Ven conmigo

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Marshall decaía cada vez más, se desangraba a mares, su sangre, negra como alquitran. Con un nauseabundo olor como el de un muerto en llamas.

-quedate quieto, dejame curarte.

La dulce princesa, desesperada, sacó nuevamente su botiquín y lo abrió. Sacó aguja, hilo, alcohol, bendas y una botella con agua.

-te vas a recuperar Marshall, no te preocupes.

-No Bonni, dejame partir, ya he esperado mucho, debo ir con Fionna y Gumball para disculparme por mis errores.

-No, hoy.

La princesa limpió sus heridas con las bendas y alcohol, puso su cabeza sobre su mochila, le amarró con una correa su brazo, colocó un pañuelo enrollado en su boca para que no se dañe sus dientes por el dolor y comenzó con la sutura.

Cada puntada de aquella aguja era un infierno, apretaba los ojos y gritaba de dolor.

-ya falta poco, no te preocupes, aguanta.

Porfin terminada la sutura, el demonio se quitó el pañuelo de la boca y abrió sus hermosos ojos color carmesí y dirigió su mirada a su dulce enfermera.

-Gra...cias.

-no te preocupes, cómo demonio... tu herida cerrará mañana, pero cómo semi humano tu cicatriz permanecerá.

-Bonnibel...

-¿si?

-ya es tarde...

-si, habrá que quedarse aquí hasta el amanecer.

-porfavor recuestate conmigo.

-¿q-que? N-no!!. Dijo la ojirosa completamente sonrojada

-por...favor

-e-esta bien.

Se quito su traje antigases y dejo ver su vestido turquesa hasta las rodillas dejando ver su hermosa y fina silueta.

Enrolló su traje y lo usó de almohada y se recostó a su lado.

Estaba totalmente oscuro y por la humedad del lugar no se podía hacer una fogata, la luz de la luna solo llegaba a través de la grieta.

El demonio y la joven de chicle quedaron frente a frente.

Los ojos rojos del vampiro brillaban con aquella luz, aquel carmesí hacía sonrojar a la joven y a la vez la hacia desviar la mirada.

-¿puedo decirte Bonni?

- c-claro.

-Bonni... gracias por venir a Aaa, desde hace años que no me sentía así, te extrañaré cuándo te hayas ido.

-Pues... ven conmigo.

-¿qué? Exclamó sorprendido el pelinegro.

-¿por qué no?, serías de gran ayuda, ademas... no puedes seguir viviendo así, el quedarte en el recuerdo... no es bueno.

-no, no puedo... pertenesco aquí y pereceré con este lugar.

-no tiene que ser asi...

-porfabor, no.

-porfabor, si...

Ven conmigo

Adventure Time: ¿Quien eres? (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora