(Instagram: carolinarabarca
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Akiyama entró en la habitación.
-Fey-sensei –dijo mientras hacía una reverencia.
-Dime qué tienes para mí.
-Ya tenemos visto el horario que la chica tiene en el Sensations. ¿Qué quiere que hagamos con ella cuando la tengamos con nosotros?
-Si trabaja ahí, debe conocer a Hayashi…
-Él la metió ahí, según dijo el informante.
-Así que son conocido o poco más.
-¿Qué planea, mi señor?
-Akato-sama está hospedándose en este mismo edificio. Leí la hoja de las personas que están en el hotel y él duerme en un piso más arriba; habitación 605.
-Siga, por favor.
-Ustedes la secuestrarán y la obligarán a entregarme la libreta. Si no habla en horas, déjenla en la puerta de Akato metida en una bolsa.
-Como usted ordene, Fey-sensei.Y se retiró. Fey Lang le hizo una seña a un niño, Akemi, quien amaba cepillar el cabello de su amo. Corrió hacia él con una sonrisa y comenzó.
-Fey-sama, su cabello me gusta mucho. Es largo, bonito, brillante y sedoso. Usted es bueno conmigo, con la gente y por eso Amaterasu Omikami le premió con su cabello.
-Sí, Akemi-kun, la diosa me ha premiado por todo lo que haz dicho.Fey y el niño no hablaron más, solo se escuchaba un tarareo del niño mientras pasaba el cepillo una y otra vez.
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Lynnea ya terminó su turno de las 7 a las 3 de la tarde. Iba caminando a la parada más cercana de la locomoción colectiva cuando un hombre anciano se le acercó.
-Jovencita, ¿puedes ayudarme a llegar aquí?
-Déjeme ver –y tomó el móvil que él le mostraba –. Bien, eh, está a una cuadra de aquí. Siga derecho y…
-¿No me puedes dejar personalmente?Lynnea vio la cara del anciano y le dio ternura. Asintió y tomó del brazo al señor mientras caminaban hacia el destino.
Cuando doblaron, Lya tuvo un mal presentimiento: hay un auto negro detenido y van a caminar cerca de ahí.
<<Ya me han secuestrado varias veces como para que haya otro>>.
-Señor, es al frente. Debo irme es…
Y le pusieron una bolsa en la cabeza. Lya comenzó a dar patadas y codazos, pero el anciano también estaba involucrado en esto; es más, no era un anciano, sino un señor disfrazado con máscaras creíbles. Amarrada de pies, manos y con la boca tapada por un hombre, ella entró al auto y la pesadilla comenzó.
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Lynnea despertó un poco desorientada, amarrada en el aire sin ropa y con las piernas abiertas. Abrió los ojos y solo veía caras iguales y borrosas. Se acercó uno quien se bajaba los pantalones. La penetró y ella gritó. Los demás se rieron con gozo y le taparon la boca para que nadie sospechara lo que estaba ocurriendo en el quinto piso del hotel.
El hombre le pegaba manotazos en la cara y menos podía responder ella. Escuchaba mal, estaba muy drogada y esa sensación la odió, la odió por volver a ella.
-La libreta –se detuvo en seco y Lya gruñó –, ¿dónde está?
-Mmh –le quitó el pañuelo de la boca –. Yo… yo no sé de qué hablan.Para la suerte de ella, sabía mentir muy bien y él le creyó. Todos le creyeron. Pero Fey había dicho que solo cuando pasaran horas podían soltarla. Solo habían pasado 30 minutos y todos los demás gruñeron… pero también querían probar a la chica.
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Blood of Midnight (Sangre de medianoche)
RomanceLynnea Carter, una mesera que hace parkour y amante de la fotografía, se mete en problemas a tan solo entregar unas fotos de tráfico de drogas en Japón. Ella no sabía que, tan solo al tomar la foto con ESE hombre de espaldas, ya había perdido su li...