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Ariadne le había estado explicando a George lo que había pasado en su anterior clase mientras estaban los dos sentados delante del piano; sentados uno al lado del otro en la misma banca haciendo que sus brazos rozaran a cada movimiento.
"Es que, de verdad, me saca de quicio. Pero lo peor, es que conociendo a su padre, ara algo" le explicó frustrada mientras tocaba unos acordes en el piano que sonaban muy deprimentes. "He intentado hablar con él pero... no ha salido muy bien que digamos" resopló abrumada ahora mirando a los ojos del chico. "Puede que si tu y tus hermanas unís fuerzas, consigáis convencerlos" le sugirió él tocando con sus dedos notas al azar del instrumento.
Ariadne estaba más calmada una vez había podido explicarle a alguien cómo se sentía y tocando algo de música.

La chica le enseñó a George cómo posicionar los dedos sobre las teclas del piano y le intentó enseñar también una pequeña melodía pero el chico no paraba de hacer el tonto para sacarle risas a Ariadne para que así se quitara de la cabeza el tema que la agobiaba (aún que solo fuera pon un rato).
A medida que pasaba el rato, el chico quedaba más sorprendido por la agilidad que la chica de ojos miel tenía en sus manos para tocar ciertas partituras repletas de notas; al verla, parecía hasta fácil tocar el piano. También estuvieron hablando sobre diversa música muggle (a los dos les gustaba mucho).
En un momento dado, Ariadne empezó a tocar una canción por petición del chico ya que él se sabía la letra. George se levantó de la banca y empezó a cantar mientras sostenía en su mano una maraca que usaba como si fuera un micrófono. Los dos se estaban divirtiendo mucho juntos pero, había que admitirlo, el pelirrojo tenía buena voz y conseguía afinar (aún que alguna vez le salió algún que otro gracioso gallo).

Un rato más tarde, él aula debía ser usada para una clase así que los dos se dirigieron hacia el comedor para buscar a sus amigos.
"Ha ver, por lo que se, sabes tocar: el piano, la guitarra, la flauta, el saxo, la batería, el violín (y similares) y la trompeta... aún que creo que estos son de los pocos que sabes tocar en realidad." Dedució George mientras caminaba por el pasillo con Ariadne. Ella asintió con una sonrisa. "¿Hay algún instrumento que no sepas tocar, a caso?" Le preguntó él con un tono irónico. "Pues claro que si tontito; en cuanto mis padres me manden el ukelele que les pedí aprenderé a tocarlo (aún que será fácil ya que se tocar la guitarra). Pero, por ejemplo, algunos que no se tocar son el acordeón o el arpa." Le explicó ella. El chico río.
"¿Un ukelele, en serio?" Le dijo riendo con ternura. "¿Que tiene de malo?" Le contestó ella un poco ruborizada pero con una sonrisa mientras le daba un golpecito en el brazo. George le pasó su brazo por encima de los hombros mientras reía y siguieron caminando así hasta llegar al comedor.

Ariadne se fue a sentar al lado de  Ron y en frente de Hermione y Harry después de despedirse del pelirrojo con un beso en su mejilla (él se fue con su hermano y sus amigos ha hacer de las suyas por el castillo).
Se quedaron hablando los cuatro amigos sobre lo que había pasado en Cuidado de las Criaturas Mágicas hasta que Seamus Finnigan entró al comedor y fue hasta su mesa un poco alarmado con un periódico en la mano. "¡Le han visto!¡A Sirius Black! ¡En Dufftown!" Les explicó a todos sus compañeros. "Eso no está muy lejos de aquí" aclaró Hermione con preocupación mirando de reojo a su amigo Harry (al igual que Ariadne).

[...]

Defensa Contra las Artes Oscuras se había vuelto muy popular ese año gracias al su nuevo profesor; el hombre había demostrado sus habilidades y había conseguido que sus alumnos se divirtieran en sus clases a la vez que aprendían. Para la mayoría se había vuelto de sus profesores favoritos y Ariadne no era la excepción (aún que McGonagall seguía estando en el primer puesto).
Un día que ella había estado en la biblioteca haciendo su trabajo de Runas Antiguas, Lupin, la había ayudado sugiriéndole que hablara de unos autores en específico y, gracias a eso, la chica sacó una muy buen nota en su trabajo. A pesar de la apariencias (que eran un poco malas debido a la ropa que llevaba), era una persona con muchos conocimientos.

-Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas- {George Weasley}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora