-Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas- {George Weasley}

1.5

El enorme perro se levantó frente a ellos. Los cuatro lo miraban cada vez más asustado y en el momento que se levantó del todo gritaron lo más fuerte que pudieron. Abrieron la puerta huyendo del enorme animal y la cerraron como pudieron detrás de ellos (el animal tenía mucha fuerza pero lo consiguieron). Salieron corriendo del tenebroso pasillo y fueron en camino a sus cuartos algo alterados.
"¿Que pretenden con una bestia así encerrada en una escuela?" Preguntó Ron indignado. "Tú no usas los ojos, ¿verdad? ¿Es que no has visto lo que tenía debajo?" regaño Hermione. "No le miraba a los pies, me preocupaban más sus cabezas" se defendió el pelirrojo "que si no lo has notado, tenía tres!" refunfuño.
Ariadne los separo para que dejaran de pelear, la estaban agobiando. Se unió a su conversación aportando información (que para algunos era nueva):"Estaba encima de una trampilla que no creo que estuviera allí por casualidad". La chica de cabello crespado le dio la razón y miro a Ron con una cara de te lo dije. "Estaba guardando algo" finalizó Hermione antes de irse con su compañera de cuarto a dormir no sin antes regañar una ultima vez a los chicos por la situación de muerte que habían vivido.

[...]

Había llegado el fin de semana y Ariadne se vistió cómodamente después de ducharse. Se puso un jersey granate de cuello alto con unos pantalones grises claro y unas bambas de vestir negras. También se recogió el pelo con una coleta.
Bajo a la sala común con sus libros para encontrarse con Ron y Hermione que la esperaban. Harry tenía programado entrenamiento de quidditch así que no pudo asistir a la reunión de estudio que iban ha tener en la biblioteca. "¿Nos vamos ya?" Pregunto Hermione. "Sip, nos encontraremos con mis hermanas en la entrada" aclaró. Y tal y como ella había dicho, se encontraron con Aileen y Ambrose.

Se sentaron los 5 en una de las mesas vacías que había en el lugar: Aileen y Hermione en un lado, delante de ellas Ron y Ariadne y en la cabeza de la mesa Ambrose. Todos empezaron estudiando pociones y se iban ayudando entre ellos si les surgían dudas (que para Ron, Aileen y Ariadne fueron bastantes). Pasaron gran parte de la mañana estudiando la materia del señor Snape pero para su suerte, terminaron.
Ron se fue, decía que ya se había aburrido lo suficiente. Las demás se quedaron y siguieron estudiando otras cosas. Hermione parecía llevarse bien con las hermanas de su amiga (sobretodo con Ambrose, que se entendían a la perfección en algunos aspectos). La más alta de las cuatro (que era Ariadne) se levantó para ir a buscar unos libros al final de la biblioteca: uno sobre quidditch, otro sobre la historia de la música y un último de pintura abstracta (que era para su hermana).

"¿Tu? ¿En la biblioteca cogiendo libros?" Se burló una voz muy familiar detrás de ella. "Ja. Ja. Mira como me rio" contesto sarcástica acercándose a Draco. "Que te trae por la biblioteca" le pregunto él riendo por la cara de ella. "Estábamos estudiando pociones y cosas así. Si quieres te nos puedes unir. Ahora estamos mis hermanas, Hermione y yo." El chico puso cara de asco al escuchar el nombre de Hermione (ella rodó sus ojos cuando vio su reacción). Negó con la cabeza a su petición. "Pues como quieras, tú te lo pierdes" dijo para marcharse.
"Espeeeraaaaa" dijo irritado Draco con los ojos en blanco. "¿Que te dijo Dumbledore al final sobre lo del aula de música?". Ariadne bufo abatida "Denegado si no entró en la banda". El rubio la miro cortado "Le puedo pedir a mi padre que hable con Dumbledore para que de deje tocar". "No hace falta, es mejor dejar a tu padre tranquilo que ya tiene suficiente con el ministerio pero gracias igualmente" sonrío agradecida. "Conociéndote, no se como aún no te ha explotado la cabeza por no tocar" se burló él. "Y quien te ha dicho que no me he colado algún día para tocar" respondió ella con una sonrisa pícara.
Los dos rieron mientras caminaban en dirección de la mesa de ella. "¿Seguro que no te nos quieres unir?" pregunto una última vez antes de llegar. Draco negó con la cabeza y se despidió de las trillizas con la mano y una sonrisa (cara que cambió a una de asco el ver ha Hermione estudiando).