Capítulo 28. La visita

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#NARRA AXEL

Cuando acabamos de arreglar la puerta me fui directo al auditorio, donde me había dicho Clare que estaría.

Desde fuera de la puerta ya se oía el piano. Abrí la puerta con cuidado y Clare no estaba sola. Maria estaba a su lado y la estaba enseñando a tocar. Se me dibujó una sonrisa en la cara. Mis dos Ángeles juntos, parecía el mismísimo Cielo. Cerré la puerta detrás mio y me acerqué al piano. Ninguna se percató de que estaba allí. Cuando acabaron la canción, Maria me miro con una sonrisa inocente. Le salian esos hoyuelos que tanto me gustaban. Clare también me miró.

-Qué haces aquí, Don Entrometido?- me dijo Clare y yo solté una breve carcajada.

#NARRA CONER

Acabé de arreglar la puerta con Axel. Este me dijo que iba a ver como iban las cosas con Clare. Lo que hace el amor. Antes de conocer a Clare era tan "amargado" (según Cris) como yo.

Me fui a dar una vuelta por el SumulatuM. Cuando llegué apareció una persona. Me vino a la cabeza que era un poseido. Saqué mi daga del cinturón pero este alzó una mano.

-No quiero hacer daño. A nadie. No soy un poseido, aunque lo parezca. Me camuflo entre ellos.- dijo el hombre. Tenía razón, al alzar la mano se le bajó la manga y pude vislumbrar la Estrella.

-Dime tu nombre- le dije fríamente.

-Rei. Soy de Japón, que no te extrañe.

Me relajé un poco. No dejé de sujetar la daga.

-Osea que Rei del SaforuM japonés, no?- le dije a Rei.

Este asintió.

-Soy uno de los tuyos. Soy un espectrum. Venía a ver a la chica.

-La chica?- le pregunté confuso.

-Si. A Clare Joana Roberts.

Se me heló la sangre.

#NARRA MARIA

Me sentía un poco "incomoda" en ese lugar: ente Clare y Axel. Me levanté.

-Yo me voy... Sandra me espera en... el SumulauM, si eso. Adiós.- dije esquivando a Axel y dirijiendome a la puerta.

-Puedes venir a hablar conmigo siempre que quieras eh?- me dijo Clare sonriendo.

-Si si. Adiós.- dije finalmente antes de desaparecer por la puerta. La cerré y fui por los pasillos algo perdida buscando el SumulatuM. Me encontré con Coner.

-Hola Coner, me puedes decir...- pregunté pero Coner pasó por mi lado como si no estuviera. Ni me miró!- Ah! Vale. Me lo tomaré como un "me importas una mierda".

Lo dije lo suficientemente alto para que me escuchase, pero siguió su camino. Yo seguí caminando hasta que me topé con la puerta del SumulatuM.

Entré y Sandra estaba acuchillando a un muñeco de paja que estaba en el suelo.

-...esto por mi madre- dijo y le acuchilló el brazo- esto por mi padre- dijo y esta vez fue en el pecho- esto por... ah! Hola Maria!- dijo finalmente levantandose del suelo y limpiandose la paja que tenía en los pantalones.

Toda la rabia que tenía había desaparecido y ahora hablaba con serenidad.

-Estás bien, Maria?- me preguntó acercandose a mi.

-Si si... es que... toda esa rabia... podías habermelo contado, ya sabes...como amigas- la dije hacercandome a una pared para coger arco y flechas. Sandra vino detrás mio y cogió una espada larga y dos dagas. Yo me crucé el carcaj y nos metimos en la sala de simulación. Lo puse a dificultad media y por la tarde.

Y empezamos con la simulación.

Estabamos en una playa. Yo ya había cogido una flecha y la tenía ya preparada en el arco. Sandra sostenía la espada en la mano derecha y por debajo de la sudadera se asomaban las dagas.

-Pensaba hablarlo contigo pero... no quería mostrarte que era débil.- me dijo. Derrepente, el agua se movió y salió un poseido. Le lancé la flecha y acerté en el cuello. Se desplomó y seguímos con nuestro camino.

-Sandra, todos tenemos nuestras partes de débiles...vale eso a sonado mal... que todos somos "algo" débiles- la dije.

Esta vez un perro salió del bosque que teníamos al lado. Sandra le clavó la espada en el estomago y calló inerte.

-Mmm...vale, te contaré todo de ahora en adelante- me dijo y nos dimos un tierno abrazo. Vi por la espalda de Sandra que se acercaba un poseido, puse una flecha en el arco y la lancé. Un tiro certero, entre ceja y ceja.

Sandra se apartó de mi y lanzó una de las dagas a un poseido que se acercaba corriendo hacia nosotras. Le dió, pero no llegó a matarle. Lancé yo una flecha pero tampoco. Seguía corriendo hacia nosotras.

-Revolver- me dijo tendiendo una mano hacia mi. Saqué el revolver de mi cinturón y se lo tendí.

-Todo tuyo. Daga- la dije y repetí el mismo movimiento que ella. Me miró con una sonrisa pícara.

-Para qué?- preguntó y empezó a sacar la otra daga del cinturón.

-Un experimento- la dije y la quité la daga de la mano. No teníamos mucho tiempo. Pasé la mano por la daga y ardió. La coloqué en la cuerda del arco y la lancé. Dió justo en el corazón. Por precaución, Sandra le disparó dos veces, aunque este ya estaba ardiendo. Se desplomó y desapareció. Se acabó la simulación.

EspectruM © ﴾#1﴿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora