El sol del inicio de primavera había llegado a Hogwarts, iluminando todo y deshaciendo la poquísima nieve que quedaba del invierno. Con ello, también habían llegado los exámenes finales de todas las materias y Ariadne se pasaba los días encerrada en la biblioteca estudiando (no se le daban nada bien esas épocas).
Algunos días, George y Fred le habían ayudado en algunas materias (porque a pesar de su reputación, sacaban buenas notas). En esos días se habían reído de su amiga por lo estrésala que iba y la habían empezado a llamar ratón de biblioteca (cosa que ignoro la chica ya que estaba agobiadisima y tenía cosas más importantes).Ese día se encontraba con Ron y Harry estudiando cuando su amiga Hermione llegó con un enorme libro que tiró encima de su mesa desconcentrando a los presentes. "Os había mandado a buscar en la sección equivocada. ¿Cómo he podido ser tan estúpida?" Bufo sentándose con ellos. "Saqué este libro como lectura ligera hace unas semanas" dijo abriendo el libro. "¿Eso es ligero?" Preguntó Ron incrédulo. La chica rodó los ojos ignorándolo y se centró en el libro.
"Lo sabía, aquí esta. Nicholas Flamel es el único artífice conocido de la Piedra Filosofal". "¿La que?" Preguntaron sus tres amigos a la vez confundidos. "¡ será posible! ¿Es que no leéis nada? La Piedra Filosofal es una sustancia legendaria con poderes asombrosos. Transforma cualquier metal en oro puro y produce Elixir de la Vida, que hace inmortal a quien lo ingiere". Leio Hermione. "¿Inmortal?" Pregunto Ron. "Significa que nunca mueres" le aclaro Ariadne riendo. "¡Ya lo se!" Se quejó el pelirrojo mientras Harry le indicaba que viajará el volumen.
"La única piedra que existe en la actualidad pertenece a Nicholas Flamel, renombrado alquimista que celebró su 665 cumpleaños el año pasado." Terminó de leer la chica. Todos tenían caras sorprendidas.
"Eso es lo que Fluffy guarda en el tercer piso" aclaró Hermione. Fluffy era el perro de tres cabezas de Hagrid según lo que le habían contado sus tres amigos a Ariadne. "Lo que está bajo la trampilla, es la Piedra Filosofal" dedujo Ariadne mientras se miraban entre ellos.[...]
Unos días después, se escaparon los cuatro (por la noche) a la casa del guardabosques; querían explicaciones.
El hombre les dejó pasar a su choza una vez le revelaron que sabían de la existencia de la Piedra Filosofal. "Creemos que Snape quiere robarla" aclararon. "¡Snape! Válgame, ¿No seguiréis dándole vueltas a eso?" Se quejó Hagrid. "Quiere hacerse con la piedra pero no sabemos por qué" defendió Harry. "Snape es uno de los profesores que protegen la piedra. No quiere robarla!" Acabó aclarando el medio-gigante.
"¿Que?" Pregunto incrédula Ariadne. "Lo que habéis oído. Pero ahora dejadme. Estoy un poco ocupado" les dijo mientras les daba paso a la puerta pero en vez de hacerle caso Harry siguió hablando. "Un momento. ¿Uno de los profesores?". "Pues claro, hay más cosas defendido la piedra, ¿no? Hechizos, encantamientos..." dijo emocionada Hermione sentada en la enorme butaca del hombre. "Exacto. Una pérdida de tiempo en mi opinión. Nadie puede burlar a Fluffy" rio Hagrid "solo Dumbledore y yo." Se paro unos segundos a pensar "No debí haber dicho eso".Unos momentos después, de dentro del caldero de la chimenea, empezaron a sonar unos ruidos raros. Hagrid sacó de este un frágil huevo con unos guantes de cocina ya que quemaba mucho. Las cuatro curiosos chicos se acercaron a la mesa en la que se había sentado el hombre observando como el huevo se rompía dejando ver a un bebé dragón verde. El pequeño estornudo una pequeña bola de fuego que quemó la barba de Hagrid por unos segundos. Todos le miraban asombrados y el medio-gigante lo nombró Norberto.
"¿Quien es ese?" Pregunto Hagrid mirando por la ventana. "Draco Malfoy " bufo Ariadne negando con la cabeza mientras lo veía huir. "Estamos en problemas" aclaró al final. Los cuatro volvieron al castillo siendo pillaron por la profesora McGonagall. Ella estaba acompañada de Draco quien sonreía malicioso hacia Potter.
Fueron todos hasta un aula donde allí fueron regañados (provocando que al final les bajaran muchos puntos a su casa). "Y para asegurarme de que no vuelva a ocurrir, los cinco seréis castigados" dictó la profesora. Draco tenía una cara de satisfacción hasta el momento que McGonagall dijo eso. "Disculpe, profesora. Tal vez haya escuchado mal pero ¿a dicho los cinco?" Pregunto con una sonrisa falsa. "No, ha oído correctamente, señor Malfoy. Por honorables que fueran sus intenciones, todos estaban levantados a deshoras. Se unirá a sus compañeros ya castigados." El chico miro molesto a los otros cuatro (Ariadne le sacó la lengua y él puso sus ojos en blanco).
ESTÁS LEYENDO
-Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas- {George Weasley}
FanfictionAriadne se encontraba tranquilamente tocando el piano de su cuarto con su gran ventana abierta distraída del mundo e inmersa en sus pensamientos. Poco duro su tranquilidad debido a que sus dos hermanas mellizas entraron repentinamente a su cuarto ch...