°Narra Lucia°
Como era de esperarse, a la mañana llegó Joaquin a primera hora.
Estaba en la cocina, con dolor de cabeza, tomándome un café cargado y escuchando el sermón de Joaquin, al que no le encuentro motivo, por que ahora somos solteros, ambos.
—Dios mio, Lucia, ya no sos una quinceañera, por lo menos me debiste haber avisado que te irías con alguien. No tenés idea lo preocupado que estuve toda la noche. —continua con el discurso, hasta que me harté.
—NO, joaquin, claro que o soy una quinceañera, y por eso mismo es que no tengo por que avisarte nada, ya soy una mujer adulta. Yo sabré lo que hago o no con mi vida —lo detuve antes de que siguiera con su bla bla.
—¡¡No me hables así, Lucia!! Solo te estoy cuidando.
—Pero es que toda la vida me has cuidado, hermanito..., creo que ya es hora de que me vayas soltando, ¿no te parece?
Él solo me mira mal y apreta los puños a los lados de su cuerpo. Yo me calmo y termino de tomar mi café en silencio y con la mirada gacha.
Al rato de que termino, aparece Rocio, quien ya se tenia que ir a estudiar. Sacó una manzana, se despidió de mi y de Joaquin y salió casi corriendo.
Yo me dispuse a irme a mi cuarto para dejar a joaquin ahí, pero él me sujetó del brazo y no me dejó. —No hemos terminado de hablar.
—Yo si. —nuevamente intenté irme, pero solo conseguí que Joaquin me acercara más a él.
—Pues yo no. —dijo pegándome a una pared.
—Ay, Joaquin, basta de hacer el papel del hermano mayor sobreprotector. —lo empujé con mi cuerpo, pero no logré moverlo, solo llegamos a rozar nuestras intimidades.
Él sonríe con malicia. —Me da mucha ternura que creas que esto es solo por hermandad.
No supe que contestarle. Solo me quedé mirándolo con sorpresa. Joaquin me siguió acorralando en la pared, hasta que quedamos extremadamente cerca y nuestras respiraciones se hicieron una sola. —No puedo creer que aún después de haberte pedido que fueras solo mía sigas creyendo que solo te busqué por sexo —me susurró, ya que no era necesario hablar más fuerte, a causa de nuestra cercanía.
—J-Joa... —fui interrumpida antes de que pudiera seguir.
—Nada.... ¿No entiendes que no quiero ser solo tu hermano? ¿No entiendes que necesito saber donde estas por celos? Odio que muchos hombres te puedan tener, además de mi.
—Joaquin.., yo...
—No me digas nada —comenzó a acercarse a mi cara— Por ahora solo.., déjate llevar...
Se siguió acercando hasta llegar a juntar sus labios con los míos. Comenzó a besarme profundamente, me transmitió pasión.., pero también pude sentir algo que hace mucho no sentía; amor. Claramente amo a mi hija, a mi familia etc, pero Joaquin me transmitió ese amor de pareja, ese amor que una vez que lo tienes, no lo quieres soltar más.., ese amor con el que te sientes segura.., todo eso Joaquin me lo dijo solo con un beso.
Me soltó las muñecas y me tomó por la cintura, a los pocos segundos se separó de mi, apoyando su frente con la mía. Me dió el tiempo de decidir si esto quería o no. Perfectamente lo pude apartar, pegarle una cachetada e irme a sacar las ganas con cualquier otro tipo, pero no. Me quedé ahí y esta vez fuí yo quien comenzó el beso. Acaricié su rostro, delineé sus labios con mi dedo y lo besé. Mis brazos rodearon su cuello. Él tomó delicadamente mi cara entre sus manos y profundizó el beso. Me separé de sus labios para bajar a su cuello. Bajé mis manos a su camisa y comencé a sacarla, sin dejar de besar su cuello y sus labios.
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Relatos De La Familia Galán |TERMINADA|
FanfictionLos hermanos Galán, el hijo de Joaquín, Francisco Galán. Lucia como todo una zorra. Líos familiares, cosas nuevas. ¿El sexo une a la familia? Puede ser....