Capitulo 3

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Lauren

Pero cuando despertó fue con un respingo. Se incorporó bruscamente. Tenía la sensación de que algo estaba mal, sin saber de qué se trataba. Saltó de la hamaca, sin prestar atención al dolor de su costado izquierdo, y se calzó las botas con tanta celeridad como le fue posible. Luego tomó su fusil y abandonó el claro, con pantalones cortos y su Cuchillo a la cintura.

Cuando llegó a la playa sin haber visto ni oído nada, comenzó a reír para sus adentros por estar tan nerviosa.

Ha sido un sueño -murmuró. Y echó a andar hacia el sendero.

Antes de poder dar un paso más se oyeron otros disparos.

Agazapado en el límite de la selva, echó a correr hacia esos ruidos. No tuvo que andar mucho para verlos. Eran dos hombres en una lancha; uno estaba sentado junto al motor; el otro, de pie, apuntaba su fusil hacia algo, en el agua.

Lauren parpadeó varias veces antes de ver la forma oscura y redonda que se sumergía en el agua. Era una cabeza humana.

No pensó en lo que estaba haciendo. Después de todo, eran tiempos de guerra; la cabeza del agua bien podía pertenecer a un espía alemán que mereciera la muerte. Pero ella sólo pensó: dos contra uno, no es justo. Puso el fusil detrás de un árbol, se quitó las botas y entró al agua.

Nadó tan silenciosamente como pudo, tratando de vigilar a un tiempo aquella cabeza y a los hombres. Cuando aquella persona se hundió sin volver a aparecer, ella buceó hacia las profundidades.

¡Allí! -oyó gritar arriba, en el momento de sumergirse.

☼☼☼☼

Momentos después las balas zumbaban en el agua. Una le rozó el hombro. Lauren siguió buceando, cada vez más abajo, con los ojos bien abiertos, buscando.

Cuando sentía ya la necesidad de emerger para tomar aire vio un cuerpo laxo, doblado en dos, que caía hacia el fondo. Pataleó con más energías para alcanzarlo.

Lo sujetó por la cintura y comenzó a dar manotazos hacia arriba. Vio las raíces del manglar a su derecha y trató de alcanzarlas. Sus pulmones ardían y su corazón latía en los oídos.

Cuando asomó la cabeza en la superficie, su único interés era respirar; no prestó atención a los hombres. Sujetó con movimientos torpes el pelo de la persona a la que sostenía y sacó su cabeza del agua. Mientras trataba de determinar su situación, notó que aquella persona no respiraba. Los hombres habían apagado el motor y estaban a pocos metros de distancia, pero de espaldas a ella.

Lauren nadó en silencio entre las raíces. Una almeja afilada le arrancó una involuntaria exclamación, al hacerle un corte en el costado herido. Apretó los dientes y siguió retrocediendo entre las raíces, aunque los moluscos adheridos a ella le cortaban la piel tierna de las quemaduras. Los hombres estaban maniobrando a remo.

La has matado -aseguró uno. -Vámonos.

Prefiero asegurarme -dijo el del fusil.

Lauren, al oír ese pronombre femenino, giró para mirar la cabeza que se bamboleaba sobre su hombro. Eran las delicadas facciones de una joven, bastante bonita... que parecía muerta.

Por primera vez, Lauren se sintió encolerizada. Habría querido atacar a esos dos hombres, capaces de disparar contra una mujer, pero no tenía más armas que un pequeño Cuchillo; además, su cuerpo estaba lleno de quema duras a medio

cicatrizar y no tenía idea de lo profunda que podía ser la herida de bala en su hombro.

Impulsivamente estrechó a la mujer contra sí, protegiendo su cuerpo esbelto de las afiladas almejas, y se encontró con la curva de un pecho femenino. Eso aumentó su sentimiento protector, obligándolo a abrazarla de una manera amorosa, mientras fulminaba con la vista a los dos hombres que seguían escrutando el mar.

LA PRINCESA(ADAPTACIÒN CAMREN-G!p)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora