No estaba planeado que el encuentro fuera algo incómodo, pero el nerviosismo de ambos no estaba ayudando en absoluto, estaban inquietos.
En el tiempo que ha pasado desde que YoonGi acudió a su casa no ha habido poco más de un par de frases compartidas. ¿De qué podrían hablar? No podía simplemente olvidar todo lo que ha venido pasando y tampoco es un buen tema de conversación.
No quería sentirse así con el mayor, después de tanto tiempo de conocerse es difícil aceptar que ahora el Alfa parece tan incómodo con su compañía. Le entristecía y lo hacía sentir vacío.
— Hyung... ¿Cómo has estado?— aunque la respuesta parece ser obvia, JiMin no se priva de preguntar en un intento de aliviar la tensión, y porque siente un poco de curiosidad aún si sabe.
— Bien— es lo único que puede decir porque sabe que es incapaz de mentirle.
Mentir es diferente a ocultar, lo que ha estado haciendo en los últimos años con sus sentimientos.
—Me alegra— pero sabe que no es verdad, porque lo puede sentir, siente el corazón del mayor siendo estrujado y lleno de tristeza.
Lo sienten, ambos. Y no saben que esa es la razón por la que cada día se sienten más tristes y pesados, porque comparten el dolor del otro.
— ¿Y tú? ¿Ya has tomado supresores?
— He estado bien, Hyung, he tomado los supresores pero no tienen efecto, investigué y es porque he estado experimentando muchos cambios de humor— no quiere especificar que los cambios de humor son negativos y que su Omega necesita atención, simplemente porque no quiere tensar aún más el ambiente.
JiMin quisiera poder aprovechar el poco tiempo que le queda de cordura para hablar con él, porque sabe que en cuanto el celo tome control sobre él, YoonGi tendrá que irse para evitar un desastre. No quiere, si es sincero, no quiere que se vaya y no sabe si está hablando por su Omega o por él.
Trata de tranquilizarse, pero de pronto el sofá parece demasiado amplio y al estar sentados en ambos extremos, la distancia que los separa se le hace una infinidad. Observa el rostro neutro del mayor, que de un segundo a otro se convierte en una mueca de sorpresa y angustia, ya sabe lo que está pasando, está tomando control.
— JiMin, creo que debería irme— comienza a sentir su esencia aún más fuerte y a su Alfa le recorre una inmensa necesidad de tocarlo. Quizás no fue buena idea visitarlo.
— No, Hyung, recién acaba de llegar— siente sus ojos nublarse, al igual que su subconsiente y su presencia comienza a desvanecerse— Alfa, quédate
El peliazul no sabe qué hacer, siente el pánico recorrer su cuerpo, pero la fuerte esencia del Omega lo está mareando. Lo está fascinando.
Sacude su cabeza intentando apartar a su Alfa y evitar que tome el control, debía mantener la cordura.
El Omega se acercó a él, tan rápido que no pudo evitar el contacto y al instante lo tenía aferrado a su cuello, en busca de que la esencia del mayor lograra tranquilizarlo. No puede evitar rodear su cintura e imitar su acción. A pesar de todo, de tener a JiMin en un cálido abrazo, se sigue sintiendo desanimado, ambos lo hacen.
Y quizás lo único que necesitaban, era sentir la presencia del contrario, el contacto de ambos cuerpos, aliviando un poco su herido corazón, logrando que su respiración dejara de pesarle.
No sabe cuánto tiempo ha estado abrazado al rubio, y tampoco se molesta en averiguarlo, pero por un momento pareció que todo se detuvo, incluso él, se detuvo de sentir, porque lo único que lo llenaba eran cosas negativas, se detuvo de eso, sus sentidos dejaron de funcionar.
El Omega tenía más efecto en él de lo que se pudo haber imaginado y no sabía qué pensar al respecto. Pero no era el único que se sentía así, los dos compartían la experiencia de no sentir nada más que su presencia.
Habia tantas cosas de los que ninguno de los dos se daba cuenta, como la necesidad de sentirse, la unión que tenían más allá de lo físico, su amor.
Era lo único que necesitaban, a ellos mismos, amándose, compartiendo su sentir, siendo parte del otro y complementando su existencia.
Esta vez el celo parecía oportuno, porque jamás se habían sentido tan juntos, tan bien con su compañía, esta vez no iba a pasar otra cosa más que sus muestras de afecto, inocentes roces sin llegar a la lujuria, sin dejarse consumir por algo que no fuera cariño.
Ya se habían hecho suficiente daño, tenían que obtener una recompensa por ser fuertes, ¿no? Muchos podrán decir, que un amor adolescente no tiene la importancia como para romper a una persona, pero no hay que minimizar, sobre todo porque las personas destinadas no pueden separarse, o sienten que todo su mundo se acaba y una parte de ellos deja de existir.
Ellos no pueden separarse, y ahora el Alfa se daba cuenta de que la espera valió la pena porque tener a JiMin de ese modo, es más significativo que todo lo que tuvo que pasar para llegar a eso.
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Hola!
Pido una disculpa por la tardanza, pensaba actualizar antes pero sucedieron algunas cosas y mi mente se bloqueó.
Bueno, espero que les haya gustado el capítulo.
No olviden comentar y votar si les gustó <3
Cualquier error o falta de ortografía avísenme.
Gracias a las personitas que siguen leyendo esto, me animan a seguir <3
Bye❤
PD: casi llegamos al final :c
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El Hilo Rojo~ YoonMin/KookTae Omegaverse [Corrigiendo]
Acak"El Hilo Rojo conecta a aquellos que estan destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias. El Hilo Rojo se puede estirar, contraer o enredar, pero nunca romper." JiMin estaba seguro de que JeonGguk era el chico que siempre bus...