"Ho mirad, le encanta el olor de los árboles cuando la brisa pasa entre ellos." Comentó Hagrid con tristeza mirando por la ventana junto a Harry al hermoso hipogrifo mientras Ron, Hermione y Ariadne estaban sentados alrededor de la mesa tomando té y comiendo algunas galletas de un frasco de cristal.
Había un montón de botes similares al de galletas encima de la mesa y por toda la pequeña cocina de diversos colores con distintas comidas para las distintas criaturas."¿Y por qué no lo dejamos libre?" preguntó Harry mirando a la criatura melancólico.
"Sabrán que sido yo, y Dumbledore tendría problemas de nuevo." Confesó Hagrid apenado. "Va a bajar, Dumbledore. Dice que quiere estar conmigo cuando... Cuando pase. Gran hombre, Dumbledore. Un gran hombre." explico Hagrid. Los cuatro chicos lo escuchaban apenados mientras veían como su estimado profesor le lanzaba algo de comida a una extraña criatura que tenía dentro de la casa.
"Nos quedaremos también contigo" dijeron Ariadna y Hermione a la vez levantándose de su silla. "¡No haréis tal cosa! ¿Querría yo que vierais tal atrocidad? No. Tomaos el té y os vais. Ah, pero antes, Ron..." contesto un poco alterado el medio-gigante. Se acercó hacia sus botes de la encimera y, de dentro de uno de color verde, saco una rata.
"¡Scabbers, estás viva!" Dijo Ron sorprendido y ahora más alegre. "Cuida mejor a tus mascotas Weasley" le sugirió Hagrid.
"¡Creo que alguien debe una disculpa!" Dijo Hermione plantándose delante del pelirrojo.Últimamente Ron y Hermione habían estado peleando bastante debido a la desaparición de Scabbers. El pelirrojo acusaba al gato de la chica de que se la había comido pero ella lo había negado siempre y acusaba a Ron de ser tan despistado que había perdido a su mascota.
"Claro, cuando vea Crookshanks me disculparé" contestó Ron desafiante con una sonrisa falsa en su cara haciendo enfurecer a Hermione. "¡Me refiero a mi!" Le dijo muy enfadada ella.
Ariadne estaba inmersa en sus pensamientos comiéndose una de las galletas; se había cansado de oís siempre las mismas peleas. Lo que la sacó de su trance fue el sonido que hizo una piedra al chocar con un bote de arcilla amarillo de la mesa que hizo que se partiera.
Aquel inesperado ruido captó la atención de todos. La chica de pelo castaño claro rebuscó entre el bote partido (intentando no cortarse con la arcilla rota) y encontró una piedra negra con una señal de una caracola blanca. Esta de la enseño a su amiga pero ambas dejaron de prestarle atención cuando Harry se quejó de la nada (según él, le habían lanzado algo).El chico de gafas redondas miró a través de la ventana para intentar encontrar al culpable pero lo que acabó viendo fue a tres hombres bajar por las escaleras en dirección a la choza del guardabosques.
Un hombre del ministerio con bombín y capa negra, a su director Dumbledore y al verdugo que se habían encontrado en la entrada con su enorme hacha.
Harry avisó a Hagrid y éste se alteró un poco. "Es tarde, casi de noche. No deberíais estar aquí. Si os ven fuera del castillo de noche, tendréis problemas. En particular tú, Harry" comunicó el hombre mientras iba de un lugar a otro ordenando un poco toda su casa.
"¡Un momento!" Pidió Hagrid al oír que llamaban repetidas veces a la puerta. "Tenéis que iros ¡Ya! Salid por la puerta trasera. ¡Rápido!" Les mando a sus cuatro alumnos susurrando para que los de fuera no lo oyeran.Los cuatro adolescentes, cuando vieron entrar a los hombres a la casa, corrieron para esconderse detrás de una montaña de calabazas que había en el jardín.
Intentaban escuchar la conversación que estaban teniendo en el interior de la choza pero, un crujido de rama sonó desde detrás de ellos. Ariadna y Hermione giraron rápidamente sus cabezas para ver lo que pasaba y se quedaron un poco desconcertadas al creer haber visto a... ¿Hermione?.
Las dos chicas se miraron entre ellas y Ariadna puso una cara de confusión total. "¿Qué?" Preguntó Harry intrigado.
"Juraría que he visto... No, no importa" contestó la chica de pelo crespado. Esta miró a su amiga a los ojos y le hico una señal para que no dijera nada sobre el tema (Ariadne asintió levemente; le haría preguntas más tarde).
"¡Vámonos ahora!" Aviso Ron empezando a correr por las escaleras hasta lo alto de la colina. Los demás le siguieron no sin antes darle un último vistazo a Buckbeak entristecidos.
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-Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas- {George Weasley}
FanfictionAriadne se encontraba tranquilamente tocando el piano de su cuarto con su gran ventana abierta distraída del mundo e inmersa en sus pensamientos. Poco duro su tranquilidad debido a que sus dos hermanas mellizas entraron repentinamente a su cuarto ch...