiguiendo realizarle ejercicio. Draco lo consiguió un par de intentos antes que Ariadne y no dudó en restregárselo a su amiga. "Me debes cuatro ranas de chocolate" dijo el rubio chuleandose. "¿Como que cuatro? Acordamos dos" dijo ella cruzándose de brazos. "Me debes aún las de una clase pasada" le restregó el chico.

[...]

Hermione y Ariadne iban detrás de los chicos en dirección al exterior comentando algunas cosas de las clases. "Es Leviooosa, no Leviosaaa. Es una pesada, enserio. No me extraña que casi no tenga amigos" Ariadne dedució rápidamente que Ron se estaba burlando de su amiga. Hermione aceleró el paso y le dio al chico en el hombro para que notara que le había oído. Se la veía triste y dolida. "Creo que te ha oído" comentó Harry. "Muy hábil Weasley" le dijo Ariadne colocándose a su lado y mirándolo mal. Salió corriendo detrás de su amiga con todos sus libros en mano para ir a buscarla y ver si se encontraba bien.

[...]

Se encontraban las dos chicas en los baños; una de ellas llorando y la otra la consolaba y la abrazaba. La puerta del lugar se abrió y se asomó una cabeza que, al ver el panorama, entró corriendo y abrazó a Hermione. "¿Que ha pasado?" exigió explicaciones Ambrose. Su hermana le contó lo que había pasado y se quedó con ellas para dar su apoyo.
"Había oído a una chica en la hora de la comida que decir que una de Gryffindor estaba llorando en los baños. Fui a buscaros para pasar el rato juntas después de comer pero no os vi con nuestro grupito a si que recordé lo que la chica habían dicho. He venido a buscaros lo más rápido posible." aclaro la recién llegada.

Estuvieron un largo rato las tres juntas pero la afectada les pidió que la dejaran sola, que lo necesitaba. Les costó aceptarlo pero accedieron con una condición: "tienes que venirnos a buscar cuando estes más tranquila y decidas salir ¿vale?"
Hermione aceptó y las hermanas le dieron un fuerte abrazo antes de irse no muy convencidas. Querían respetar su espacio pero estaban preocupadas.

[...]

Todo el comedor estaba decorado con calabazas flotantes que iluminaban la sala, todo tenía un ambiente terrorífico pero era divertido (por mucho que Ariadne no estaba de humor para eso).
Todos comían los miles de dulces un había sobre las mesas (tenían una pinta exquisita) y por mucho que la chica no estuviera de humor, no pudo resistirse a no comer. Guardo algunas piruetas en sus bolsillos para luego dárselos a su amiga (que estaba ausente para la cena). Se había sentado al lado de Fred (que comía todo lo que sus manos podían llegar a alcanzar y más) alejada de Harry y Ron. Estaba enfadada con ellos.

"¿Dónde está Hermione?" Preguntó el chico de gafas redondas. Ariadne lo ignoro y rodó sus ojos molesta. "Parvati Patil dijo que no quería salir del baño de las chicas, que llevaba toda la tarde ahí llorando" aportó Neville. Harry y Ron se miraron culpables y luego miraron a Ariadne; se la notaba bastante molesta. Ahora si que se le había pasado el hambre definitivamente.

"¡Trooooool!" Entró entró gritando al comedor el profesor Quirrell de Defensa Contra las Artes Oscuras (DCAO). "¡En las mazmorras!" grito de nuevo antes de desmallarse en medio de todo el comedor asustando a todos. Los alumnos dejaron todo lo que estaban haciendo y empezaron ha gritar. La gente empezó a correr hacia la puerta de salida pero el director les detuvo "¡SILEEEENCIOOOO!" Gritó haciendo parar cualquier tipo de movimiento y ruido. "Que no cunda el pánico. Ahora, los prefectos conducirán a los miembros de su casa a los dormitorios. Profesores, me acompañarán a las mazmorras".

Todo el mundo salió ordenadamente y se dirigió a los dormitorios pero a mitad de camino Ariadne se acordó que su amiga estaba en los baños. Busco a Harry y a Ron para avisarles y que la ayudaran pero no los encontraba por ningún sitio.
Empezó a entrar en pánico y lo único que se le ocurrió fue agarrar las túnicas de uno de los gemelos y de Oliver Wood. Al principio la miraron desconcertados pero al verla tan asustada y que estaba intentando decirles algo se apartaron un poco de la multitud para ayudarla. Los dos Weasley y Wood la intentaron calmar y ella intentó hablarles "Hermione... baños... profesores... PÁNICO" pudo decir con la respiración agitada. Los chicos no la entendieron así que intentaron deducir lo que estaba diciendo.
"Nos estas hablando de Hermione" empezó George. Asintió.
"Que está en el los baños(?" Siguió Fred un poco confuso. Ella asintió de nuevo. Le estaban empezando a temblar las manos.
"¡Tenemos que avisar a los profesores!" Exclamó Oliver. Ariadne empezó a asentir varia veces. Ella salió corriendo por el pasillo y los tres chicos empezaron a correr detrás de ella.

Miraron en el comedor, algunos pasillos y en las cocinas pero nada; no encontraban a los profesores en ningún lugar. De pura casualidad la chica se choco con la profesora McGonagall (que estaba acompañada por Snape, Quirrell y el conserje Flich). "¿ Que estáis haciendo aquí?!" Estaba un poco alterada. "Hermione, baños, profesores, pánico" dijo ella de nuevo. "Hermione Granger" "está en los baños" "no vino a la cena, no sabe lo del trol" dijeron los tres chicos recuperando el aliento (estaban cansados después de tanto correr). La profesora (que estaba intentando calmar a Ariadne) mandó a Flich a que acompañara los cuatro alumnos a sus habitaciones mientras ella y los otros profesores iban ha buscar a la señorita Granger.

[...]

Se encontraban los cuatro exhaustos en la sala común de Gryffindor sentado en los sofás. Habían conseguido que Ariadne se calmara un poco pero seguía algo nerviosa; ya no le temblaban las manos y estaba respirando mejor que antes por suerte. "Creo que no había corrido tanto en mi vida" comentó Oliver mirando fijamente al fuego de la chimenea. Nadie le presto atención puesto que los demás también se estaban recuperando.
George sacó una de las golosinas que se había guardado de la cena y se la dio ha la chica que estaba sentada a su lado de una forma preocupada. Ariadne lo miro algo confundida "Comela, te sentará bien algo de azúcar". Ella la aceptó y le sonrío un poco "Gracias". Apoyo su espalda en el respaldo y se la fue comiendo poco a poco. "George, yo también quiero" le dijo su hermano "comete las que tienes en tus bolsillos" le contesto con una ceja levantada.

La puerta se abrió y entraron Hermione, Ron y Harry seguidos por la responsable de la casa. Ariadne se levantó corriendo y abrazo a su amiga fuertemente. "Ari...Me ahogas" dijo Hermione dándole unos toquecitos en la espalda con su mano. Se separó de ella y rio un poco "¿estás bien? ¿Te has hecho daño?" Pregunto mirando a la recién llegada fijamente. "Ron y Harry me salvaron" les miro con una sonrisa mientras ella suspiraba aliviada. Ariadne se acercó a los chicos y les dio un abrazo a los dos a la vez. "Me alegro de que también estéis bien". La profesora McGonagall les miro enternecida y los mando a todos (a los que estaban sentados en el sofá también) a dormir con una sonrisa en su cara.

-Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas- {George Weasley}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora