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Lynnea caminaba con el pequeño Akemi por el mercado comprando mercadería. Hoy el niño tenía ganas de cocinarle algo a su amo y necesitaba cosas específicas que podía encontrar ahí.

La chica cargaba con las cosas para que los brazos de él no se hicieran daño. Caminaron por 2 horas bajo el sol buscando lo más económico.

Ya yendo de vuelta al auto, Lynnea se sintió observada. Pero no era una sensación grata... estaba en peligro.

-Akemi-kun –dijo tomándole una mano –, vámonos de aquí rápido.
-¿Qué ocurre, Lya-san?
-Alguien nos acecha, vámonos.

Ella se volvió a internar entre la multitud buscando no ser reconocidos. Akemi lo seguía a duras penas y ase agradecía estar tomado con ella.

Al lograr atravesar la gente, Akemi le enseñó el camino de vuelta al lugar en donde estaba estacionado el auto de Fey Lang, pero un auto negro se adelantó.

Unos hombres occidentales se bajaron y fueron directo a ella. Lya sabía que no podía pelear con las bolsas y tampoco se perdonaría si algo le pasaba a este niño. Soltó la mano del chico y le gritó que corriera con o sin las bolsas. El niño obedeció dejando las bolsas en el suelo al igual que ella. Lynnea se defendió contra los tres jóvenes que la atacaban, pero nada pudo hacer contra el taser en el cuello que la hizo desmayarse.

Doble secuestro, ¡qué divertido! ¿Cómo se resolverá este secuestro?

Blood of Midnight (Sangre de medianoche)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora