Las luces de los autos se volvían un destello muy intenso cuando los pasábamos rápidamente. A Benjamín lo último que le interesaba de todo, era nuestro bienestar, o eso es lo que parecía por lo jodidamente veloz que iba. Pero no se discutía, debíamos llegar pronto con Daniela, de lo contrario, nada saldría bien. Podía sentír el sudor frío que me recorría el cuerpo completo debido a la adrenalina tan intensa que se movía dentro de mí como sí de veneno hablaramos. Cuando estábamos apunto de llegar, Benjamín detuvo la camioneta y apagó las luces.
-Vamos a ír a píe.- sacó su celular y llamó a Daniela.
Jack y yo salímos de la camioneta y esperamos a que Daniela contestara la llamada, pero no lo hizo. Eso nos puso en alerta.
-Tenemos que búscarla, ella debe estár aquí.- Ben volvió a llamarla, pero volvió el buzón.
-Vamos a entrar más.- comienzo a caminar hacía dentro. Ignorando el aterrador sonido del agua que está debajo de nosotros.
La luna brilla iluminando todo, hacíendo ver a las luces de servicio como algo inútil. Caminamos con cuidado y nos escondemos entre los contenedores para que no nos vean.
-¿No suele haber guardias?.- pregunta Jack, confundido.
-Trevor debió arreglar eso.- contesto enseguida
-Además, hasta las camáras fallan.- añade Benjamín.
Un ruído llama nuestra atención, por lo que ponemos más atención de donde proviene. Sólo podemos oír murmullos, y despúes un golpe seco. Como si lanzaran algo contra el suelo con mucha fuerza. Los tres corremos hacía el lugar en el que se supone que salen los ruídos. Pero nos detenemos al ver a Trevor parado bajo la luz de un faro. Está quieto, observando al frente y un tubo está tirado en el piso, lo que suponemos, fue el ruído. Nos escondemos detrás de otro contenedor cuando notamos el arma que lleva en una mano. Nosotros no pensamos en traer algo como eso para defendernos, no somos de ese tipo, pero supongo que si era necesario. Unos pasos resuenan por el sitio, son seguros y fuertes, y son de Daniela.
-¡Si veníste!.- exclama él, sorprendido.- ¡Estás aquí!.
Daniela se detiene a unos metros de él y esconde sus manos en los bolsillos de su gabardina. La luz artificial es suficiente para notar su rostro cansado y la tristeza tan profunda que sus ojos reflejan. Pero increíblemente, parece tranquila.
-Me amenazaste, claro que debía venír.- susurra seria.
-No fue mi intención.- niega nervioso.- Es que tu... tu ya no eres la de antes Dani, eso me pone muy mal, ¿Sabes?. Yo en verdad quiero estár contigo y tu me quieres dejar.
-No nos hacemos bien.- se encoje de hombros.
-¡Deja de actúar como una maldita perra sin sentimientos!.- le grita furioso.- ¡Tu eres la que hace las cosas mal aquí, no yo!.
Daniela se aleja un paso cuando Trevor intenta acércarse. Estoy apunto de salí, pero Jack me sujeta para evítarlo y niega con la cabeza.
-¡Tu fuíste la que me engañó!.- se tira del cabello con fuerza.- ¡Primero con ese hijo de puta y luego, con Kleith Carter!.
-Te dije que eso jamás pasó.- la voz de Daniela comenzaba a temblar.- Kleith y yo no tuvímos nada cuando volvímos a vernos.
-¡Mentira!.- le escupe.- ¡Mentira, mentira, mentira!.
Benjamín frunce el ceño al ver las reaccíones que Trevor tiene. Parece un niño pequeño hacíendo una rabieta. No entiendo que se supone que está tramando Daniela, pero en verdad espero que ella si sepa lo que hace.
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Al Amor Que Dejé Atrás.
Romance-¿Dices que el amor de tu vida y tu alma gemela son dos personas completamente diferentes?.- pregunté haciendo una mueca. -Así es querido Kleith, así que dime... ¿Mabell es tú alma gemela o el amor de tú vida?. -El amor de mi vida.- contesté enseg...