Capitulo 19

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La junta dió por términada dos horas despúes de discutir todo lo que se debía hacer. Me despedí educadamente y salí directamente a mi oficina, desesperado por hablar con Jack y saber cómo estaban las cosas con Daniela. Seguía perturbado por todo lo sucedido los últimos días, pero la presión que tenía en el estómago, debido a todo lo que estaba pasando me hacía moverme.
No pude hablar con Mabell sobre Daniela, cuando lo intentaba, sólo salían balbuceos ridículos y lágrimas humillantes. Así que decidí no hacerlo, y ella no me presionó. Me abrazó hasta que me quedé dormido y cuando me desperté ésta mañana, ella ya se había marchado. No me había llamado ni mandado mensajes, así que deje mi celúlar en la oficina.

-Señor Carter. Un hombre lo espera en su oficina.- Constance habla agítada detrás de mi.- Acaba de llegar, pero no me quiso decír quién era. Sólo dijo que era importante.

Me detengo frente a mi puerta y la miro seriamente. La chica es lista, pero algunas veces llega a ser muy fácil de corazón. Ningún desconocido debe pasar a mi oficina, sólo mis amigos y familiares. Pero el agotamiento mental de lo sucedido, junto con la reunión hace que decida dejarlo pasar.
Abro la puerta de mi oficina y cierro detrás de mí. Me quedo quieto cuando veo al hombre que está sentado en mi escritorio, al principio realmente creo que es Jack, por la confianza en la que está recostado sobre mi silla. Pero cuando llego frente a él, me doy cuenta que no lo es. No lo reconozco y eso me llena de confusión, jamás lo había visto...

-El chico de la tienda de música.- susurro sin comprender.

Es él, lo conocí una vez fuera de una tienda de instrumentos músicales. Lo recuerdo porque me pareció desagradable su comentario sobre las mujeres. Sólo no recuerdo su nombre. Y sigo sin entender qué demonios hace en mi oficina. Luce muy mal, reconozco a alguien que lleva una vida de adicto cuando lo veo. Y él luce así.
Al verme sonríe búrlon y me hace una seña de que tome asiento. Frunzo el ceño furioso, ¿Quién diablos se cree?.

-¿Quién eres y qué demonios haces aquí?.- le pregúnto al fin.- Más vale que hables pronto o los de seguridad te dará una patada en el trasero hacía la calle.

Su sonrisa macabra se acentúa y me mira lentamente de arriba a bajo con búrla.

-Kleith Carter.- su voz está llena de repulsión.- Un gusto conocerte al fín. No te reconocí cuando nos encontramos fuera de la tienda. Error mio.

-Oh, sí. Nos costó tanto reconocernos.- mi molestia comienza a subír.- Largo, ahora mismo.

Golpeo el escritorio con mis puños y lo miro seriamente. No logro recordar de dónde lo conozco, pero no me gusta la sensación que me produce.

-Me han dicho que solías ser muy temperamental y parece ser que aún lo eres.- se recarga sobre el escritorio y se envuelve las mangas de su chaqueta.

Mis ojos caen directamente sobre las marcas que tiene en sus brazos, algunos razguños parecen recíentes. Me enderezo al verlo mejor, y sé dónde lo he visto, sé con quién lo vi y sé que hijo de puta es.

-Trevor.- mi voz suena lejana

Su sonrisa búrlona está a nada de sacarme de mis casillas, pero logro calmarme. Él era quién se llevó a Daniela cuando mi auto casi la arroya, él es quién le hace daño.
Lo observo detenidamente una vez más y por primera vez entíendo de lo que hablaba Daniela. Ese chico parecía un maldito principe salido de un cuento perfecto, para chicas perfectas. Pero yo sabía quién era, sabía lo que hacía y lo malnacído que había sido con Daniela, apesar que ella lo amaba.

-Estoy seguro que las referencias que tienes sobre mí son una basura, pero permíteme...

Antes de darme cuenta de que estoy en movímiento, su cara da un golpe seco sobre mi escritorio y su cuerpo cae violentamente al piso. Levanto las manos, cómo si él quemara y me alejo enseguida. ¡Maldita sea, Kleith!. Control, mantén el control. No lo vale, él no lo vale.
Las carcajadas desquiciadas de Trevor hace que el cabello de mi nuca se erize. Me alejo aún más cuando lo veo levantarse con la boca sangrando. La imagen de Daniela tirada en el piso mientras llora ensangretada y él parado a su lado, ríendo de esa manera me vuelven loco. Si a mí me perturba, a ella debió dejarla peor. No me sorprende ver la poca cordura que mostró desde el día que la volví a ver.

-¿Le creíste?.- murmura casi ahogado de la sangre.- ¿Crees que el mounstruo soy yo?.

-Lo eres. Sólo hay que ver cómo está ella para saberlo.- agarro mi celúlar que está sobre el escritorio para llamar a la policia.- Lo que haces es repulsivo y miserable.

-¿Y lo que hizo ella?.- se búrla de nuevo.- ¿Cómo se llama lo que ella te hizo?.

Mi pulgar se queda suspendido en el aire, antes de presionar el botón verde y no puedo evitar que los ojos comiencen a arderme. Lo sabe, él lo sabe.

-¿Quién crees que fue su ayuda en todo éste tiempo?. ¿Quién crees que fue su maldito saco de lágrimas mientras lloraba por todo lo que había hecho?. ¡Pregúntale!.- escupe la sangre y se limpia con el dorso de su mano.- Y no se arrepiente Carter, ella no se arrepiente.

-Eso no es asunto tuyo.- me acerco y lo sujeto de la chaqueta.- Te juro que haré que te pudras en prisión por todo lo que le has hecho a Daniela.

-¿Lo que le hice?. ¿No será que yo voy a pagar por algo que ambos nos hicímos?.- me da un golpe en el estómago que hace que lo suelte.- Fuímos los dos Kleith. ¿O no has escuchado eso de que hay personas que sacan lo mejor de tí, y hay otras que sacan lo peor?.

Me alejo de él, con una mano sujetando mi estómago adolorido y con la otra desbloqueo mi celúlar de nuevo. Ignorándolo.

-¡Ella sacó lo peor de mí!.- lo veo moverse pero no me acerco.- ¡Y va a sacar de peor de tí, justo cómo lo hizo en el pasado!.

Pulso el botón y levanto la vista justo cuando quita el seguro de su arma y me apunta directamente en el pecho. Es cómo si todo se detuviera y una repentina sensación de miedo me atraviesa de golpe. No quiero morir, no así.
Pienso en Mabell y la sensación se vuelve dolorosa. No quiero dejarla.

-Jamás deberías creer en alguien que te quitó la oportunidad de ser padre.- se acerca un poco.- Debes entender que ella ya no es tu Daniela, ésa chica murió hace años. Ahora es mi Daniela y así seguirá.- susurra antes de jalar el gatillo.

Al Amor Que Dejé Atrás.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora