#NARRA CLARE
Axel me llevó hasta el SumulatuM arrastras. Cogió unos cuchillos arrojadozos y unas dagas. Me soltó asi que yo también cogí cosas: dos revolvers, como no, y alguna daga. Axel me esperaba en la puerta del simulador programando la simulación. Leí por encima de su hombro: muy difícil y en la calle. Me estremecí un poco. Y ese cambio tan brusco a qué venía? Me metí en la sala seguida por Axel. Antes de que se cerrase la puerta y se apagasen las luces me dijo:
-Procura hacerlo lo mejor que puedas.
Comenzó la simulación y estabamos por una calle que no conocía. Era de día pero por lo que ví que puso Axel, no se iba a acabar tan pronto.
Yo ya tenía un revolver en cada mano. Caminabamos lento por la calle. Oímos unos aullidos de uno de los callejones que había a ambos lados de la calle. Una manada de lobos salió de uno de ellos. Axel se tensó. Tenía miedo a unos lobos de nada? Me quedé parada en la calle. Axel se giró para mirarme con incredulidad. Yo ya tenía los ojos cerrados y me centraba en el lobo alfa. Lobo. Lobo. Lobo. Y algo pasó. La manada que se acercaba a nosotros se paró mirandome asustados. Yo sentía que la ropa me quedaba cada vez más y más pequeña hasta que cedió. Me salieron unas enormes garras de los nudillos y estaba cubierta de pelo. Me había convertido en un lobo. Pero no en uno normal, sino que en el triple de grande y de fuerte. Gruní a la manada. Estos se dieron media vuelta y se fué por donde habían vuelto.
Volví a mi tamaño normal. La ropa...seguía ahí. Buf! La había dado por desaparecida. Cogí los revolvers del suelo y me acerqué a Axel que intentaba procesar lo que acababa de ocurrir.
-Vamos Axel. Si te quedas así más tiempo se te caera la baba- le dije cogiendole del brazo. Él finalmente salió de su estado para mirarme con los ojos como platos.
-Tú...grande... lobo... ein?- dijo mirandome algo confuso, bueno no, muuuy confuso.
-Yo tampoco sé lo que ha pasado. He visto que te has asustado con la manada que se me había... ocurrido algo para que no te quedases como te has quedado y que te atacasen.- le dije y esbozó una sonrisa.
Le solté el brazo y me senté en el suelo. Se dió la vuelta y me miro con cara de pocos amigos.
-Y ahora?- me preguntó algo molesto.
-Quiero descansar. Eso de la transformación me ha cansado.- le dije y le pareció creíble.
Se sentó a mi lado y me acurruqué en su pecho. Me cogió y me sentó en su regazo. Con una mano me acariciaba la espalda y con la otra dibujaba círculo invisible en mi muslo. Sonreí. Desde que empecé a salir con él, todo lo que hacíamos juntos me parecía divertido o entretenido, aunque solo fuese limpiar.
-No tengo miedo a los lobos.- me dijo y yo me reí.
-A vale... entonces por qué has actuado de esa manera antes?- dije apartandome de él y levantandome.
-Porque estaba pensando una...- empezó a decir pero yo le corté con una carcajada.
-Ya claro, tu pensarás cuando las ranas crien pelo- le dije y él también se rió. Se levantó y me dió un pequeño empujón en el hombro.
No quedamos mirandonos un largo rato hasta que perciví que algo se movía a mis espaldas. Cerré los ojos.
-Dejamelo a mi Axel- le dije y como le conocía sabía que sin abrir los ojos me estaría mirando confundido.
-Quieto- dije en la mente del poseido que se acercaba corriendo.
Quieto. Quieto. Para. Ya.
Sentí que Axel respiraba hondo. Cerré más fuerte los ojos y esta vez grité en la mente del poseído.
Quieto.
Me dí la vuelta y tenía al poseído a dos palmos de mi cara.
No sufrirás.
Apoyé mi revolver en su frente y la cogió él por mi.
Disparate. Gracias.
Es lo menos que puedo hacer por usted señorita Roberts.- contestó este y se disparó. Se calló de espaldas. Sonreí. Me acerqué al poseido, que ahora llacía muerto, para coger el revolver.
Me volví y vi a Axel mirando a su izquierda. Estaba en posición de ataque. Me fui acercando hacía él y miré por el callejón. Un grupo de murciélagos enormes se acercaban. Cogí a Axel de la mano y desaparecimos. Aparecímos encima de uno de los edificios de la calle. Cuando solté a Axel este se tambaleó un poco.
-Esto nos dará tiempo. Quédate aquí.- le dije y me puse en el borde del edificio.
-NO!- gritó Axel pero yo ya me había tirado. Tenía una daga en la mano e hice lo mismo que cuando ocurrió lo de Joe: pasé la mano por la daga y esta se tornó negra con el dibujo de la Estrella. Me giré de cara a los murciélagos que subían. Comencé a mover la mano de un lado a otro, matandolos de dos en dos. Cuando estaba cerca del suelo me teletransporté hasta quedarme algo alejada y en pie. Estaba jadeando. Todo el suelo estaba lleno de sangre y de murciélagos muertos. Miré hacia Axel que estaba en el borde del edificio contemplando la escena. Me tumbé en el suelo bocarriba. Cerré los ojos e intenté relajarme. Escuché que el suelo temblaba bajo mi y rodé la cabeza a ambos lados. No había nada pero al mirar hacia arriba había un águila el cruádruple de grande que los más grandes que existen. Apuntaba las garras hacia mi.
Quieto. Quieto. No te haré daño.
El águila posó ambas garras a los lados de mi cabeza. Suspiré aliviada. Me levanté y me subí encima de este.
Arriba. Arriba del edificio. Ya.
Este hizo caso y ascendió a una velocidad de espanto. Al llegar a la azotea del edificio, Axel me esperaba. Se subió y se sentó a mi lado.
Baja. Rápido. Baja. Ya
Volvió a hacerme caso. Cuando el águila estuvo en contacto con el suelo desapareció. Todo desapareció. La simulación había finalizado.
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EspectruM © ﴾#1﴿
Ficção CientíficaLa vida en Londres nunca había dado un cambio tan brusco desde lo que iba a ser una broma a señor Coperville...