Gracias

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Cayeron a un enorme monticulo de arena. Bonnibel se levanto, sacó de la mochila su detector de gases y vió que el aire allá abajo era normal, y se sacó el casco.

Marshall salió de ahí y volvió a ser el arrogante chico mitad demonio.

-¡Marshall!..

Exclamó ella dandose cuenta que parte de su cabello estaba descolorido.

-¿Que? Tenía hambre ok?. -Dijo él en su defensa.

Ella solo frunció el seño y se dispuso a caminar.

-A dónde vas?. -Preguntó Marshall.

-¿Que crees? A buscar la esmeralda.

-Pero la esmeralda esta por allá. -Dijo el ojicarmesí señalando a un tunel oscuro tapado con tablas.

Ella se sonrojó por su error y no dijo más, el sonrió burlonamente y quitó las tablas.

-Las damas primero.

Ella solo pasó y siguió caminando.Sacó su linterna y caminó y caminó mientras el vampiro flotaba al lado suyo con las manos en los bolsillos.

Este de pronto desapareció.

-¿marshall? -Pregunto ella preocupada viendo por todos lados.

Marshall con el rostro de una bestia la asustó con un chillido espectral, justo en el momento en que ella voltea y hace que se sobresalte y pegue un grito.

Este rie burlonamente.

-¡Marshall Lee casi muero de un susto! -Gritó ella empujandolo de mala gana.

-Vamos, solo fué una broma, no seas tan amargada.

-Idiota. -Dió media vuelta y siguió caminando furiosa

-Vamos fresita calmate, no te vuelvas la reina de las amargadas como tu abuelo Gumball.

-No hagas esto, porfavor.

-¿Siempre tan aburrida?- Exclamó el vampiró mientras se le acercaba.

-¿Siempre tan irreverente?

-Almenos soy el alma de las fiestas.

-¿De que fiestas? ¿las de fantasmas? ¿o acaso sales de parranda con la sirena de arena? porque no veo a nadie...

-¿Quieres mi ayuda o no? Ya calmate de una vez.

-¿Que me calme? La tierra de Aaa está hecho pedazos y temo que mi pueblo sufra de la misma manera y tu te lo tomas como un chiste, lo siento, agradesco que intentes ayudarme, pero no puedo hacer esto si sigues así.

El se cruzo de brazos y con la mirada desviada dejo libre un suspiro de fastidio.

-Lo siento.

- Bueno ya no importa, mira.

Ya habían llegado a una pila de gemas preciosas, y en el techo un ojo gigante tallado en piedra.

-¿cómo sabremos cuál es? -Preguntó ella.

-Dicen que la gente de corazón puro y noble puede ver un brillo en especial en la gema, osea... que solo TU puedes buscarla.

-¿por qué acentúas el TU?

-Quisiera ayudarte enserio, pero,  soy un demonio, tengo el corazón oscuro y lleno de odio, jamás la encontraría. Dijo el pelinegro encogiendose de hombros.

-No creo, si fuera así me hubieras matado cuándo tuviste oportunidad.

-no sabes nada.

De pronto un gran temblor sacudió el suelo y del enorme ojo del techo, salió una enorme arpía calva, con ojos verde brillante, piel seca y arrugada, con el cuerpo de una mujer esqueletica con seis brazos y la cola como de una serpiente de cascabel.

-¡¿Quién se a atrevido a venir hasta acá a retarme y robar mi tesoro?!!- Dijo la asquerosa sirena.

-¡Yo me ofresco a retarte!- dijo Marshall.

-¡Marshall no...! -Exclamó ella sorprendida.

-¿quieres que deje de tomar esto como un chiste? Pués ve allá y busca la esmeralda mientras yo la distraigo.

-ok.

Ambos se separaron y corrieron cada uno por su lado.

El demonio se volvió un gigantesco murcielago nuevamente y luchó incansablemente con la arpía.

Mientras Bonnibel buscaba entre el gran botín la piedra.

Buscó y buscó hasta que de pronto vió un resplandor de color verde desde lejos.

Pero la sirena lampiña con su cola derrumbó el cerro de joyas y esta se perdió entre tantos colores.

Marshall le dió un gran puñetazo pero con sus enormes garras abrió la herida del  vampiro haciendo que este gritara y volviera a su estado normal y cayera hacia el monticulo de gemas.

-¡Marshall! -Gritó ella mientras corría hacia el.

-¡No te preocupes por mi, sigue buscando la gema!

-no te dejaré. -Dijo tomando su cabeza

-¿alguien más quiere pelear conmigo? -Dijo la arpía victoriosa por la derrota de su oponente.

La pelirosa tomó su mochila y sacó una ballesta flexible y portatil con flechas brillantes con fluor y veneno de la asociación de asesinos en la punta.

Pero justo antes de disparar, la cola de la sirena se le puso por encima de ella y se le acercó cara a cara mostrando sus afilados colmillos.

-¿quién te salvará ahora rosadita?

-¡esto es por Marshall!!

Tomó la ballesta y le disparó en su enorme ojo verde jade, haciendo que pegue enorme grito de dolor y que se retorciera hacia atrás, chocára con la pared y cayeran cientos de escombros enormes sobre ella, causandole la muerte.

-Bien hecho princesa. -Dijo debilmente el demonio mientras caminaba lentamente hacia ella.

-Debemos irnos, hay que curarte te estás desangrando. -Dijo la pelirosa preocupada mientras tomaba su brazo y lo rodeaba en sus pequeños hombros.

-no sin esto...

Mostrandole la piedra que tanto buscaba en sus manos, quedó boquiabierta la dulce chica, no podía creer lo que hiso por ella.

-¿pero como la encontraste?

-ví el resplandor verde... tenías razón, quizas no soy taaaaaaaaaan malo como creía.

Ella sonrió bondadosamente y lo abrazó.

-gracias.

Adventure Time: ¿Quien eres? (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora