"No pienso volver a dormir en el suelo jamás" se quejó Ariadne después de levantarse y salir se su sacó de dormir. Estiró sus brazos perezosamente mientras bostezaba. Miró a sus amigas, que aún dormían, y se dispuso a levantarlas a todas; a Ginny y Hermione por un lado y a Angelina, Katie y Alicia por otro.
"Creo que no he pasado tanto frío en mi vida" comentó la pelirroja mientras salía de su saco. Sin ninguna duda se podía decir que el invierno estaba al caer (aún que aún no había nevado).
Ariadne siguió estirándose un poco más (tenía la espalda bastante dolorida) pero no pudo evitar reírse un poco al ver el desastroso pelo de su amiga Hermione recién levantada. "Maldita humedad" farfulló la chica mientras intentaba acomodarlo un poco con las manos."¡AHH!" Gritó repentinamente alguien des del otro lado de la sala, en la parte donde se encontraban los chicos (los alumnos habían sido separado por sexos para dormir). Acto seguido, múltiples risas se podían oír. "¿¡Quién a sido el gracioso!?" Preguntó Oliver molesto mientras se ponía de pie enseñando cómo todo su saco estaba lleno de una viscosidad verde; le habían gastado una broma (y Ariadne sabía perfectamente quienes eran los culpables; había ido a comprar ese mismo producto con ellos el día anterior).
Por suerte para los leones, ya podían usar de nuevo su sala común y sus habitaciones ya que no había ni rastro de Black. Aquella mañana, Hermione y Ariadne tuvieron una pequeña disputa por el baño pero lo acabaron solucionando rápidamente.
[...]
Tocaba clase de Defensa Contra las Artes Oscuras y Ariadne se sentó en una de las mesas al lado de su amigo Ron. Estaba comiéndose una manzana mientras esperaba a que el profesor Lupin llegara pero, para su mala suerte, fue Snape quien entró dramáticamente (como siempre) al aula. De un momento para otro, el profesor le arrebató la fruta de sus manos a la chica con un rápido movimiento de varita. "Señorita Waxman, no se come en clase"Le dijo muy serio el hombre mientras bajaba la tela del proyector en el frente de la clase. "Abran el libro en la página 394" mandó. Todos los alumnos abrieron sus libros aburridamente mientras buscaban la página pedida.
"Con permiso, señor. ¿Dónde está el profesor Lupin?" Le preguntó Ariadne mientras miraba cómplice a Harry (que estaba sentado solo en uno de los pupitres). "No es de su incumbencia, Waxman" le contestó cortante "Basta con decir que se encuentra incapacitado para la docencia en este preciso momento." Explico el profesor acercándose al proyecto colocado al final del aula. "Espero que se encuentre bien" le susurro la chica a su amigo pelirrojo.
"Página 394" mandó de nuevo Snape mientras apuntaba con su varita al libro de Ron (que se abrió por la página pedida al instante). "¿Hombres lobo?" preguntó el pelirrojo a leer el título del capítulo de la página. "Pero señor, estábamos con los gorros rojos y los hinkypunks. Las bestias nocturnas tocan dentro de dos semanas." Dijo como si nada Hermione sentada al lado de Harry (quien se sorprendió al verla). "Silencio" ignoró el profesor sin prestarle atención.
"¿Cuando ha entrado? ¿La has visto entrar?" dijo Ron muy confundido y algo alterado a Harry y Ariadna. Los dos negaron con la cabeza igual de confundidos que él (aunque la chica de ojos miel estaba más o menos al corriente de la situación de su amiga)."Ahora, ¿quién puedes describir la diferencia entre un animago y un licántropo?" pregunto Snape acercándose hacia la tela donde estaban siendo proyectadas las imágenes de hombres lobo mientras Hermione levantaba la mano para responder. "¿Nadie? Que decepción" dijo Snape ignorandola completamente.
"Por favor, señor. Un animago es un mago que elige convertirse en animal. Un licántropo no tiene opción. Cada luna llena se transforma y pierde la noción de su identidad. Mataría incluso a su mejor amigo. A demás, un licántropo solo responde ante los de su especie." Explico Hermione a pesar de que no le habían dado la palabra.
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-Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas- {George Weasley}
Fiksi PenggemarAriadne se encontraba tranquilamente tocando el piano de su cuarto con su gran ventana abierta distraída del mundo e inmersa en sus pensamientos. Poco duro su tranquilidad debido a que sus dos hermanas mellizas entraron repentinamente a su cuarto ch...