Después de serenarme con Joe, entró una chica en la habitación. Era alta, con el pelo por el culo pelirrojo ondulado por las puntas y unos ojos verdes muy bonitos. También tenía la Estrella de David en el brazo. Lo que me extraño es que no tuviera los ojos ambar como Axel y Coner.
-Hola- dijo. Tenía una voz aterciopelada que sonaba melódicamente- me llamo Cristina.
Me levanté y fui a saludarla. Joe me seguía.
-Hola- dije con voz temblorosa- yo soy Clare y el es Joe. Encantada de concerte.
Me pilló desprevenida porque me dió un fuerte abrazo. Lo agradecía porque sus brazos eran firmes y me sostenían. Después le tendió la mano a Joe que la aceptó encantado dándole un aptetón.
-Te ayudaré en este sitio porque mis hermanos no han tratado muy bien a las chicas que llegaron aquí- dijo extendiendome el pelo por los hombros- seremos muy buenas amigas, con Jess también.
Sonrreí. Dirijí una mirada rápida a Joe. Lo comprendió. Supongo que para él, el hecho de estar en una habitación con su mejor amiga y con una chica muy guapa que no conocía, era un poco incómodo.
Salió de la habitación y se despidió.
-Comencemos con tu pelo, te parece?- preguntó dirigiéndome al tocador que había en una de las esquinas de la habitación.
-Si- dije. Necesitaba un buen peinado para no hacer el ridículo en un sitio así. Además, no hacía mucho me hicieron las mechas californianas y yo llevaba todos los días el pelo recogido en una coleta o en un moño mal hecho, por lo que tenía que sacarle provecho.
Cuando Cristina acabó me quede paralizada. Me había dejado el pelo precioso. Comenzé a reirme y me dí cuenta de que también lloraba. No se cuanto lloré ese día, pero en ese momento se lo merecía.
Me levanté a todo correr y me abalancé sobre Cristina.
-GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS- la dije. Ella comenzó a reirse también.- ME ENCANTA, CRISTINA!!
-Llamame Cris, me gusta más- dijo- si esto te ha encantado, la ropa que te voy a dar no va a ser menos.
Me dió una blusa blanca y una falda super monas. Yo me miraba al espejo y no me lo creía. En ese momento no me conocía, yo conocía a la Clare que vestía con vaqueros y jerseys de lana de los años de María Castaña, pero esa Clare, esa Clare era la que soñaba desde pequeña, la Clare que se parecía tanto a la de las revistas de moda.
Salímos de la habitación dirijiendonos al comedor para desayunar. No sabía que hora era, pero por la luz que entraba por los grandes ventanales de los pasillos, deverían ser la diez de la mañana.
Llegamos al comedor y los ví: había una mesa enorme en la que estaban sentados Luke, Joe a su lado, un hueco (que suponía que era para mí), después estaba Jess y en frente estaban Axel y Coner.
-Ya estamos todos- dijo Cris que estaba al lado mío. Me fuí a sentarme. Me dí cuenta de que Jess también estaba muy guapa. Me senté y le dí un fuerte abrazo a Jess. Ella era como mi hermana, compartíamos emociones.
.....
Desayunamos muy callados. Solo nos presentamos y dijimos pocas cosas de nosotros. Coner, que tenía aparencia de ser el mayor de los tres, nos repitió lo mismo que me contó Axel sobre los espectrums.
Cuando terminamos de desayunar, yo me iba con Jess a dar una vuelta y explorar el SaforuM, pero una mano me agarró fuerte del brazo. Derrepente, me recordó a la pesadilla que había tenido. Me dí rapidamente la vuelta y me calmé, era Axel el que me agarraba el brazo. Cancelé la vuelta con Jess, que se conformó llendo con Luke y Joe estuvo hablando de temas que no comprendía con Coner. No había ni rastro de Cris.
Axel y yo fuimos a dar una vuelta también, que me sirvió para darle las disculpas.
-Oye Axel...- dije algo nerviosa.
-Si?- me preguntó, mirandome a los ojos. Era más alto que yo, me sacaba una cabeza, por lo que tenía que bajar la mirada para mirarme a los ojos. No parecía haberle afectado la contestación que le había dado por la mañana.
-Lo siento... po-por lo de esta mañana, ya sabes, cuando te he gritado...- dije en voz baja.
-No pasa nada, se que no me conoces mucho, no hace falta que te disculpes, además, el que tenía que haber estado contigo todo el tiempo era Joe, pero yo le había obligado que durmiese, por lo que es todo culpa mía.
-No te culpes- dije sonrriendo al suelo.-A dónde me llevas?- le pregunté con una sonrisa pícara.
-Te va a encantar- fue lo último que me dijo y puso una mano tapandome los ojos y con la otra me alzaba en volandas.
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EspectruM © ﴾#1﴿
FantascienzaLa vida en Londres nunca había dado un cambio tan brusco desde lo que iba a ser una broma a señor Coperville...