Los hermanos Galán, el hijo de Joaquín, Francisco Galán. Lucia como todo una zorra.
Líos familiares, cosas nuevas.
¿El sexo une a la familia? Puede ser....
Tomamos desayuno en paz.., tranquilos. Como siempre hablando, mirándonos y acariciándonos.
Después de eso entre los dos comenzamos a limpiar todo lo que habíamos ocupado, mientras lo hacíamos me entró una llamada de Rocio.
_Hola mami, ¿cómo estás? ¿Cómo llegó Fran?
_Hola cariño, estamos bien, Fran llegó anoche cansado, así que cenamos y fuimos directo a la cama. _ contesté en doble sentido mirando a mi sobrino, quien comenzaba a acercarse a mi.
_Que bueno, me lo podés pasar un poquito, por favor. _me pide y le paso el celular al chico.
_Hola Rochi! _saluda Fran con emoción.
_Hola tarado..., ¿por qué no me contestas las llamadas?_ escucho desde el otro lado de la línea.
_Em.... Oh, si, lo que pasa es que tengo el celular arriba y lo tengo en silencio_ se excusa Fran_ Lo siento prima.
_Ok.. ya no importa, la cosa es que te llamaba para ver si queríasvenir a una fiesta conmigo, tus amigos y los míos. _le propone Rocio.
Francisco me mira y me pregunta con los ojos, yo le sonrío tranquilamente y asiento. _Si, claro. ¿Me mandas la dirección por WhatsApp?
_Sip, pero vente temprano para que me cuentes de tu viaje.
_Obvio, hasta luego.
_Chau.
Terminaron la llamada y yo estaba colgada del cuello de Fran. _¿No te molesta que vaya?_ me pregunta preocupado.
_JAJAJAJJAJA Fran, mi amorcito JAJAJAJ ¿cuántas veces te tengo que decir lo que es una relación abierta?
_Pero...
_No. Tranquilo. Sabes que podés ir, basarte con todas, acostarte con algunas... lo quieras, PERO TE CUIDAS OK?
_Por supuesto, hermosa. _me toma por la cintura, me acerca a él y me da un beso profundo.
Luego de un rato nos separamos por falta de aire y le sugiero que suba para ver los mensajes de mi hija y que pueda ir a la fiesta.
Así lo hizo, y al bajar (ya vestido decentemente) me dijo que se iría antes de almorzar ya que Ro lo invitó a comer con un grupo de chicos.
A las dos horas se fué y me quedé sola en la casa, almorcé, limpié cantando y en la tarde me senté en el sillón a ver una novela con una copa de vino en la mano. Al dar las 21:⁰⁰, en un arrebato de locura me bañé, te arreglé para salir, no sé a dónde, pero iba a salir, no quería estar ahí encerrada.
Me puse un vestido que me encanta, tomé el auto y primero fui a un restaurante a cenar.
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