⁺˳‧₊♡࿐❛ FORTY EIGHT ❜

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La mirada de Shoto se cruza casi de inmediato con las esmeraldas tras la ventana, y veloz como un rayo llega hasta la misma, con una sonrisa que se borra con la fría actitud del lobo.

Izuku voltea su cabeza, negándose a seguir mirándolo a pesar de que su corazón se está acelerado y su cola se mueve frenéticamente. No puede negar que ese vampiro es el amor de su vida, pero ahora mismo está molesto con él y "hacerle la ley del hielo" se ha convertido en su prioridad de ahora en adelante.

Le da la espalda, volviendo a transformarse en un cánido real una vez se recuesta sobre la camilla. Todoroki, desde el otro lado, es incapaz de descifrar sus reacciones, aunque se encuentra más aliviado al verlo vivo y no duda ni un segundo en hacer ingreso a las instalaciones para llenarlo de besos.

No le importa lo que la recepcionista le grita ni los tirones en su ropa porque de todos modos hace ingreso a la habitación en la que descansa el licántropo, yendo hasta él en busca de cariño. La encargada decide ir en busca del doctor designado del cánido, quién podrá manejar mejor la situación y decidirá si es bueno mantener al vampiro en aquel lugar.

Kurosawa observa a la mujer oso pasar con rapidez por su lado, aunque no conecta los puntos y entra sin preocupaciones al cuarto de hospital de su amigo, con la sonrisa que la caracteriza ligeramente cubierta por los mechones rebeldes de su cabellera.

-¡Mira lo que traje, Izukyun!- Tomoe enseña el gordo mapache de peluche que lleva entre las manos, pero la sorpresa se la lleva ella al notar la segunda presencia en la habitación. -¿Qué haces aquí, Shoto?-
-Quería ver a Izuku...- su mano es mordida cuando se encuentra a unos centímetros del hocico del lobo.

El semi albino se sorprende por la agresiva acción, sin embargo, reconoce que es una reacción aceptable por el temor a volver a ser lastimado. Los colmillos se entierran en lo profundo de su carne y no sueltan la extremidad hasta que siente el movimiento de liberación que ejerce el vampiro.

Este último decide no volver a intentar acariciarle el pelaje ni ninguna otra parte de su cuerpo, pero se queda observándolo desde muy cerca, pensando en lo que dirá, no obstante, su lado razonador lo ha abandonado, dejando al iluso interno encargarse de todo.

-Creo que es mejor que te vayas, Izuku necesita estar calmado- la joven rosa señala el alterado ritmo cardíaco del rizado, captado por el monitor. Sabe que es por la cercanía, pero aún así debe pensar en la estabilidad mental de su amigo.

Todoroki se queda con la boca abierta, sin poder pronunciar palabra. No es sólo la ondina, sino que la mirada del cánido también le indica que debe dejarlo solo. El labio inferior le tiembla ligeramente al notar un poco de odio en los profundos ojos del otro adolescente.

-Voy a estar donde siempre- murmura, lanzándole un pequeño beso, prosiguiendo a convertirse en murciélago para abandonar las instalaciones.

Tomoe entonces cierra la puerta, deja el peluche cerca de las patas delanteras del licántropo y se sienta en su lugar habitual sólo para levantarse casi al instante por el cambio de forma del pecoso, el cual observa por primera vez en meses.

-Quiero volver a la academia- confiesa, robándole las palabras a su amiga. -He estado mucho tiempo aquí y mis padres están gastando el dinero que no tenemos en mi hospitalización...-
-Por el dinero no te preocupes- ella se acerca, colocando sus manos sobre las del rizado, tocando también el pelaje del juguete. -Y por lo primero, ¿Estás seguro de que quieres volver?-

Midoriya respira profundo. Jamás pensó que algo así sería posible, pero admite que las palabras de Ochako le dieron un empujón para tomar su decisión.

Levanta su mirada, con brillo en ambos ojos y una sonrisa sincera que reluce, eliminando al lobo depresivo que predominó por varios meses.

-Muy seguro-

A Wagging Tail & A Cold Heart 「Monster!Tododeku AU」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora