#NARRA CLARE
Me despertó la suave y acompasada respiración de Jess sentada en la silla al lado de mi cama. Me levanté hasta quedarme sentada. Me quedé mirándola. Tenía una pulsera de plata en la que ponía su nombre. No recordaba haberla visto antes. Se percató de que estaba despierta porque ella también se despertó.
-Buenos días- dijo con voz ronca.
Me tiré sobre ella para darla un abrazo. Lo necesitaba. Nos quedamos así durante un buen rato.
-Vamos, hay que desayunar- la dije apartandome.
Ella asintió. Me vestí con lo primero que había. Una camisa blanca con mangas francesas, unas mallas negras y unas √ans negras. Me peiné el pelo de cualquier manera y salí seguida por Jess.
Llegamos al comedor y nos encontramos con visita: dos chicas, de unos 13 o 14 años. Una tenía el pelo castaño con las puntas rojas y los ojos miel. La otra también tenía el pelo castaño pero lo tenía rizado y con las puntas azules. Sus ojos también eran azules. Ambas eran fuertes y altas. Al lado de la de las puntas rojas estaba Cris sonriendo, en frente estaban Axel, Coner y Luke.
Me senté al lado de Axel que me dió un abrazo y me besó. Corto y rápido, no me esperaba otra cosa. Mire a las chicas que tenía delante. Había un tenso silencio en la sala hasta que Cris habló.
-Buenos días chicas. Estas son Maria- señaló a la de las puntas rojas- y esta Sandra. Maria es nuertra... hermana pequeña y Sandra su mejor amiga. Se quedarán aquí durante una larga temporada.
Sonreí a las chicas y ellas me devolvieron la sonrisa. Los cuatro hermanos eran iguales y diferentes a la vez.
Desayunamos algo callados y después Cris se fué con las chicas y Jess a entrenar. Luke se quedó en su habitación, intentando procesar todo lo que había pasado la noche anterior, Coner y Axel se fueron a reparar la puerta y yo me fuí al auditorio.
Cuando llegué todo estaba igual. El piano, los instrumentos al fondo de la sala... Ese día llevaba conmigo el móvil y unos altavoces. Cogí una partitura que había escrito en un papel antes de venir aquí.
Enchufé los altavoces al móvil y empecé a poner canciones. Primero escuchaba la canción y después la memorizaba para tocarla y cantarla.
Pasaron horas que me parecieron minutos. Una de las chicas que nos había presetado Cris a la hora del desayuno, Maria, estaba en la puerta.
-Hola- dijo entrando en el auditorio.
-Hola - la contesté.
-Tocas muy bien- me dijo sentandose en el piano. Balanceaba los pies y me miraba con sus ojos miel intenso.- y también cantas muy bien, mejor que mi hermano en mi cumpleaños.
-Gracias.- dije soltando una pequeña carcajada.-Tu sabes tocar?- la pregunté mirandola con curiosidad.
Ella miró al final de la sala donde habiá más instrumentos.
-La verdad es que no, pero aprendo rápido y de pequeña espiaba a Axel como tocaba el piano.- me dijo sonriendo al final. Le salieron unos adorables hoyuelos. A mi se me contagió la risa.
-Bueno, pues vamos a ponerte a prueba, te parece?- la dije moviendome a un lado del banquillo y dando suaves palmadas al sitio libre.
-Vale, no tengo otra cosa que hacer.- dijo y se sentó a mi lado.
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EspectruM © ﴾#1﴿
Science FictionLa vida en Londres nunca había dado un cambio tan brusco desde lo que iba a ser una broma a señor Coperville...